detrás del vidrio

                                             a Gustavo Trillini

detrás del vidrio veo dos palomas
las mismas que durante el día desearíamos patear
pues sabido ya son plaga
la ciudad insensible las alimenta sin plan ni chimangos
ahora las miro
detrás del vidrio de la puerta del balcón
y están cerradas en sí mismas
una al lado de la otra acostumbradas
pues llevarán un tiempo juntas
volando
picoteando en el desparramo urbano de cada día
acicalándose y lo demás
ahora cerradas como mónadas
se protegen de la lluvia de noviembre
arrecia un temporal después de una noche bochornosa
sobre el grueso cable negro de luz se cierran sobre sí
y cierta gelatina impermeable exudada por sus plumas
parece permitirles durar en la tormenta
que resbale
el agua de la lluvia
y no penetre en sus cuerpos indefensos
aunque mañana multiplicados y sin temor entre las piernas
darán ganas de patear
ahora son dos o uno solo según se quiera ver
uno solo
en la tarea de sostener el peso implacable de la naturaleza
o del sentido nomás
que por debajo de cualquier relato con palomas
hace desmanes o hace lo que puede
el viejo sentido intermitente
ahora aparece
coincide en forma y contenido
con la noticia de que arriba en el ventiluz pequeño y enrejado
de la pared de casa
un débil gorjeo
a contrapelo del azote de la lluvia
asegura continuidad y descendencia para el canto
alivio
para el peso implacable de la desgracia
sobre los cuerpos cerrados
tan inermes
sobre una negra línea de luz

Pablo Caramelo



invierno

atenuada ruina: algunas abstracciones
empujadas por los años
han llegado a sentarse
en nuestras sillas incómodas

recuentan ahora las piedras blancas y las negras
como hacían los tracios
remiten la suma restante
al momento en que despiertes y desayunes
mientras  detalles del sueño que tuve o tuviste
aparecen y se deforman
hasta coincidir con la realidad que soñamos

ella y él sentados en silencio
comenzaban a pensar históricamente
decía Godard
y ese ejercicio implícito esperaba al término de los regateos cotidianos
(las piedras blancas y negras)
dejaban de culparse
porque las caricias no remediaban del todo la ignorancia
o la expulsión que nos trae hasta acá:
salían con otros
a las calles a las plazas
abrazados iban al cine
regresaban sonrientes y agotados

de igual modo ella y él dejaban de exigirse
esa sorda disciplina retórica e impaciente
de ver en el otro el remedio o el veneno
(las piedras blancas
negras)

un rey griego vaciado de emociones
soltó la carga de sus culpas
vaciado también de sus ojos
para que el inocente ir y venir
disolviera quejas y acumulaciones
el hijo de dios elevó en cambio su mirada doliente
y mientras lo laceraban preguntó
si era justa la cantidad de monedas
pagadas por su mero cuerpo lleno aún de metonimias

el asunto es cómo gastar lo que se es

ella y él desayunan en sillas incómodas
fuera de la historia o los hechizos
desayunan y estiran la suma restante

despacito queme el sol las horas

Pablo Caramelo



la oscuridad bilingüe

aun a oscuras
en estos desganados tiempos
qué sencillo volver a distinguirte
Paul Celan Obras Completas
entre otros libros de poemas:
eligieron
neto y estridente
el fucsia
de tu lomo y de tus tapas

(adentro
sobria
la luz
inactual y empecinada
persevera)

Pablo Caramelo



"Mi patria es la poesía."

Pablo Caramelo


"Tal vez el último ejercicio de batalla entre cánones poéticos vernáculos se haya librado en los 90. A unas décadas de esa pelea barrial, subsiste, con la enjundia más crepuscular, un eco bélico que revisa de modo permisivo o realista, el corte de los versos. La tradición de permisividad, creo, continúa ampliándose como recurso de queja indiscriminado pero ya sin el enemigo enfrente. Otro asunto en ciernes es lo performático. Cada vez más poetas con deseo de actuar, en la versión menos brechtiana de la cosa. Quizás otro modo de afirmar la distensión formal: tensando la ilusión del yo."

Pablo Caramelo











No hay comentarios: