"A mí siempre me ha interesado mucho el setecento, no solo italiano, sino también mundial. Es una época en la que hay un culto al esoterismo muy fuerte. Y L’arcano incantatore es una película esotérica, donde hay cosas que yo realmente no entiendo. Guillermo del Toro la eligió entre las diez películas que más le habían influenciado en su vida, algo que me puso muy contento y gracias a lo cual nos acabamos haciendo amigos. Y a él le pasa igual. Aunque dice que hay ciertas cosas que tampoco entiende, hay una verdad en ellas. Es como en la religión católica antigua. Tú ibas a la iglesia a escuchar la misa en un idioma que no entendías, ante un sacerdote que te daba la espalda y que recitaba fórmulas mágicas. Era algo bellísimo, porque pensabas que aquellas fórmulas mágicas tenían un poder. Pero ahora que la misa es en italiano, se ha perdido ese sentido espiritual de lo mágico. La liturgia se ha simplificado y los curas se han convertido en una especie de asistentes sociales. Ya no son un intermediario entre el cielo y la tierra. Se ha perdido esa idea de lo imposible que era la gran fuerza de la religión antigua, cuyo mensaje era que tú no ibas a morir. Y ese era el gran sentido que tenía la religión, que te hacía creer que no ibas a morir, sobre todo si te lo decía alguien que estaba rodeado como de misterio. En cambio, si te lo dice una especie de asistente social esto ya no tiene ningún sentido."

Pupi Avati



"El cine italiano actual no refleja la realidad del país y a los políticos de la nación les trae sin cuidado el cine. Hoy en Italia cualquiera puede hacer una primera película. Con la segunda, cuando ya te conocen, es más difícil". Es la diferencia entre hacer "una película o hacer cine."

Pupi Avati


"El género fantástico es mi mejor parte, porque está ligada a un gran misterio de mi primera infancia. La mejor parte de la vida del ser humano es cuando es pequeño, porque es cuando el poder de su imaginación es muy grande. En la primera parte de su infancia, el niño tiene la idea de que todo lo que le rodea va a estar allí siempre. No tiene el pensamiento de que el tiempo transcurre, su madre envejecerá y morirá, el perro morirá, o el juguete desaparecerá. Él piensa que todo va a durar para siempre, así que su fantasía es enorme y todo es posible. Pero cuando llega a adulto esta idea se pierde y entra la razón. Pero la razón es tóxica. La razón es como un veneno, porque hace que perdamos esa parte de nuestra fantasía para educarnos a vivir según la conveniencia; esta cosa me conviene, esta cosa no me conviene; esto es peligroso, esto no es peligroso; esto es beneficioso, esto no es beneficioso. El hombre entonces tiene siempre más grande su parte racional y estrecha su parte imaginativa y creativa. Pierde su fantasía, la restringe. Pero cuando ya eres viejo, es como volver a ser otra vez niño. Retorna la idea de que todo dura para siempre y todo puede ser posible.
Cuando eres pequeño el mundo de los cuentos de hadas te asusta, pero yo tengo una formación campestre y en ese mundo la imaginación y la fantasía es muy fuerte. Donde no hay nada, solo puede haber imaginación. Y yo he crecido en la idea de que el miedo es un elemento educativo. ¿Por qué? Porque si yo te cuento una historia de miedo muy terrorífica en una habitación oscura, tu imaginación en esas circunstancias se dispara y crea muchas cosas. No estás solo ante una pantalla en la que ves lo que ocurre de una forma pasiva. Y si la juventud de hoy es insensible a estas cosas es porque no han sido educadas en el miedo, sino en el imaginario de Sillicon Valley. Y el miedo es el detonante para un montón de cosas. Por eso a los que nos han educado en el miedo nos fascina.
El fantástico es algo que va con los años. Por ejemplo, en este festival veo a toda a esta gente vestida de negro, gorda, con largas barbas (…), y en realidad son unos niños. Aunque sean mayores y tengan cincuenta o sesenta años, realmente son unos niños de espíritu. Son solo unos niños, y esto es maravilloso. Son inteligentes, pero son unos niños. Y yo pienso que esta es la mejor cualidad del hombre: la inteligencia y la posibilidad de volver a ser un niño."

Pupi Avati


"El talento es la vocación, la respuesta a una llamada. Y se expresa en ese “algo” que uno hace con extrema facilidad. El hecho es que cada uno, cada ser humano, es portador de talento. Todos somos extraordinarios, pero no lo sabemos. Es más, nadie nos lo hace saber. He aquí por qué Pupi Avati joven necesitaba encontrarse con Pupi Avati adulto: tendría que haber sabido que también él había sido escogido por Dios para algo, para “ese” algo, y no habría perdido ese tiempo de vida. Somos amados y la expresión de ese amor es el don que se nos concede. No usarlo es el mayor pecado que podemos cometer, no tanto contra Dios como contra lo humano: despreciamos lo más importante de lo que disponemos.
Todos somos elegidos. Todos somos portadores de talento: es una revolución, un vuelco total de la mentalidad corriente. Si digo elegido, imaginamos a una persona, a alguien “tocado” de un modo especial. Es muy difícil encontrar dos elegidos de esa clase. Pero en realidad no se trata de ese tipo de elección. Cada uno de nosotros constituye una excepción, cada cual tiene algo excepcional que decir, que comunicar a los demás. Todos somos una anomalía del sistema. Pero nos hacen creer que el talento es como una lotería, un rasgo extraordinario. La revolución es que lo excepcional es el don que a cada uno se le otorga. Y se desarrolla en el trabajo, en las elecciones profesionales; no es cuestión de genio artístico. Debemos estar satisfechos de lo que hacemos. Se nos debe retribuir por nuestro trabajo, claro está, pero la primera forma de retribución debe venir a través de nuestra labor; es el primer reconocimiento. Por medio de lo que hacemos decimos a los demás quiénes somos y si el instrumento que usamos tiene que ver con nuestro talento.
¿ Quién se plantea hoy este problema? ¿Quién busca su propio talento? En nuestro mundo se confunde la pasión con el talento, el empeño con el talento. Considero horrenda, incluso ofensiva, la definición que se hace de profesionalidad. Cuando me dicen “eres muy profesional”, me ofendo, porque si hay algo que no quiero es ser profesional. Es una forma de homologación a lo estándar a la que todos pueden llegar; es justo a lo que me refiero, pasión y empeño, pero no talento. El talento va más allá de la profesionalidad: es interpretar de un modo totalmente individual, aportar algo personal, lo cual significa salirse de los cánones de la profesionalidad, que son los de la estandarización.
El sistema no contempla el talento, lo excluye. Es la cosa más difícil de incluir en un sistema. Representa lo que no controlas, la alteridad radical del ser humano. Es una locura que en ningún nivel educativo, en ningún momento de la educación y la formación, ni la familia, la escuela, la Iglesia o el Estado hagan hincapié en el talento, no se ocupen de él."

Pupi Avati


"En mi laboratorio me uso sólo a mí mismo para mis experimentos."

Pupi Avati


"Es que para mí eso es pornografía. La imagen que se regodea en el cuchillo que entra y sale del cuerpo de la víctima es pornografía y yo eso no lo hago. Es igual que cuando en una de mis películas hay una historia de amor, yo no pongo la cámara recreándome en el acto sexual, porque el sexo para mí es algo sagrado. O yo lo veo como algo sagrado. Así que el erotismo es, por lo tanto, sagrado. Y es por eso que a mí no me gusta ser demasiado explícito, porque a mí eso no me interesa. Lo que a mí me interesa es algo que esté implícito en las imágenes, que aluda al espectador, que le haga volar la imaginación. Eso es más erótico, siguiendo con el paralelismo, que el sexo explícito. Da más miedo entrar en una habitación sin saber lo que hay dentro, que sabiendo algún detalle de lo que te vas a encontrar. Esto no quita para que a veces en mi obra de género me vea obligado a meter algún detalle de este tipo porque de lo contrario la escena no se sostiene y es algo que también requiere una película de género, pero a mí lo que realmente me interesa es el componente que hay implícito por lo que tiene de imaginativo."

Pupi Avati



"La vida es una elipsis, naces, empiezas, vas creciendo y te alejas."

Pupi Avati



"Mi vida y el cine se confundieron por siempre hasta tal punto que hace unos días mi mujer comenzó a explicarme un problema con la caldera. Cuando fui consciente de la conversación me percaté de que mientras ella me hablaba yo estaba pensando en el encuadre, 'aquí colocaría la cámara así o de esta otra forma'.... Yo escribo, grabo y monto. Escribo, grabo y monto."

Pupi Avati



"No soy antiamericano pero veo como los festivales italianos hacen lo posible para llenar las alfombras rojas con norteamericanos. Si compruebas los diez primeros títulos en el ranking de películas más vistas en cines italianos, nunca hay películas italianas suelen ser americanas.
Por esto cuando pienso en el cine francés que tiene un sistema de protección hacia su propio cine, consigue defender la calidad de su propia identidad cultural y a sus autores, a nosotros no nos defiende nadie, por esto es bonito venir a Sitges con una película de género, donde puedes encontrar a toda esta gente un poco locos y estrambóticos, la mayoría parecen cortados por un mismo patrón, pero creo que es bonito porque se han quedado un poco en la infancia y te piden que les firmes películas y cuando lo haces lo celebran con aspavientos, y yo pienso ¿por qué?(risas). Son gente que hacen sacrificios grandes, puede que duerman en tiendas de campaña o confinados en apartamentos, vienen y pagan para que les asusten (risas), la gente normal no quiere que les asusten, solo los que están un poco locos, pero yo también lo estoy, y aunque no visto como ellos me gusta que me asusten también."

Pupi Avati



"No quiero ser presuntuoso, pero me considero afortunado. No me he resignado a las primeras derrotas, no he renunciado al sueño que existe en cada uno de nosotros. Verás, cada ser humano lleva en sí una idea de inmortalidad; está convencido, ha vivido algún instante en la convicción de la inmortalidad. Hace falta reconocer este marco y partir de ahí. Yo lo comparo con la ascensión de una colina. Es una alegoría muy extendida en el mundo rural. La vida es como tener delante una gran colina: empiezas a subir sin saber qué hay al otro lado. Al principio de la ascensión te imaginas en las situaciones más fantásticas, sin pudor alguno. En un momento dado alcanzas la cima –eso no depende de la edad–. Desde ese momento, más que soñar e imaginar el futuro empiezas a recordar, a construir la vida a partir de los recuerdos y a disfrutar de ella. Es más: desde ese momento no se usa más la locución “para siempre”, mientras que antes la has usado impunemente, aplicándola a multitud de cosas. Tras haber alcanzado la cima, “para siempre” se aplica sólo a la muerte. La barquichuela comienza el viaje de vuelta a la casa del Padre y se inicia la ceremonia de los adioses."

Pupi Avati



"Nos asustaban con esa historia si nos portábamos mal. Para un niño no había cosa más aterradora que un cura mujer. Lo imaginábamos como una especie de araña con uñas largas, voz espeluznante, cara pintada y zapatos de tacón. El terror, puede llegar a ser tremendamente educativo."

Pupi Avati


"Quieren que el cine italiano siga siendo un cine subalterno arrodillado delante del cine americano comercial."

Pupi Avati


"Si a los 18 años me hubiera encontrado conmigo mismo a la edad que tengo hoy, si el Pupi Avati joven se hubiera encontrado con el Pupi Avati adulto, y este le hubiera contado lo que había aprendido de la vida, el joven habría ahorrado veinte años de ilusiones, alucinaciones, distorsiones y confusiones que lo han conducido hacia objetivos que no le eran propios, que nada tenían que ver con su identidad y su sensibilidad. El adulto le habría dicho: mira, hay una diferencia sustancial entre la pasión y el talento, la pasión no tiene nada que ver con el talento. Deseas ser un músico de Jazz, te gustan muchísimo las biografías de los músicos de jazz, te apasiona el jazz, te mueres por tocar el clarinete: no creas que es suficiente derrochar energía, determinación y obstinación para obtener un buen resultado. Si careces de talento, todo el esfuerzo y la energía que empleas no te servirán de nada. Te darás cuenta de ello cuando, de pronto, ante ti, aparezca alguien con talento y entonces el choque será inevitable, ineludible."

Pupi Avati



"Yo empiezo el guión de una película y escribo: '200 caballeros bajan por una colina'. Miro el presupuesto y vuelvo a escribir: '150 caballeros bajan por una colina'. Y al final son 50 caballeros los que bajan por una colina."

Pupi Avati


"Yo no hago pruebas, me gusta tener encuentros. Hablamos de la vida, no de las películas. Me interesa más el ser humano que hay detrás del currículum."

Pupi Avati


"Yo pienso que debe haber un equilibrio entre el género y el autor. Eso al menos es lo que pretendo en mis películas, aunque no es fácil. Yo no quiero ser cautivo del género, porque cuando el género es demasiado prominente desaparece el autor y el género manda. Y el autor tiene que tener su identidad cuando hace una película de terror, igual que cuando hace un musical, un wéstern o cuando hace comedia. Siempre tiene que haber la posibilidad de reconocer al autor. Que cuando tú veas una película, a los cinco minutos debes saber quién la ha dirigido. Pero no porque hayas visto su nombre en los títulos de crédito, sino porque en las imágenes descubras su caligrafía, el tono de su voz, y sepas que está dirigida por Woody Allen, por Bardem o por Fellini."

Pupi Avati



"Yo sé que tengo mis 500.000 espectadores fijos -que, por cierto, si fueran la audiencia de un programa de televisión saldría de antena al día siguiente-. Si algún día me fallan 200.000, la película será un fracaso porque el cine necesita al público para existir."

Pupi Avati








No hay comentarios: