Cada vez más daneses

Cada vez más daneses encuentran trabajo
cada vez más daneses se vuelven millonarios
cada vez más daneses tienen hijos con marcas de nacimiento
     con la forma de la bandera danesa
cada vez más daneses se muestran preocupados por el medio
     ambiente
cada vez más daneses se sienten inadecuados
cada vez más daneses visitan Viena en auto
cada vez más daneses hacen pequeños ruidos con la boca
cada vez más daneses se comen también la coronta de la manzana
cada vez más daneses se suicidan
cada vez más daneses googlean sus nombres
cada vez más daneses nacen zurdos
cada vez más daneses van a lecturas de poesía
cada vez más daneses sufren depresiones de invierno y
     se detienen  en el tráfico y no saben nada
cada vez más daneses hablan alemán
cada vez más daneses juegan al póker
cada vez más daneses ya no se sienten daneses
cada vez más daneses se arreglan los dientes con dentistas
    al sur de la frontera
cada vez más daneses lamen los espejos de los baños públicos
cada vez más daneses se describen a sí mismos como personas felices
cada vez más daneses conducen por el campo en la noche y hacen
     experimentos con los ojos de las vacas
cada vez más daneses disfrutan moviéndose extremadamente lento
     cuando están solos

Morten Søndergaard



Dinamarca es el país más feliz, Dinamarca tiene los 
más felices paracaidistas y artillería

recogedores de botellas y carniceros y tamborileros 
y guardianes, los asistentes sociales más felices, 
los suicidas más felices,

los más felices duros de oído, pilotos, bedeles, políticos,
curas, pedófilos, los más felices consumidores de anti
depresivos.

En Dinamarca se tienen los orgasmos más felices y se dan
los besos más felices. Dinamarca tiene las previsiones 
meteorológicas más felices.

Dinamarca tiene las más felices putas, ganadores de lotería, 
los más felices por debajo del umbral de la pobreza, los 
pacientes de cáncer más felices,

los divorcios más felices, Dinamarca tiene los poetas más 
felices, los dementes más felices, Dinamarca tiene los más 
felices
infelices.

Morten Søndergaard
de Copenhague huele París, 
Nórdica, 2016
Trad. Daniel Sancosmed


El cerebro de mi padre

En el cerebro de mi padre
él me puede tener en su mano
Mi pequeño padre. Se sienta de noche
a investigar los nombres humanos
En tu cerebro soy un caballito marino
lo pones en el agua y juegas
hasta olvidar todo
Después, desovo en tu cerebro.
Los huevos se entreabren en tu computadora.
Mi pequeño padre está en una sala de control de pisos líquidos.
Mi pequeño padre ondea entre los árboles altos y muertos.

Morten Søndergaard












No hay comentarios: