Cuando haya transcurrido tiempo
cambiará todo
Europa y su farsa de castillos
y sus hombres disfrazados de campesinos
los atractivos mundiales
un orden habitual de prioridades.
La piedra como testimonio
mudez de lo inorgánico
reemplazada por basura
el testimonio de la imagen
volverá nuevamente a las palabras
las estrellas en el cielo por toda luz
el fin de los mesianismos
el cuerpo recuperado como medio
el trabajo de las manos
los alces enterrados
bajo montañas de tecnología obsoleta.
La carne sola
frente al silencio de Dios
y finalmente
también el final de la palabra.

Mercedes Álvarez


Hay gente que habla del viento

Hay gente que habla del viento
pero nunca lo escuchó sonar entre las hojas.
Son como los que creen
que se pueden hacer todas las cosas
que cada experiencia espera
aguarda bajo una luz recóndita
y que habrá una nueva revelación cada día.
Hay quien habla de la capacidad humana
pero no está dispuesto a pagar ningún precio
por tanto, toda capacidad se diluye
bajo el agua
como la nervadura de una hoja seca.
Construir una casa
escribir un libro ambiguo
tener un hijo
ganar dinero sin que se note
esculpirse unas piernas de acero.
O construir una casa ambigua
tener un hijo de acero
escribir un libro sin que se note
esculpirse unas piernas.
Sin embargo, quizás si haya de vez en cuando nuevas revelaciones
quizás si aprendiste algo cuando de pronto pasó rozándote con su mano
el ángel del deseo como un bálsamo
complicándolo todo.
Por eso, hiciste como que no
activaste la maquinaria del olvido
aunque al viento lo escuchabas bien cerca.
Pero no todo es cuestión de oído.
Tal vez por eso cada persona es fiel a una estación:
pasa la mayor parte del año
esperando que llegue su momento.

Mercedes Álvarez


Mientras estuvo embarazada de mí

Mientras estuvo embarazada de mí
mi madre nunca vomitó en las mañanas
no sé si atribuirlo a su inconsciente o más bien
a un hígado privilegiado.
Sin estar embarazada yo, por el contrario,
vomito puntualmente. Cada semana
se me atraganta el picante o el ají
la manzana, la carne.
La presión baja me lleva al suelo
donde se cuece
un ecosistema de insectos
(un día, una araña me picó en medio de un desmayo
otra vez los mosquitos me deformaron los ojos).
Las tuberías suelen recibir lo que no digiero
el estómago vacía alegremente
su contenido sobre el agua.
Casi nunca la salud está de mi lado
-debo decirlo-, pero de vez en cuando
el cuerpo me da un respiro
entonces salgo al balcón
miro la abeja que trasiega
en mi maceta en un día de sol
miro la flor que se abre certera al paso de las horas.
Mi madre llama por teléfono y me habla
de la crisis psicosomática y el dolor físico
pero para mí
la naturaleza es un misterio
que riega el cuerpo mientras se esparcen los días.

Mercedes Álvarez



Te quedaste...

Te quedaste quieto
y leíste aquel cuento de James Salter
una y otra vez en la noche
intentando descrifrar
algo sobre tu vida.
Ahí estaba
la voluntad de deshacerlo todo
repetida en días y días
pretendida libertad de espíritu retumbando
en tu inconsciente
¿era verdad?
Y la frase
retumbando en tu mente
pelota de tenis golpeando dulcemente las paredes:
"No sabía que la felicidad
era tener lo mismo
todo el tiempo".

Mercedes Álvarez



Una planta, para mí

Una planta, para mí, es la naturaleza
una lapicera es una oficina
cuatro paredes una casa
un soldado la guerra.
No sé de dónde me viene
este poder de síntesis.
Si un cantero es una playa en el Caribe
¿para qué viajar
cuando el pie pisa
en una arena todas las arenas?
La religión es una cruz
clavada sobre la cama
la luz es este hilo
que atraviesa la habitación como un rayo.
En el balcón, de mañana,
alimento a una paloma. 

Mercedes Álvarez











No hay comentarios: