Canción del Gran Puerco Celeste
(Con música y olor de circo)

¡Pasen, pasen y pasen, damas y caballeros! Pasen que cosa
   nunca, nunca cosa
en la porcicultura se vio jamás criatura
más hermosa. Los altos cazadores lo bajaron del cielo, apenas
   lechoncito con aureola y con arpa. Ya entonces requirió
su propia carpa. Pasen señores, pasen monaguillos, niñas del
   internado y marineros, ya verán que bien vale
sus dineros. Damiselas y vagos, no teman ese olor a imperio
   decadente. Nunca han visto otro puerco
tan esplendente; pues siete hermosas chicas, dulces a manos
   llenas, se dan abasto apenas
para cubrir sus lomos infinitos
de perfume y moñitos
y autoestima sexual
antes de las funciones. Comprobadas doncellas, todas ellas.
   Y siete labradores, de los más industriosos, cosechan para
   él por las mañanas
latifundios enteros de manzanas. Pasen a deslumbrarse, viejos
   de nuevo ingreso, morosos, cobradores. Los siete labradores
cosechan sólo eso. ¡Niños y señoritas, padrotes y madamas,
   nunca consumió un puerco
tal mundo de manzanas! Pasen a verlo, pasen. Siete braceros
   siete, de los más fortachones, limpian diario sus heces
por galones. Pasen videntes, pasen invidentes, estudiantes de
   leyes y viejitas golpeadas, a ver a siete obreros
palear sus toneladas
   de excremento y orines. Pequeñines, violadas, jesuitas y seglares:
   Sus abundosas carnes podrían alimentar
   hasta veintiún hogares. Pasen a ver el hambre de las siete doncellas,
   los siete labradores y los siete braceros. Pasen a contemplar con qué nobleza
los veintiún miserables le peinan la cabeza. Cómo no se deciden al degüello,
   cómo no se lo comen, cómo se mueren de hambre y cómo se desviven. Pasen
   a ver, damas y caballeros, cómo no se deciden.

Óscar de Pablo



Injuria de la luz, horror del día

Dime, tiempo de sables, si me ha temblado hoy el alba
   en la pupila.

Niégame que la angustia es la cosa solar
que aparece chorreando en gris y amarillo
de ese mar inventado cada noche
por mí (modestia aparte), si bien para otros fines muy distintos.

Dime, momento de afilado chorro, agua precipitada en vidrios
   rotos, si las sábanas pesan como siento que pesan, si las
   cosas del mundo serán iguales de grandes, si los dientes
   del mundo morderán tan adentro después del primer sorbo
de café.

Rayón en partitura de doliente pureza, avisa si las seis de la
   mañana
durarán otra vez todo mi día; dime si en tu sonido de abrupta
   transparencia
es mi furiosa muerte por fin la que amanece, o déjame dormir
otro ratito.

Óscar de Pablo



"La finalidad del arte, quizás en general, es la misma: ver el mundo a través del lenguaje. Usar el lenguaje como una herramienta para conocer el mundo. Incluso, diría, usar la forma para conocer al mundo; es la finalidad de todo arte. Aun si fuera pintor diría: el lienzo para conocer el mundo. Igual en literatura: usar el lenguaje para conocer al mundo. Pero la poesía se caracteriza por un nivel de atención mucho más concentrado, tanto del lector como del autor. Uno cuida cada sílaba; cuida el sonido de cada sílaba, que es una elección terrible cuando pasas a la narrativa, porque si cuidas cada sílaba te vuelves loco (pero también cuidas el ritmo de la narrativa en general)."

Óscar de Pablo



“La libertad significa ser dueño de lo que estás haciendo.”

Óscar de Pablo


Mi lengua

Y la piedrita dulce sabe a zinc, porosa. Color tezontle
     (probable), la piedrita. Tamaño de un dedal, tiene un
     sabor a espárrago
y es áspera y salada, la piedrita, tezontle que soy yo,
     mientras yo tenga, si demasiado suave para piedra,
     la piedrita en la boca. El castellano aquí, la piedrita
     tezontle, cavernas diminutas: la piedrita. Sabiendo a
     zinc, a espárrago y saliva, tecorral de tezontle: el
     castellano. Mientras tenga en la boca la piedrita;
     corazón de alcachofa: la piedrita; a espuma vuelta
     piedra: la piedrita; de aquí hasta que me muera: el
     castellano, o hasta que la maldita piedra, la piedrita
se deshaga en la boca.

Óscar de Pablo











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