agujero negro

las obsesiones correctas.
jugando a las cartas y las
palabras. personas.
allí. lugares. geometría.
Supuestos erróneos
tan orgánicos que incluso
perfectos. examen
radiográfico de este
tipo subsidiario de
soledad.
nombres colectivos . las grandes
fauces de las ciudades.
las acusaciones. las negaciones.
adicciones y retrasos.
carne en el congelador. vacío.
Etiopía. Lámparas.
el abandono de
los cuadernos escolares. el sexo de los
olores. la doctrina
sacramental del absoluto
no dice nada. la suma
de términos aleatorios
pistas de proverbios.
la fuerza de los caballos. las
cuchillas potencialmente
mortales de los ventiladores.
conversación tonta. un cuadro.
un abrazo. un camello.
una pose de mártir. una
sonda espacial. grabados.
cerdos. síntesis. un
restaurante con estalactitas.
museo. barcos. una balsa
muerta de entre muertos a
muertos. hablar mal de los vivos.
Un pensamiento. canela. aire.
collares. placas tectónicas.
la humedad asumida en las
mejillas y retinas.
el receptáculo para un
corazón cálido y palpitante.
el plastico. huevos. franela para el
polvo de las lámparas.
aves. la circunferencia
irregular de un agujero negro
que se traga cada detalle
y
eructa con valentía .

Renato Mazzini



álbum fotográfico, 1982

son siempre las mismas escenas
Houdini desapareciendo dentro de una caja
en el blanco y negro minúsculo de las 14"
otro de aquellos ascensores transparentes
en una aturdidora metrópolis japonesa
una mesa en un patio bajo un árbol
grande con un puzzle resuelto a medias
carteles de perros desaparecidos cubriendo rostros
de personas desaparecidas en teléfonos públicos
el decorado de anuncios de sexo y taxis,
otro perro rasurado flaco como el infierno
y miserablemente triste de ver, un ventilador de techo
quemado con las aspas llenas de polvo
un close realmente próximo del rostro de alguien
que vemos en sueños pero no conocemos

Renato Mazzini



Aquí comienza la Antártida
este dolor está basado en un piano Fender Rhodes,
a propósito del tiempo y de ciertas propiedades
convenientes al olvido solamente recordamos
algunas circunstancias, una puerta
atascada por pilas de folletos que
se acumulan como montañas informativas
de polvo, iluminación blanca exagerada en
todos los domicilios cercanos, la visión externa
de casa a diez metros de distancia y su impresión
taciturna y bidimensional. ahora el piano necesita
cinco personas para llevarlo afuera.
antes una franela, alcohol o detergente,
Este es el lugar hacia donde siempre regreso:
ojos hacia el suelo, reloj pulsera
Cañones
es decir, a veces hasta parece un mar de imágenes
o un gran acuario reproduciendo dobles nuestros en
varias fases, entre los peces y las piedras artificiales, es
decir, parecemos contenidos en ese acuario, o a veces
expelidos en eyectores discretos, como picos de
teteras o respiraciones de animales domésticos (nuestros
gatos, por ej.) a veces, parecemos una suma de
notas musicales incoherentes, en escalas repetitivas, o
combinaciones de teclas apretadas al azar y volcando
sobre la pantalla nombres aleatorios o cifras para una canción
realmente menor. es decir, ese pasto ahí adelante
representa bien nuestro aislamiento en lugares abiertos,
que creo es el súper poder de los desafortunados o una
rara habilidad ancestral. a veces dibujamos, y las
personas o los seres antropomórficos de nuestros garabatos
son siempre endebles y profundamente inadecuados.
es decir, tal vez nos interesemos mucho por eso, o
nos interesemos demasiado por eso o nos interesemos
por eso en la justa medida; a veces querría que no
te sonrojaras con ese tipo de cosas; es decir, nuestros
hijos también pasarán y cuando estemos bien
muertos tal vez ya tengan sus propios negocios y
sean exitosos y sus esposos (as) les
recuerden siempre que nos traigan algunas flores,
gesto que si ahora ya nada nos importa,
qué significará después. es decir, el espacio sideral es de una
capacidad absurda y comportaría no sé cuántos navíos.
Dojo
Bajo la enagua espesa de la oscuridad
casi sofocando la lámpara
de luz amarilla, manos, brazos,
puños, piernas discuten, físicos,
la tarde de lluvia, robando del
desgaste en la alfombra el modo,
acentuando el enrojecimiento de los ojos
el ocre del sudor en segunda
capa la solidez de manos brazos
puños piernas, su danza, los
desniveles del tronco, la lámpara
casi sofocada bajo aquella
espesa enagua de oscuridad.
Club de desfibrilación
ves perder como
una cierta contraposición de
distancias
la fuga en el dorso de un insecto
(alas abandonadas al día
siguiente, el garaje un
campo de batalla amanecido,
silencioso)
alguien tocando un vibráfono
alguien tocando una mandolina
ves la pérdida como
una persona fumando en la oscuridad
un agujero encendido en un panel negro
preguntándote si esa sería
la perfecta antítesis de la luz
Mojave
el ocaso cuando todo se cansa en la
poca luz — los olores domésticos
prescinden de circular y la ventana
registra el pasaje forzado de
bicicletas y cuatro docenas de pájaros
bien encerados en tonos de amarillo
se posan en un cable telefónico
trampolín para la profundidad
bidimensional del cielo —
la madera de los muebles más antiguos
cruje, sabemos que podrían ser
voces en frecuencias ininteligibles
informando alguna cosa grave:
apoyamos las bolsas sobre cualquier
mueble y giramos la llave dos veces

Renato Mazzini
Historia inconclusa de la velocidad










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