Abracadabra

Voy a empeñar mi corazón
hasta que sea pájaro y caigan de él
nuevas estrellas para el mundo.

Porque todavía viajo
—soy un extraño—
y en las ciudades los puentes
enmudecen y me lastiman.

Voy a protegerme de las atrocidades
y de las injusticias
hasta que el atardecer sea rosado
y cicatrice.

 Juan Arabia


Distrito de los lagos

Yo, que negué a Cristo en el primer barco,
finalmente entendí el significado de la palabra adiós.
No se trata de una simple despedida:
es el momento en el que todo se hunde
en los blancos y transparentes mares de números,
y se pierde la flor, única prueba
de la existencia de un paraíso.

Es el momento donde se pierde el inmediato calor
de aire que encierra y separa a cada una
de las cosas que existen en el mundo.

Juan Arabia



Plaza Dorrego

Have you heard about Plaza Dorrego?
Un Aleph de tango y cannabis sobrevuela en la superficie 
donde un poeta chileno puede dar una entrevista
bebiendo whisky con su amigo en altas horas de la madrugada

Mezclas raras, mandan todo a la concha de su hermana,
y todos conviven con sus ollas
afilan en público sus cuernos

Tango Plaza, a la salida te kedas sin hermana
mientras unos jóvenes improvisan el saqueo

But have you heard about it...?
Tal vez en un sueño revivas tus prendas
allí, donde todo pasa

Juan Arabia



Juicio

Nos alejamos de la ciudad,
infortunio, infortunio, etcétera.
En la que ya no hacemos
más canciones.

Nuestra flauta quedó encerrada
en la raíz de un sauce:
destruyendo el suelo,
levantando calles y baldosas.

Nos vamos lejos, amigos:
donde las vacas beben,
donde la savia fluye.

Nuestros versos necesitan
ser juzgados,
pero en tierras más salvajes.

Juan Arabia


Los antiguos bosques de sangre

Los antiguos bosques de sangre
rejuvenecidos de nuevo por el sol,
y todo lo verde y su savia,
y los cuencos cegados en lo más profundo.
Todos ellos, ahora despiertos, desterrando al fósil.
Imitando al canario de Cwmdonkin Drive,
para hacer del aire algo más blanco y puro
como los rastros de un conejo.

La primera vela aferrada al mástil
que el frío de hielo y de sal bañaron,
y las dársenas y sus cadenas,
y la tripulación entera del barco oscuro.
Todos ellos, ahora festivos, saltando al vacío.
Recordando al Albatros, la balada precisa.

El primer saco de manzanas
arrojado al profundo pozo de la vejez.
Y todo el néctar y su sangre,
y los incendios forestales.
Los antiguos bosques de sangre
ahora despiertos, enloquecidos,
como un cuervo expulsado de su nido frío
en la profunda noche encantada.

Juan Arabia


Sextina: defensa al trobar clus

           dash down to the nut of the seas...
                                     Dylan Thomas

I.

Esos bardos que imitan a los pájaros
silvestres, siempre olvidan que las jaulas
cercan los aires más puros, la tierra
se seca, y así la flor debe cantar
y restringir su luz, donde malezas
bailan hacia el unísono del sol.

II.

Escriben sometidos bajo el sol
esos bardos que imitan a los pájaros
creyendo que es canción y no malezas
lo que consiguen por cercar en jaulas
sus palabras, en vez de así cantar
oscuro, como el sauco de la tierra.

III.

Hermética y cercada está la tierra
donde las uvas mueren bajo el sol
y en vez de abrir las pieles del cantar
oscuro y prisionero, como pájaros,
los juglares dan cuerdas con sus jaulas
respetando el placer de las malezas.

IV.

La canción del juglar para malezas,
que digiere el crujido de la tierra,
y encierra al vértigo en serenas jaulas,
muerta estirpe quemada por el sol,
maldiciendo el sonido de los pájaros
y la confusa nuez de su cantar.

V.

Y es por ese liviano y leu cantar
que abunda el coro estéril de malezas
silenciando el trobar ric de los pájaros
abriendo las prisiones de la tierra.
Que una estación cualquiera ordene al sol
dónde abolir el coro de sus jaulas.

VI.

Defecando la espuma de sus jaulas
escucho con orgullo al clus cantar,
pieles oscurecidas de otro sol,
incómoda canción para malezas.
Que otros versos sacudan a la tierra
y hagan nido en el néctar de los pájaros.

VII.

Así cantan los pájaros sin jaulas,
invirtiendo en la tierra el clus cantar,
donde rugen malezas bajo el sol.

Juan Arabia










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