"A mi me gusta mucho usar la intuición y dejar pasar el tiempo."

Julián Bejarano



El hombre y los astros

Acabo de mudarme a este monoambiente.
De espaldas a la cama tengo un ventanal
para espiar las mutaciones del cielo
y los movimientos pausados de las nubes
además de ver cubiertas de automóviles
que la gente abandona sobre los techos de sus viviendas.
Arriba del escritorio tengo desplegado el mapa estelar
correspondiente al mes de agosto
veo que Andrómeda está en dirección a Pegaso
hacia el extremo este
y que Piscis persigue a Acuario con velocidad
escapando de la traición y de la muerte.
Nos peleamos y después nos amamos
debajo de estas cobijas que ahora están desordenadas
hacia la punta de la cama.
Seguramente algo de todos estos fenómenos
que ocurren en el espacio
explican nuestras idas y venidas,
nuestros aciertos y fallidos,
las ganas de estar acompañados o totalmente solos.

Julián Bejarano



Géminis

La casa está completamente fría
encendí la cocina y froté mis manos
sobre la llamarada azul del fuego.
No me siento del todo bien
mi estado de ánimo decrece a medida
que la noche avanza.
Ahora mismo, pero a millones
de años luz de acá, todos los planetas
cruzan de este a oeste la constelación
de Géminis, el sol acampará
hasta principios de julio, muy cerca
de Pollux y Castor.
Dentro de un par de horas, amigos
familiares y gente que me conoce,
me saludarán deseándome los mejores
augurios, solo por haber venido
al mundo en esta época del año,
hace exactamente 25 años, apadrinado
por este mismo fenómeno que ocurre ahora
en alguna parte del espacio.

Julián Bejarano


Historia de una vieja idea

La técnica no la tengo
puedo igual copiar a los demás
pero de todos modos
no me sale.
Es difícil sin herencia
económica y cultural
y en esa excusa me refugio
me alimento, trabajo,
y duermo
adentro de esa excusa.
Que ya edifiqué
una casa
es adentro mío
esa enorme excusa
una casa.
Eso de que no tengo técnica
belleza estética
en el movimiento del cuerpo
en el deporte
de las palabras.
Y le echo la culpa
a una manzana
de mi árbol genealógico
que se cansó y se cayó
y rodó por el piso
podrida
siguió de todos modos
igualmente
con vida
por el piso.

Julián Bejarano



Mi mujer duerme del otro lado de la pared

La cama está fría, la tarde dejó restos
de niebla sin juntar en los jardines próximos.
Adentro estoy con la estufa diplomática
que difunde olas de calor amarillo diáfano.
Desde el centro íntimo, veo que en el radio
lunar una sola estrella se infla y se desinfla
todo el tiempo. Estoy presentable, sé que
mi desorden se acomoda frente al río.
Que las partes vuelven a su todo sencillo y solar.
Mañana voy a pasar un día de invierno
agradable, nítido, en la medida
que el sol pueda encerrarme en una cápsula
sin dejar pasar el viento fresco y blando.
Mi mujer duerme del otro lado de la pared
los árboles firmes en la noche tambaleante.

Julián Bejarano



"Un buen poema es por ahí eso que te atrapa. Que no te hace pensar en otra cosa  mientras  lo  estás leyendo. De un buen poema te acordas siempre, no te digo de que  te  lo  sepas  de  memoria,  porque  eso  es  repetir  como  los loros. Hablo de que recuerdes lo que decía, un verso, una idea, una imagen.  Para que después uno pueda transmitírselo a otra persona.  Ni  siquiera le exijo que sea profundo o serio. Capaz que es algo superficial,  a  veces  se  trata  de  una  mentira. Pero acomodó y eligió bien las palabras o  supo  usar  alguna  palabra  que  vos decís chauuu  qué bueno, cómo  se le ocurrió.  Si acomodas bien las palabras eso genera algo que se puede ver.  Algo  que a otro lo puede emocionar. Es muy loco."

Julián Bejarano






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