Bohardilla

Bohardilla alegre de París,
recuerdo viejo y algo gris
de aquellos años de estudiante,
de soñador y errante.
Quién sabe hoy dónde andarán
los compañeros de ese ayer
y aquella novia mía...
Recuerdo extraño...
pasan los años
y nunca los olvidé.

Bohardilla que era un poema
frente a las aguas del Sena.
La nieve que caía sin cesar
pintaba un cuadro triste en la ciudad.
Y allá, en el Barrio Latino,
la voz de un tango argentino...
y aquellos ojos tristes de Mimí
llorando el día que partí.

Esa bohardilla de París
es una foto vieja y gris
que con dolor estoy mirando,
porque se van borrando...
Aquellos versos a Mimí,
un sol y un cielo de Abril,
los sigo recordando...
Cabellos de oro y azules ojos,
inolvidables para mi.

 Horacio Sanguinetti



“Hay una disminución de la capacidad educativa de profesores y autoridades a cargo de los colegios.”

 Horacio Sanguinetti



Nada

[Tango]

He llegado hasta tu casa...
¡Yo no sé cómo he podido!
Si me han dicho que no estás,
que ya nunca volverás...
¡Si me han dicho que te has ido!
¡Cuánta nieve hay en mi alma!
¡Qué silencio hay en tu puerta!
Al llegar hasta el umbral,
un candado de dolor
me detuvo el corazón.

Nada, nada queda en tu casa natal...
Sólo telarañas que teje el yuyal.
El rosal tampoco existe
y es seguro que se ha muerto al irte tú...
¡Todo es una cruz!
Nada, nada más que tristeza y quietud.
Nadie que me diga si vives aún...
¿Dónde estás, para decirte
que hoy he vuelto arrepentido a buscar tu amor?

Ya me alejo de tu casa
y me voy ya ni sé donde...
Sin querer te digo adiós
y hasta el eco de tu voz
de la nada me responde.
En la cruz de tu candado
por tu pena yo he rezado
y ha rodado en tu portón
una lágrima hecha flor
de mi pobre corazón.

 Horacio Sanguinetti


"Nosotros hemos vivido mucho el ambiente del tango y somos tangueros cien por ciento, si al tango no se lo mama el tango es pólvora y nosotros estábamos debajo de los fogonazos. En los cabarets se armaban grescas terribles, volaban los sifones que reventaban contra la pared, las mesas parecían platos voladores. Teníamos quienes nos defendían, el boxeador Ubaldo Sacco, el padre, el que peleó con Lausse, también boxeaba el cantor Rodolfo Díaz, que luego lo incorporé. ¡Cómo pegaban! Sacco nos defendía mucho. Todos los días había pelea y quedaba el tendal, luego se los llevaba la ambulancia. Nosotros ayudábamos a sacarlos y luego acompañábamos a las mujeres a sus casas."

 Horacio Sanguinetti



"Tengo muchos años encima, pero creo tener piolín para rato. Aquí en Las Heras estoy muy bien y soy el autor del himno a la ciudad. Un señor Robles, cuyo nombre actualmente lleva la biblioteca municipal, me dio la letra y logré una pieza musical de calidad."

 Horacio Sanguinetti





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