"Como todas las noches el Face me pregunta que pienso, pero esta vez, queridos amigos y enemigos, no voy a opinar. Este tiempo es el peor que he conocido en mi vida, y no diré más. Aquí nadie se aclara. Filósofos que se meten a virólogos, lingüistas y expertos en humanidades a pontificar sobre la salud. Como decía Mafalda: ¡qué paren este mundo que me apeo! Si la raza humana desaparece como especie, se lo tiene bien merecido. Y la culpa no es de los políticos exclusivamente. Es de todos y cada uno de nosotros. Creo que cada vez estamos más cerca de ir toditos de la mano al Valle de Josafat. Como me imagino que la mayoría de la gente no saben de qué les hablo, que se ilustren. El ser humano no se merece seguir en la Tierra, la ha explotado hasta la extenuación. ¿Qué se esperaba? que Gaia no había de reaccionar. Pues eso. Nos sucederán las cucarachas, eso seguro."

Juan Ignacio Cuesta Millán



"El monasterio de San Lorenzo el Real fue el sueño de un atareado padre, el César Carlos, realizado por su hijo Felipe II, en un momento en que ambos fueron los hombres más poderosos de la tierra, cargándole de un simbolismo y unas ideas sobre la estructura del universo y el papel del hombre en él un tanto peculiar, incluso émulo del propio Creador. De hecho, ya en la época se sabía, citado por fray José y por el padre Villalpando que lo que pretendía era hacer un émulo del Templo de Salomón (referido principalmente a la zona basilical) Pero con la muerte de su promotor, el sueño místico desapareció a manos de sus sucesores que no supieron comprender bien las intenciones de su antecesor y de sus colaboradores, en especial fray José de Villacastín y Juan de Herrera, este de algún modo influido por Paccioto."

Juan Ignacio Cuesta Millán



"En España no hay un solo lugar que no tenga su importante y dilatada historia.Todos han sido determinantes, pero si hay uno especialmente apetecible por su belleza y por su significado, recomendaría dos: el monasterio de San Juan de la Peña, en Aragón, y el Parque del Capricho, en Madrid."

Juan Ignacio Cuesta Millán



"Hay muchas tierras que han sido escasamente pisadas a lo largo de la historia, sobre todo en ciertos parajes montañosos, que como es evidente, en la Península Ibérica son muchos. Aunque la mayoría son bien conocidos, topografiados y recogidos en los mapas, en algunos lugares remotos en las escarpaduras serranas, puedo afirmar que nadie ha estado desde que el universo se creó, son tierra de buitres y alimoches. Incluso hay todo un mundo subterráneo por descubrir donde el hombre nunca ha estado y que irá descubriéndose poco a poco hasta ni se sabe cuando. Un ejemplo: hay una sima estrechísima en un punto muy concreto de los pinares sorianos donde creo que solo hemos estado yo, los murciélagos y otros bicharracos desde que el mundo es mundo. Tampoco parece que sea un lugar que haya sido especialmente importante para nadie."

Juan Ignacio Cuesta Millán



"Hoy, como de costumbre, he recibido en este patio de porteras toda clase de epítetos cariñosos. Desde pedante a retrasado mental, anticuado, poco riguroso y no sé cuantas cosas más. ¿Es que nadie es consciente de que cuando califica a otro, realmente se califica a sí mismo? Andad con cuidado con lo que vertéis en este lugar donde sublimar las frustraciones y considerar que la estructura mental de cada uno y sus opiniones han de ser la de conducta universal. Ante tamaña regresión hacia la locura y la estupidez, sólo puedo decir una más grandes. Señores, me he reen carnado en Kung-Fu, o sea Kwai Chang Keng (interpretado en una memorable serie por David Carradine), No sé si serán los efectos del coronoavirus, que están rompiendo el equilibrio necesario para que sobrevivamos como especie, pero cada vez hay más gente que opina sin reflexionar. ¿Pedante yo? Reto a quien sea capaz de que alguna vez he dado un dato que sea falso durante toda mi vida. Mi erudición es producto del estudio, de horas que le quito a la vida para servir a quienes me siguen. Es la envidia tradicional de un país cainita como España. Así nos va. Gracias a todos los que me insultan, porque así alivian su vacío."

Juan Ignacio Cuesta Millán


"La Península Ibérica es una maqueta del mundo. Ningún rincón está falto de belleza, pero hay que ir con los ojos bien abiertos; nada es gratis, y conocer significa sacrificios, lucha y observación permanente. No todo el mundo está dispuesto a ello. Más bien a simplemente entretenerse, como si el tiempo no tuviera valor en la vida."

Juan Ignacio Cuesta Millán



"Los templarios no construyeron absolutamente nada, no estaban para eso, pero sí financiaron algunos edificios religiosos y civiles que se levantaron en este tipo de sitios. Realmente los que sabían eran los maestros constructores de las tres cofradías principales procedentes de los Colegia fabrorum. Les preguntaban y estos recomendaban los lugares adecuados. Fueron la fuente de financiación y de parte de la simbología, pero jamás trabajaron la alcotana ni la raedera. Era monjes soldados, no constructores. Además, el círculo de iniciados era muy reducido con respecto al número de efectivos que formaron parte de la orden, y conocemos muy pocos de sus nombres. Por ejemplo, no sabemos qué influencia pudo tener la orden en la iniciativa de del abad de Saint Denis, Suger, de emprender su obra, que sería la que daría entrada al estilo que posteriormente se llamó gótico, pero a juzgar por la época en que se hizo podríamos decir que muy lejos no anduvieron. 
Principalmente inspiraron Tomar y Almourol (Portugal); el castillo viejo de Ponferrada y el de Cornatel; el de Monzón; la linterna de los muertos de Torres del Río, reutilizados por cierto. El castillo del Temple en París no fue el más importante de los que financiaron. A mi juicio todo se coció en los restos del Templo de Jerusalén. Y en España, los capítulos más importantes de orden secreto se dieron posiblemente en el priorato de San Juan de Otero y en Jerez de los Caballeros."

Juan Ignacio Cuesta Millán



"Nada hay más importante que enfrentarse a los misterios que el camino va enseñando. El único problema es que, cuanto más se conoce, más tedioso resulta el mundo vulgar y virtual que nace de las modernas pantallas (exceptuados algunos casos), y poco a poco uno prescinde de los entretenimientos mundanos en función del auténtico conocimiento de las cosas, que tienen un lenguaje más nítido que el que nos muestran estos. Por eso la suerte del vagabundo de la mente es la de ir languideciendo poco a poco hasta encontrar al señal que indique la ruta correcta, que no suele ser la común. Un viaje puede ser de placer, pero el que más nos interesa es el iniciático."

Juan Ignacio Cuesta Millán







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