Abril

Imagina la mutua impermanencia de un minuto
en el imbrincado pavimento de un lúgubre vagón.
Imagina que la oscuridad se cierne sobre nosotros.

El ambiente es cálido y seco
y seguro el sustento.
No nos ocultamos de la eterna espera.
Somos oriundos de la blanca América y
permanecemos sentados en nuestras brillantes estancias.

Acércate. Trae tus atuendos.
No olvides la leche, la mantequilla de cacahuete,
tus pastillas, tus enseres de lana y tus lápices de colores.

Es el turno de las preces de las siervas divinas
mientras nieva en la oscuridad.
Ellas rezan por los amigos que perdimos
el postrero año y por quienes morirán en el presente.

Conversemos,
como las laboriosas abejas.

Jean Valentine



Al bardo

Soñé que finalmente conseguía comunicarme por teléfono con C
él susurraba
yo no conseguía entender qué decía
él había estado en el hospital
y después en una casa
M había enfermado también
Ya sabes que cuando sueñas eres todo el mundo:
despierta también eres todo el mundo:
estoy escuchando
respirando tu aliento lleno de ceniza
Viejo poeta chino:
fuego:
para ver el camino

Jean Valentine







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