El estanque

se propuso vivir
como las flores en el estanque de la casa paterna
la quietud no perdía intensidad con la memoria
un signo de lo imperecedero, se dijo
era una bienvenida a lo inmutable
aunque hubiera que ignorar ciertos hábitos del humano
morir sin que nazca más agua o aire
miraba las flores y era el viaje más largo
perspectivas y visiones conducían a la embriaguez
de estar vivo aunque al final esperara la disolución
pero quería vivir sujeto a un reino personal
más fresco de oscuridad, más fresco de estrépitos
de fuego merecido no robado
eran los nuevos días del inocente sin sed de mármol

Osvaldo Ballina


El peregrinaje

superas la comprensión cuando hablas y no por oficio
comenzamos una peregrinación de almas
¿la ciudad realmente existe
o es un engaño de la niebla invernal?
nuestras almas se bifurcan
en cientos de brazos líquidos a un bautismo
no requerido
una voluntad no ligada al dolor
nos hace mirar dentro de cada uno
lo que somos
no tardamos en discernir la recompensa
intrusos en un mundo
inmóvil y silencioso
más cercano a lo real que conocimos

Osvaldo Ballina


El vuelo de la gaviota

la gaviota vuela
hacia el promontorio de los silentes
su aleteo desconoce a los proscritos del mar

vuela desde el amanecer espurio
vuela con un destino a cumplir

y deja caer

granos sembrados de luna migratoria
sobre tiendas, chozas y fogatas
y la habitual vocinglería

Osvaldo Ballina


Identidades

él que era él tuvo desde siempre la voluntad
del anonimato en vida y muerte
sereno caminaba por lo interno
que reducía la realidad
hasta casi hacer explotar el destino
permanencia cambiante de sus identidades
él que era él y él que no era él
instinto de un yo dual
ciénaga de lobos y hombres
bajo sortilegios de un cielo irónico
y la sospecha a fin de cuentas de que todo sea
fruición de la nada

Osvaldo Ballina


la sombra

un desierto en reversa
fue el aluvión de luz
que cayó sobre los hombres
discutiendo en la plaza
destinos a ellos ajenos
la sombra era solo interior
los cuerpos no se proyectaban al externo
para desconcierto general
los discutidores devinieron metáforas
sin repliegues de liberación
se multiplicaron las apariencias
el mundo se fundía entre ellos
con luz convulsa
y árboles de delirio 
la existencia de lo exterior
fue solo un deseo altivo
vago zumbido algo confuso
que estaba fuera de lugar

Osvaldo Ballina


un objeto infinito

inmovilidad de la observación
quedarse en silencio lo más posible
como una posibilidad de vértigo
sin códigos
factible forma de conocimiento
en cada objeto hay un infinito
pero no hay lenguaje
limpio de aproximación
gitanería de sabihondo
la idea
de que no hay lenguaje
solo imagen
una vuelta a la desnudez
a la desaprensión
a la brujería reseca

Osvaldo Ballina











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