Abril

Abril é penetrante ata drogar
a saúde que teño
a salvo nas palabras.

É fría, como un rancor, a auga
espida no meu rostro.

Agora estou durando espesamente.
A penuria levanta un alpendre de outono,
un circo de insufribles luminarias,
ofrece a súa maxia de cartón
es os tristes transformistas
que algunha noite cean un recordo
e unhas doses de calcio.

E pasan trens con vidros afumados,
con luces de sepelio, e soa
a canción onde ninguén
atopará acubillo.

Resiste aínda a muller da alcuza.

E os mortos fanse grandes,
entran a duras penas nalgún verso,
pechan o bulevar dalgunha aurora,
extravían un vulto mal atado

O fume fía os días do suburbio
e hai animais dobrados de fatiga
e a roupa sufrida que a suor embrutece,
o gasóleo dun luns iconoclasta;
e hai un destempo inmóbil e uns seos
vanamente esquecido.

Unha man amarela apaga o candelabro:
o que queda da tarde en esperpento.

Un sol sucumbe en ouro de holocausto.

E o mundo abre un hospital inútil
a onde levarán un neno roto
no infinito accidente deste tempo.

Abril son doce meses cada ano.

Manuel Álvarez Torneiro



"Escribir es una necesidad."

Manuel Álvarez Torneiro



“Hay en mi última producción un tema recurrente: la memoria, que dicta una suerte de variaciones sobre un solo tema. Debo afirmar que creo en el poder de la palabra, en las potencias de la belleza. Aún escribiendo en prosa siempre termino cayendo por el escotillón de la lírica que intento afinarla al máximo. Escribo contra el mundo y a favor de la Vida. Como poeta, creo en la utopía.”

Manuel Álvarez Torneiro



"Hay gente más o menos loca, como yo, o más o menos fanática, que aún la lee. Y la premia, como en este caso."

Manuel Álvarez Torneiro




"La vida no te llega, la vida es poco, vivir no es suficiente. Escribimos porque tenemos que morir, porque quisieras dejar algo."

Manuel Álvarez Torneiro



"No hay reglas; hay grandes poetas que brillan en distintas etapas de sus vidas."

Manuel Álvarez Torneiro


Página de silencio

Aquí el silencio
donde cazan los gatos mientras duermen,
los mapas del crepúsculo
que van cambiando con la luz,
el centeno que vibra en las llanuras seculares.
Vestíbulos de pinaza.
Un soto musitado.
Franciscanos aromas de laureles remotos.

La emanación de la tarde.

Y la repentina sombra.

E instantes que desbordan
toda meditación.

Y músicas que vienen para quedarse.
Músicas de guardar
para que de algún modo siga vivo
lo que dimos por muerto.

Manuel Álvarez Torneiro




"¿Para qué sirve la poesía? No sirve para nada, gracias a Dios, como decía Juan Gelman. Pero es indispensable. El propio Gelman demuestra que es necesaria y no tan inútil con la antología de un millar de páginas que acaba de publicar. Desde un punto de vista personal, la poesía me lo dio todo, me acompañó mucho, me dio alegrías y alivió penas y soledades. Le hice arrumacos a la poesía social realista en los años sesenta, cuando estaba de moda, y me influenciaron mucho Blas de Otero o Gabriel Celaya, Pinillos o Altolaguirre, pero nunca me impliqué a fondo en ninguna corriente. Tengo mi personalidad y lo mismo escribo un poema lírico que uno dramático, en función de mi estado de ánimo; creo que la poesía es sólo poesía y no cabe poner etiquetas ni marchamos. Además, soy el peor crítico de mi obra e incapaz de ver en ella lo que otros perciben."

Manuel Álvarez Torneiro



Paredes

Nas paredes hai rostros,
está o perfil da súplica,
está o oco do frío,
o xerme dun insomnio.

Está un manifesto de granito,
a osamenta dos que desesperaron
(houbo un deus de impotencias,
enmudecido,
cando o tiro de graza).

Hai manchas dunha ausencia,
voces rotas e brados
dun penúltimo instante,
perdas reiterativas.

Hai nomes propagándose:
nomes radicais. E nomes
supurando veráns, albas caídas.

E o ruinoso molde do futuro.

Contrasinal de paz foron aqueles:
antónimos do lume e da gadoupa,
os do barrio de abaixo.

Unha memoria mineral recorda:
o túnel cara á morte,
o medo esborrexendo,
o estrépito da ira;
mortos arreo e con todo o posto
unha hora antes das primeiras luces.

E aínda houbo valor para outros días.

Manuel Álvarez Torneiro


Rol de oscuros

(Poema de Habitante único)

Recordad a esos otros, incesantes,
construyendo el paisaje,
o liberados en un discreto ritmo
por las piedras de la vida ensombrecida,
por largos arrabales o en los trenes
de los viajes más tristes.

Recordad a los que nunca se acercan con un sargazo
de evidente derrota: libélulas de luto
en la manos, copias del horror,
ni se juntan allí en un sol caído,
ni incordian, ni inventan desgracias
en la bajamar de la vida. Y son, siguen de pie
en alguna parte
como vivos y enteros.

Pensad en los inscritos en la causa de los que pierden
y llevan un narciso a la altura de la caída.
En los de la arenga en lo alto del risco.
Los que niegan Infierno y Paraíso.
Areneros que silban
viendo llegar las tormentas.

Y en aquellos que escriben sobornados
por una luz azul acetileno,
por una quemadura vigilante.
Pensad en los anónimos de un trópico perdido,
en los que reniegan frente a los grandes pórticos
y venden por las ferias cosas que dan sosiego:
novísimo cannabis en tarros que antes fueron olivas y mantequilla.

Pensad en los que llegan en nombre de la utopía,
en los del plato catártico al final del relato,
en los de tanto milenio de candil y cantiga.
en las glorias más inútiles.

Y en aquellos enviados a la hoguera
en nombre del decoro
y de la normal circulación de los días.

Manuel Álvarez Torneiro



"Yo estoy escribiendo siempre, hasta cuando duermo. Es una droga, pero una que hace mucho bien."

Manuel Álvarez Torneiro












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