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un cigoto de frío vive en mi corazón el olvido tiene tu sombra sabes enumerar los escalones que nos separan sabes el punto en que ocurre mi ebullición hoy destaparon las cloacas de mi calle hoy fui la misma de siempre la que no ves quebrarse en pliegues la porno sentimental que quiere romper una piñata la ciudad persiste en sus alambres rotos los hombres de la calle son fantasmas que rondan intempestiva fuga la mía aprendo a rechazar tu castigo cotidiano el opresor se nutre del dolor de los vencidos los vencidos van a rebelarse los perros saben del aullido pero las perras gritan también (nada es absoluto en el reino animal) tengo que irme de acá la falta de movimiento me está matando no nací para ser figura sedentaria coleccionando huecos y sangre quiero dormir rodeada por los faroles de la alameda central en una isla del caribe calco mi letanía en los cuadernos hago planes de todo lo que quiero escribir soy nahïf y voy a comerme el mundo a zarpazos hombre que huye en bicicleta excusas temporales para la misma certeza delirio de ti sobre mi carne sin voluntad el rostro de la víctima en tu mano mi rostro de víctima en tu mano quiero romper el cordón umbilical que nos ata me cansé de ser el alma gemela de tu incertidumbre la demencia de sísifo no repetir el camino voy aventar piedras voy a lapidar a la vieja mujer que se me metió en mis arterias intrusa no quiero vivir desangrándome la yo renacida va a romper cadenas de centenaria tortura voy a luchar contra el fascismo primordial ahora sí ahora sí voy a respirar llorar coleccionar primaveras amotinándose paisajes lacustres y marítimos el vecino tiene problemas de cama mis asuntos son más complicados que una sábana de cinco esquinas cuántas personas caben en una relación enmohecida la existencia es la mueca de dios burlándose no me gustan sus chistes hay que poner el cuerpo en la escritura el cuerpo en la escritura el cuerpo desterrar el pensamiento perdición del hombre nuevo hay que quemar la ropa vieja cumplir treinta años irse de viaje matar el tiempo de una vez flotar desnudos en las fuentes verdes caminar descalzos por el pavimento convertirnos en mendigos para dejar de sufrir dinamitar el pasado alud que arrastró el paraíso presente ven a limpiar la cocina a pagar las cuentas a dormir conmigo lluvia cernida sobre la ciudad de méxico ábrenos las fauces haz reír a los niños ladrar a los perros metáforas simples de nosotros he perdido la llave del gas he perdido todo lo que fuimos no me digas recuerdo no digamos morir tengo hambre la noche es venganza yo digo ruido celestial y el cielo de la ciudad se cae

Lauri García Dueñas


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el tiempo es un texto indescifrable (creo) igual que los ruidos la tos y todos los detalles que se mezclan cualquier día de cualquier año cuando volteamos atrás nos damos cuenta ah ya pasó pero seguimos acá y suenan las campanas y los mariachis de la calle de cuba de la ciudad de méxico el diccionario que sostenía el mendigo ayer era uno de inglés-español y william burroughs y charles baudelaire tomarán café en la calle bolívar fijarán sus miradas en el cráter que causó una meteorita y conmovidos contemplarán el paso del joven que atraviesa la vía en monociclo el tiempo es un texto indescifrable el tiempo es futuro con agujeros de esténcil el futuro nos está comiendo la cara sin babero sin servilleta el futuro nos está comprando nos están comprando con pequeñas monedas que una mujer revuelve tira y encoge en una fuente en la entrada de roma ha llegado la hora al final yo sabía que iba a llegar la hora la hora de la letanía de la calle de la piel hecha partículas arrugas avenidas insistencia incertidumbre luna llena ruido de metal y crueldad y sábanas revueltas y pelitos y un domingo un domingo cualquiera sin esperas qué espero de ti: nada de todas maneras los demás no esperaban nada de mí o esperaban todo pero yo solo quiero viajar en trolebús ser pájaro multiplicado en ramas secas y alambres cuando era pequeña fui un pájaro azul un pájaro verde un pájaro anaranjado un pájaro color fucsia un pájaro con pico que cantaba cucurrucucú paloma yo también estoy herida de sombras pero ahora soy las cenizas de mi adolescencia y tal vez sea la hora de crecer pero no quiero crecer no quiero crecer ni denotar ni connotar ni acumular bacterias en los bordes de mi alma mi alma desesperada agonía angustia mi alma colibrí con problemas cardíacos mi alma muñeca miniatura mi alma llaves en cadena mi alma vos yo y todos los que estuvieron en medio mi alma este tiempo enorme derramado mi alma estos cuatro años fumándome el distrito federal comiéndome el distrito federal cogiéndome el distrito federal mi alma mareada por la altura mi alma de mendigo mi alma el mendigo hincado en el eje central sosteniendo un diccionario inglés-español en la mano derecha mi alma william burroughs y charles baudelaire tomando café en la calle bolívar mi alma tu cuerpo abierto en una herida de ojos y yo mirando la luz y yo por favor no te vayas y yo diciéndote  el futuro es un texto indescifrable que nos está comiendo la cara sin babero

