Archivos para el fuego por la duda

Archivos para el fuego por la duda
del fuego envolviendo al fuego, el desvelo
por la duda del fuego, y cubriéndolo con velo
conservando el ardor en retención
para el momento del otro-fuego: fronda
hoja a hoja prevenida, siendo el árbol
quien, bruscamente, canta. Son sílabas
ruidosas en el lugar del fuego iluminando
el amor, jasmin brutal

Salah Stétié


De aquello que se escribe no sé nada

De aquello que se escribe no 
sé nada
– se alza la palabra en la falta de aire
vulnerable y desnuda y el
dolor de su espada encima de sus hilos
tejidos y destejidos según su muerte
Uno tras otro despellejados
ella los acepta en su reparto
y les ofrece un seno salvaje y reservado

Salah Stétié



En la bifurcación del cuerpo y de la mente

XXXVIII

En la bifurcación del cuerpo y de la mente
hay poca hierba herbosa: eclipsada
por el ángel obscuro de tierra
¿entonces quién dirá en lugar del ángel la promesa
de la hierba inhabitada como casa
impura, la espada de la naturaleza en ella?
Único impuro pájaro en lo visible
esparcido en pobres frutas. La espada
ha desunido la hierba y la hierba – forzando la promesa

Salah Stétié


La noche del corazón en llamas

A C.F.L.,
por el misterio de un verso dado

I

Herida que la nieve aviva apenas
roja rosa que en agua fría mora
por la luna el poroso estío
se escribe en sombra con las campanillas
bajo la llamarada soleada de las flechas
dejando el agua fría junto a la sangre, aquí
donde destella leve el bello sosiego del mirlo

Aquí donde en el bosque metafísico brilla
el puro agrupamiento de los canes,
la reunión de sus amos,
sus voces desgarradas, largas,
tan desgarradas y tan largas
que ahora se confunden con la voz
de la guardia durmiente
en el seno quemado de la constelación
por una cierva de pulso saltando

de un salto en medio de sus voces:
puro lugar que aquí señala lo absoluto del agua
y su rostro es de cierva y de mujer
iluminado, destruido por el astro de sombra
en una tierra de pizarras y de viento desnudo
cual ramo que la tierra ha preparado
y -al fin- desconcertado se extravía

El tiempo está aquí
como la leche del hombre mezclada
con la de los caballos en las yeguas
y los potros más finos que sus párpados
duermen bajo la luz del espíritu que refulge
con la belleza de la podredumbre
cual lámpara de nadie llameante
en paraje de noche
desde el seno interno del agua viva.

"Desnuda, estrellas me vestirán" -dice

II

Por los caminos del ser y la noche
hay un árbol que la luna lunea
árbol tan solitario, de tierra tan antigua
que duerme cual muñeca adormecida
junto a las fuentes vivas
libres de viento en la desnuda luz

Libre de viento... Oh cierva
de pensamiento ensangrentada
tan cerca de este corazón que sueña
vaga sueña y su luz es lluvia en lluvia
caída sobre las durmientes cosas
cosas tan largas, rosas escombradas
por el perfume de su inmensa noche
que, desnuda, también se vestirá de noche

III

En la muerte su niño
en la muerte siempre estuvo su niño
y el cuaderno de toda infancia
arde en un cuarto vivo
en un cuarto vacío en que se mira
lo extraño del vacío
lo absoluto de su extrañeza
con su desnudez de noche alrededor

Esta cama la nuestra una guitarra un agua larga
terriblemente entre las piernas de la noche
como un cuerpo simple es de agua
que se deshace y vuelve a hacerse
en su fulgor de estrella
alejándose sola sobre sus piernas niñas
su mata de ímpetu y su herida
como mujer amamantada entre las nebulosas
por todos los caballos de la noche

"Desnuda, estrellas me vestirán" -dice

IV

Esta tarde ella ha dado al ruiseñor
su niño hijo de siempre amado siempre
resfrescado de menta inmaterial
con sus manos y la dulzura de sus desnudos pies
de niño que debe morir
bajo la inexplicada techumbre de las noches

La nieve colma el cielo
por el ave aplastada en las paredes
de la casa alzada bajo los astros
donde vertical hay un espejo sin prueba
con el desnudo pasado, pasando,
del hombre que desmembran los instrumentos de la luz
cosas quemadas por lo inmaterial
para ese niño amado
sujeto por la mano
del lado de la muerte.

Salah Stétié


Lámpara de gel afrutada de nieve

Lámpara de gel afrutada de nieve
el día entre el día es luz
entre las manos de quien hará el día
para una lámpara dormida luego despierta
en una segunda lámpara salpicada
de frío pero despierta por el sueño
cae
de la palabra
  : recogida por la ceniza

Salah Stétié



Mi yugular es hija de la nieve

Mi yugular es hija de la nieve
que al latir me golpea el cuello
la espera de la nieve es pura espera
pura en el umbral de la nieve y sus hijas alzadas
el lugar de sus vientres que ha invadido la nieve
mientras la palma de mis manos acaricia el oscuro trigo
y el lagarto de la muerte en mi cuello.
Me he sentado, con los pies
brillando por el fuego de las uñas
a nuestro alrededor la palabra es morada
el aire es necesario para alumbrar el cuarto
y si hablo tan sólo hablo con imagen a la dormida
la que arderá en el pensamiento
y volverá después a la casa de toda lágrima.
Enigma es la faz nacida del niño
como una ortiga que la luna también está quemando
en una niebla de rasguños, el corazón: este
corazón
de cara a los fusiles que se desnudarán
para volver a la sustancia de árbol
por el enigma dulce de la luna
paloma airada bruscamente débil
desplegando sus alas de espejismo
y sus remeras como alusión
a la ilusión del corazón.

Salah Stétié



Nunca somos tantos
que cuando estamos solos.

Salah Stétié



Río mi luz

Río mi luz
dulce desvestido
sobre ti hay un cielo fuerte
es el otro cielo: no el cielo de esponja azul
– el cielo de esponja azul tiene bustos que fundan
es el otro cielo cerrado como una lámpara
inalterable en su vidriera
la recta inmovilidad de una flama
cerrada en sí misma como la idea de Dios
pero tú sigue tu camino dulzor bajo el cielo fuerte
agota nuestros secretos azul vacío y luego
unidos, amor, la imagen con el cuerpo
celebra a toda hoja aquí que tiembla
– antes de que lleguen las chiquillas, y su herida

Salah Stétié













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