Charco

dice él: el sufrimiento es un charco
digo yo: sí, el sufrimiento es un charco.
porque el sufrimiento yace en una cuenca
atravesado por peces y huele mal.
dice él: y la culpa es un charco.
digo yo: sí, la culpa también charco.
porque la culpa se derrama en una depresión
y alcanza la axila elongada
de mi brazo que se extiende hacia arriba
dice él: la mentira es un charco.
digo yo: sí, la mentira del mismo modo charco.
porque en verano todas las noches se puede
hacer un picnic a las orillas de la mentira
y allí siempre se queda algo olvidado.  

Monika Rinck


Déjese debilitar más

un verbo que me alojó durante algún tiempo: debilitar.
no obstante maduré por dentro una nueva dureza de amarillo. ¿acaso
los membrillos verdes no son mucho más duros? membrillos amarillos se debilitan.
cuando llueve, revientan. se pudren en la copa del árbol. son
picados. la picadura por antonomasia significa para el membrillo dos cosas:
huella (de una disminución) y aumento (de intensidad).
pero cuando en uno disminuye o crece, queremos
debilitarlo más. ¡o fortalecerlo! alteza, con su permiso,
¿qué leyó Usted recientemente?, como Usted proclama,
¿ambos son uno? ¿quién se entrega y quién se rinde? Usted está
entre dos lagos, ambos espejos crecen. rápidamente se desdibujan
en su imaginación las pocas fronteras que Usted aún tenía.
¿quiere adoptar el otro color? con mucho gusto. Usted ya es
súbitamente uno de dos que actúa y sufre.

Monika Rinck



Dureza del cielo

Oigan esto, así escarnecen los protocolos de la miel. Un submundo de luz azul.
¿Es aire o pared? Pájaros mudos, mirlos artificiales, hasta gorriones,
confinados en resina plástica y endurecedor, colados en cubos transparentes.
Una casi quisiera llorar. O cantar y dar saltitos en lugar de los pájaros
Sin embargo yace todavía sobre ti una pesada noche y sólo tu sueño
sabe de los otros. Él te piensa, p.ej.: ¿Qué es un armario?
Poner algo dentro decididamente con una mano segura y ágil.
Porque allí es donde corresponde, una intrusión que encaja tan exacta, te da escozor.
Ahora yaces despierta en tu carpa de dinero y quieres pagar por todo.
Quédate, aguarda el final de la pared. Decora con ensueños
los bordes del día, no, peor aún, trénzate el kitsch en los cabellos.
Pero mira, ¡la vida vulnerable por las mañanas no es ninguna pequeñez!
¡Ni una palabra equivocada, levantarse, mirar por la ventana cómo se vuelve intenso
un submundo alarmado de luz azul, allí! Una Aurora se posa, tiembla, explota.

Monika Rinck


"El pensamiento y el poema son un equipo intentando encestar."

Monika Rinck



i had a pony (her name was lucifer)

su mirada ávida de pony, bajo cejas llameantes
así petrifica las flores el cielo en piedra
lapislázuli y en banda ancha petrifica los rojos
los corales en arrecifes rodeada de mozos
otra vez no puede pagar debe
irse ya un forcejeo en la espalda
los clientes miran el piso a través de los vasos
cuando el mozo la lleva de los pelos
ríe pierde el equilibrio casi no conoce dosis
su brazo en alto se agita reforzado tóxicamente
tintinean las joyas baratas como llaves
el modo en que ahora grita cómo puede ser
que nosotros todos nosotros hayamos olvidado por completo
que de la garganta de la medusa decapitada
por Perseo emana el hijito de un caballo
que le lleva rayos y truenos a zeus
quien no contó hasta ahora en absoluto con
estos atributos de la dominación –

Monika Rinck



La defense

pocos grados, tal vez cinco
o siete, vuelven ardiente la ciudad
en deriva semántica, haitiana, una túnez tal vez,
se deja llevar en dirección al ecuador, el calor,

la desesperación, mi amor, veo
cómo la correa, la dicha, este bolso,
te cabe en el hombro, el blanco,
clara, y nunca totalmente seca, una franja

en el cielo dichoso, tan alto o más alto,
los ejes defienden la altura contra la extensión
cortan caminos transversales, hunden
la histérica vereda en el suburbio

se siente la desesperación, se siente
aquello que sienten los que son felices, se llena
el gran foro, más grande aún,
con personas, el ascensor, los ejes

de la circulación, dirigidos hacia el cielo,
hacia la bóveda, el eje transversal, mientras tanto
los amigos en auto alquilado suben
por el carril en dirección equivocada

porque los amigos son como los sentimientos
potenciados, son como la expectativa, son
temperaturas dialécticas, ya no distinguen
entre dicha y desesperación.

Monika Rinck



"Me interesa mucho el poema que linda con lo ensayístico porque parte de un interrogante cuya respuesta aún no conoce. Si todo sale bien, la respuesta llega en el momento en que uno termina el poema. Entonces el poema puede ser la respuesta."

Monika Rinck



Paja

Oigan esto, así escarnecen los protocolos de la miel, ahora se ha expandido
la susceptibilidad, ahora ha recubierto y encendido todos los espacios.
Tristeza terrenal, los abedules se agrisaron, un ojo ha perdido el perro,
ceniza, coposo vacilar, penitencia, lo cansado, acaso enfado, pero tu obligación
es atravesar eso, como si fuese luz donde se halla la miseria, con manos
que te piensas amarradas. Entonces ves: afloja el comprender.
Sólo hay claridad con lo drástico del shock. Un estampido silencioso.
No entiendes más nada, estás atolondrada y, en el intento de comprender pese a todo,
vuelves a salir por el lado opuesto, relieve que no existe,
trémolo que no existe, como si sólo hubieses agarrado niebla,
te hubiesen montado en un caballito de niebla (¡Arre! el gris me arroja,
caigo a través de él) y tú estás bien abajo, susceptible, incomprendida,
a la espera del shock. ¡Pero de golpe, aquí, todo amarillo, lleno de paja!

 Monika Rinck


Traducción

Oigan esto, así escarnecen los protocolos de la miel, tú te tradujiste
–¿no fue así? – en todas las cosas. Tradujiste tus camisitas,
tus migajas en la gran, abierta magnificencia donde desaparecieron
en vez de ayudar, en vez de estorbar. Clavaste hondo la vista en lo magnífico,
apareciste de un salto ante ellas, pero tu impulso era demasiado débil
para tu peso. Pelele. Se podría haber llegado a lo magnífico
con el tren rápido en unos diez minutos, pero tú no. Todos lo sabemos,
te confundiste. Ahí decía “trampilla para elefantes”, tú tradujiste:
“rabo meneador”, se le ofrecían dátiles al huésped bienvenido,
¿y qué pusiste? “Favor exterminar la cita”.
Estabas preparada, no eras buena, lo sabías, confusa estabas,
pérdidas grandes como nubes, es decir no tremendas puestas a la distancia, sí,
y volviéndose ligeras: Luego muchísimas cosas recién comprendidas al desaparecer.

Monika Rinck











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