 Lauri García Dueñas


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el tiempo es una estructura el hilo conductor de todos estos sentimientos acumulados en las horas los vidrios las ventanas párpados conceptuales intentos de escritura voz en el fondo del estertor de mi pecho ayer ocurrieron cuatro explosiones en mí mientras en islandia un volcán subrepticio llenaba de humo europa ah los países están explotando les dije pero la gente no se da cuenta y pisa los peces que corren invisibles en las banquetas de esta ciudad lacustre  el tiempo no existe  (creo) con paciencia me doy cuenta de la imposibilidad del destino de herirme porque soy dueña de mi voluntad absoluta sueño que soy la realidad y detrás de mí corre una horda de zombis vegetarianos que se ponen los zapatos de su mamá para ir a bailar sueño que soy un átomo o una mitocondria que alrededor de mí los libros se sacuden el polvo por sí mismos y el ventilador de mi cuarto es un calamar negro para mientras o mientras tanto afuera el mundo nos sigue contaminando soy huraña tengo alergia al mundo a veces no me gusta el mundo sobre todo porque vos decidiste ser parte del mundo que me hacía daño pero yo tengo una ideología libertaria tengo garras para defenderme soy hija de un comunista nieta de un comunista hermana de un trotskista tía de unos pequeños anarquistas que manchan las paredes de san salvador con grafitti tengo la capacidad de fabricar cuatrocientos cuatro mundos en mi cabeza para ponerlos al revés no creo en las armas pero agarré una pluma y me dije ‘esto es lo único que tengo’  nunca voy a soltar mi pluma nunca voy a soltar mi pluma nunca voy a soltar mi pluma voy a morirme escribiendo a la orilla de un mar luminoso de anémonas fui y seré siempre sonámbula porque la gente que sueña y resiste nunca está perdida insisto voy caminando descalza sobre el pavimento no tengo miedo no tengo miedo no tengo miedo porque mi mayor miedo era perderte y ya te perdí toda mi angustia fue quemada en una hoguera de arena y ahora tranquila tomaré el camino más luminoso que me lleve a  Luna Nueva ahí voy a recostarme en sus curvas cuneiformes descansaré mi alma agrietada de años y le gritaré a la humanidad que todo  ha valido la pena

Lauri García Dueñas


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el tiempo es un niño con el corazón inmóvil parado en  medio del pasillo mientras los demás juegan caracol metafísico yo también estoy asustada como un niño prohibido estar triste leo pero cómo no estarlo si todavía no dimensiono las consecuencias de esta ruptura hostil con el pasado es domingo suenan las campanas una tras otra mírame estoy hecha pedazos tenía que huir mi instinto de supervivencia me colocó a este lado del cristal donde soy un pez viendo pasar a los comensales abriendo y cerrando los labios pensando en mi origen de mar mientras habito una absurda pecera  tengo frío en el corazón estoy asustada pero si seguía contigo iba a convertirme en la sombra de los árboles y no puedo soy helecho salvaje viaje rayita clorofila reproduciéndose en hojarascas si toca elegir prefiero a eros que a tánatos cantar boleros emborracharme en las cantinas ser un lugar común mirar embobada los murales del teatro del pueblo pablo o’higgins y diego rivera conversan tomando agua de melón mientras en mí crece la voluntad del tacto tocar los andamios que se extienden tocar las perillas de casas ajenas tocar los muros arrugados tocarme menos que antes tocar el aire y dibujarlo conservo intacta la voluntad de vivir soy una gota cayendo desde un balcón sobre belisario domínguez abro bien mis branquias en busca de oxígeno los chicos siguen jugando en el pasillo el niño del corazón inmóvil no corre tras la pelota porque él conoce de la angustia los brazos inservibles y sabe del tiempo lo que nadie pudo

Lauri García Dueñas


La tía

me sequé el vientre dos veces
el olor de mi sexo es fuerte
cometo cacofonías
alucino cometas radioactivos caer sobre mi calle y matarnos a todos
los cangrejos del mar pusieron sus huevos en mis ojos

lloro langostas

¿irá la iridiscencia a morir en mansedumbre?
dionisíaca resiste, firme en la ruptura
mis dientes brillan
pienso mosquitos zumbando y no duermo
(el calor es una masa ardiente en el trópico)
descalza desando el dictado medieval
el canto prehispánico roído en alusiones épicas
colecciono fósiles de antepasados y visto mis santos para salir a pasear
tenazas metálicas

creerán que soy un artificio fácil y cómodo
pero mi piel no es un reptil si no más bien
un cuerpo atravesado por mandamientos desobedecidos

Lauri García Dueñas



Noche cerrada

Cae cansada la princesa jinetera
sacudiéndose el moho
cae por la barra show del reloj inquieto
bamboleando los glúteos sonoros y perversos
suenan las ambulancias allá afuera
entre putas y secuestros
con violencia mueve las caderas andrajosas
la noche cerrada
se para en el atril circunspecto
de las máscaras y los perros
en su baile frenético
los hombres en directo buscan su sexo
para besar la miel de las esferas
pero ella no para
totalmente dueña de su cuerpo
la noche agitada
cede a los tropeles de su vientre
lo expande todo
ataca
ataca
la página roja deshecha de pétalos
explota
explota

Al final
la noche rellena de pieles sudorosas
de miradas lascivas
de hombres ciegos
de mujeres sordas
se rasga por completo
las ropas
la ninfa pegajosa se clava puñales
ella sola

Lauri García Dueñas



XI Linaje-Estirpe

Sábado 10 de agosto de agosto de 2013, aeropuerto de Nairobi, Kenya.

Está sujeto a su linaje: 
no le es dado, como a personas sin valor, 
darse gusto a sí mismo
Hamlet, William Shakespeare


Imágenes entrecortadas de diferente natura
largas horas de espera en la autopista del territorio que no cesa
trazos de un hombre
jirones en una habitación pequeña
más horas
cuántas horas son necesarias para decir
linaje
estirpe
y que el ideal de una belleza primitiva/repentina
se resquebraje hasta que un caballo negro muerda mi mano derecha
y me dibuje una herida con la forma de una mancha
que coincide
con las de las jirafas Masai
ayer.

Un charco de cosas cargándose sin conexión
sin relación
un atrincherarse a la Tierra porque era necesario
un temblor de aire
un temblor continuo
de esa sustancia blanda que algunos llaman alma
charco en el principio del esternón
enfermedades de otros                       no es mía la enfermedad
accidentes de otros                     no deseo mi propio accidente
los miles de kilómetros hicieron crecer el pozo
y provocaron el terror de que alguien remueva la prótesis del alfabeto
confirmo que la excesiva búsqueda de sentido ocasiona una irrupción insalvable en la traducción
no es mi enfermedad, repito
loading
lost in translation
solo mi estirpe que se conectó telúricamente con
el canto el baile los siglos
el rechazo
el tiempo se distorsionó y las niñas que escucharon palabras en otra lengua confesaron -sin cabellos- el arrebato ante el código
olor a engrudo           siglos de no oler (eso)
que ya no nos pertenece
ese diferente sudor ácido lo invade todo alrededor
estirpe linaje
susurro quedamente
imposibilidad/ cierta tristeza por las fiestas de los familiares olvidados
el dorado de los pastizales
la sabana           la montaña las piedras las moscas que taladraron la paciencia y las curvas
a la vista del felino arde el estómago de esos-siglos
todo desaparece
se desvía el lenguaje ante ese felino a secas en la hojarasca prodigando manchas (usted)
ver un animal salvaje es ahorcar la tuerca de un conocimiento a medias
conocimiento empapado en ese olor incomprensible
en ese tiempo y abandono al que fuimos sometidos
pero
los niños dijeron adiós con la mano a la orilla de las carreteras
las mujeres crecieron del asfalto en fotogramas de colores
las bicicletas pidieron perdón por la falta de agua
el pozo fue la alegría de los poblados rumbo a la ciudad
el cielo se desplomó en su tibieza deslucida
bailé con ese fuego antiguo que me devino rastrojo
(palmas que se zurcen)
¿el zurcido del sexo?
la oscuridad desde dentro con la distancia y el anonimato zumbando en el Dados Hotel subrayó la fortuna
y si alguien me dio la luz
y si no sé para qué
tal vez he de apretar mandíbulas
y sobre las cenizas de una terminal intercontinental
clavar a la tierra el flujo sanguíneo que palpita
aún frente al lago ennegrecido
aún a pesar de las maldiciones y peces muertos
porque la sangre del linaje y la estirpe
quedará intacta aun cuando termine
este doloroso desplazamiento
al que me entregué con la vehemencia que una se entrega a un desconocido.

Lauri García Dueñas










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