Bandera: cuánta alegría
siento en el alma al verte flotar.
Bandera de la patria mía:
por fin llegó el día de tu libertad.

Rafael Hernández Marín



Ay, amor ya no me quieras tanto
ay, amor no sufras más por mí
si, no más puedo causarte llanto
ay, amor olvídate de mí.

Rafael Hernández Marín



El Jibarito
   
No, no es posible olvidar
la tierra donde nací.
No, no es posible pensar
que la olvidé por otro país.
No, eso no puede ser
que me acostumbre sin ti,
sin escuchar ¡coquí, coquí!
y los cocuyos
pintando tus noches
de azul carmesí.

Rafael Hernández Marín



Lamento borincano

[Bolero]

Sale
loco de contento con su cargamento
para la ciudad (ay, para la ciudad).
Lleva
en su pensamiento todo un mundo lleno
de felicidad (ay, de felicidad).

Piensa remediar la situación
del hogar que es toda su ilusión, sí.
Alegre,
el jibarito va, pensando así
diciendo así, cantando así por el camino:
"Si yo vendo la carga, mi Dios querido,
un traje a mi viejita voy a comprar."

Alegre,
también su yegua va
al presentir que su cantar
es todo un himno de alegría.
Y en eso le sorprende la luz del día
y llegan al mercado de la ciudad.

Pasa
la mañana entera sin que nadie quiera
su carga comprar (ay, su carga comprar).
Todo,
todo esta desierto, el pueblo está muerto
de necesidad (ay, de necesidad).

Se oyen los lamentos por doquier
de mi desdichada Borinquén. Sí.
Y triste,
el jibarito va, pensando así,
diciendo así, llorando así por el camino:
"¿Qué será de Borinquen, mi Dios querido?
¿Qué será de mis hijos y de mi hogar?"

¡Borinquen!
La tierra del Edén,
la que al cantar el gran Gautier
llamó la Perla de los Mares,
ahora que tú te mueres con tus pesares,
déjame que te cante yo también.

Rafael Hernández Marín



Preciosa

Yo sé lo que son los encantos
de mi Borinquen hermosa
por eso la quiero tanto
por siempre la llamaré preciosa
Isla del caribe
Borinquen
Yo sé de sus hembras trigueñas
Sé del olor de sus rosas
Y a esa mi tierra riqueña
Por siempre la llamare preciosa

Preciosa te llaman las olas
del mar que te vayan
Preciosa por ser un encanto
por ser un edén
y tienes la noble hidalguía
de la madre España
y el fiero cantio
del indio bravío
lo tienes también
Preciosa te llaman lo bardos
que cantan tu historia
no importa el tirano te trate con negra maldad
preciosa serás sin banderas
sin lauros ni glorias
preciosa, preciosa te llaman los hijos
de la libertad.

Rafael Hernández Marín












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