Caja china

Grande
que guarda otra caja
adentro
de otra caja
pequeña
y otra
más chica en otra
y otra después

Están vacías
en todas la sorpresa
es el mismo desencanto
en todas
lo mismo se busca

Y no hay nada
salvo un olor que parece venir
del pasado
que parece
estar en el futuro.

Jorge García Sabal


In memoriam

I

Sálvate de tu madre y del padre de tu madre
y de la madre del padre. Sálvate de tus hijos
y de los hijos de tus hijos. Sálvate de la tradición,
de la escoria. Sálvate por el hallazgo, por la ambición
de entrar solo por una puerta que da a un lugar solo.
Sálvate y queda mirando ese desierto: ciénagas de hambre,
ciénagas de sombra;

sé un sueño solo sin voces ni gritos: tu huésped

Jorge García Sabal



No durará

Ola de calor. Y después lluvia. Lluvia
que trae la ola de calor y lluvia. Se repite:
hace calor, hay lluvia: se repite: no durará.

Pero allí hubo, entretanto, tormenta, un cielo
enorme y gris atravesado por luces y bengalas
y estruendo. Algo así como el amor, el tiempo,
moscas que se atrapan aquí y allá, chispas
volando con sus patas de miel y repentinas,
instantáneas, tiesas, sucias, desmoronadas.

Ola de calor, lluvia, alas: eso que ahora raspa
la pared y hundido respira: hocico, charco
contra una luz sosa, descompuesta.
¿quién?

Jorge García Sabal


Pasante

Que parezca que se ha plantado. Que parezca
que hay árboles en el jardín y flores y también
mala hierba. Que parezca que se plantó y creció
un árbol y flores, hierba. Que parezca, siempre,
porque es verdad que hicimos lo necesario para
alcanzar, ahora, a esta hora, lo que somos:
un desvío, algún remordimiento.

Jorge García Sabal


Sitio

Hice bien.
Esta noche tapé la jaula de los pájaros,
dejé sin luz a los peces que dormían
cautivos de un solo ojo, eché
por la escalera, justo en su última vida,
al gato.
Hice todo bien.
Ahora estoy solo y Billie Holiday me dice,
hamacándome, la voz llena de pasto y agria,
un cuento para dormir, un sueño. Ella
dice y cuenta cosas que conozco, hamacándome,
suave, solos.

Ahora amanece, es el día de siempre.
Me hamaco. Estoy solo. Hice bien, todo bien.

Jorge García Sabal


Soledades

Es confuso lo que uno podría ser
para otro cuando uno no conoce
aquello que oscuramente quiere,
pero sabe que lo perderá; como algo
que no está sino en uno, que hace daño,
pero como uno se hace daño a sí mismo;
que humilla y da miedo. Un miedo
que parece una pregunta de inicio
y despedida; mejor: un permanente adiós.
Es confuso; después uno vive la vida
lleno de miedo ante su piel, un miedo
de murciélago solo encerrado en una casa
de luces, un miedo como una mancha oscura,
otro.
Y pasa el tiempo y de a poco uno
va cambiando palabras intrascendentes
o palabras de búsqueda cada día, y
de a poco quita los espejos, descuelga
los cuadros, vende los muebles de la casa.

Con las puertas arrancadas, las ventanas
abiertas, agachado en un rincón lleno de frío,
uno termina preguntando a uno ¿qué vio? ¿qué?

Jorge García Sabal



Todo está por ocurrir y nada es cierto

Todo está por ocurrir y nada es cierto.
Hay aquí zarcillo y calas y violetas
y juncos y árboles altos y raíces
secas alzadas de la tierra, devoradas,
inhóspitas, estirándose al aire, a nada.
Y también frutas y frutos que van y vienen,
puntuales en la sequía, puntuales
en su primitivo ardor. Y también hay aquí
algo que no ocurre, algo, alguna cosa,
cualquiera, que no da paso al ocurrir
y no está bien ni mal: sólo no ocurre.

En fin, quería decir que no hay violetas
ni juncos ni plantas de nada ni sequía
ni ardor. Este lugar es sólo el lugar
del no ocurrir: un sueño aturdido
de voces, raíces, gestos contra la muerte.

Jorge García Sabal












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