“Durante el entierro, no me quitaron los ojos de encima, los dos que me aman. Y yo no podía pensar en aquel a quien llorábamos. No podía pensar en la muerte. Sólo en la vida. No podía pensar en la quietud, sólo en el movimiento. No podía comprender el funeral, ni que la vida pudiera concluir. Todo era un sueño. Yo estaba viva, viva, y dos hombres me observaban, de pie, al otro lado de la tumba. No les veía más que las sombras, pues no me atrevía a levantar los ojos y demostrar mi alegría.”

Mervyn Peake
Titus Groan



Fuera del caos de mi duda

Fuera del caos de mi duda
y del caos de mi propio arte
me vuelvo hacia ti inevitablemente
como la aguja hacia el polo
se vuelve, como la mente fría hacia el alma
se vuelve en su incertidumbre:
Así me vuelvo hacia ti y te anhelo,
así te anhelo y me vuelvo
al amor que a través de mi caos
quema una verdad 
e ilumina mi camino.

Mervyn Peake



“Gormenghast, es decir, la mole principal de piedra originaria, habría ostentado cierta cualidad de pesadez arquitectónica si hubiese sido posible ignorar el enjambre de míseras viviendas que circunvalaban los muros exteriores como una erupción epidémica. Las casas de barro se desparramaban por la pendiente encabalgándose unas sobre otras hasta alcanzar la muralla del castillo; allí las más recónditas se apoyaban en los gruesos muros, agarrándose como lapas a las piedras. Una ley ancestral les permitía esta intimidad glacial con la fortaleza que se cernía encima. Sobre los techos irregulares caían, a lo largo de las estaciones, las sombras de los contrafuertes roídos por el tiempo, de los torreones quebrantados y altivos, y sobre todo la enorme sombra de la Torre de los Pedernales. Esta torre, irregularmente moteada de yedra negra, se alzaba por entre los puños de la mampostería almenada como un dedo mutilado y blasfemo que señalaba al cielo. De noche, los búhos la convertían en una garganta resonante; de día callaba y proyectaba una larga sombra.”

Mervyn Peake
Gormenghast




“Le gusta soñar que es la reina y que cuando los demás estén muertos ya nadie podrá ordenarle lo que tiene que hacer. Me dijo, querida, que lo quemaría todo, que quemaría Gormenghast cuando fuera la dueña, y que viviría a su modo, y yo le dije que era mala, y ella me respondió que todo el mundo lo era, que todo era malo, excepto los ríos, las nubes y algunos conejos. A veces me asusta.”

Mervyn Peake



Mientras la batalla se acerca mi cuerpo se doblega

Mientras la batalla se acerca mi cuerpo se doblega
exultante desde el cénit mientras caigo
al techo de acero sobre la cima de sus torretas.
Desplegado sobre los tanques como juguetes me expando
en los humos calientes de la guerra, y mientras mueren los hombres
los acojo en mi sonrisa de amargura.

Recorriendo la masacre sinsentido, yazgo
espacioso mientras los incontables muertos
de los campos de batalla y las ciudades se alzan ante mí.
Muerte, sin rival en nuestro siglo;
muerte, para cuyo beso nocturno tu hijo se crio.

Mervyn Peake



“Pirañavelo advirtió unas pequeñas huellas dactilares en el margen de la página. Eran para él tan importantes como el poema o la ilustración. Todo le parecía igualmente importante, porque todo lo que había sido tan borroso era ahora tan real. La mano apoyada en la mesa era otra vez su propia mano. Había olvidado enseguida el significado de las palabras, pero las letras estaban allí, negras y redondas.”

Mervyn Peake
Titus Groan




Rata muerta

Si fuera granjero te llamaría plaga
pues serías el villano de mi siembra
y roerías mis ganancias, pero no soy granjero
sino el que atraviesa sus campos
y cuando me encontré tu cuerpo tieso
yaciendo solo y escarchado, las bolas de tus ojos
vidriosos y tus patitas delanteras así suplicantes
cruzadas en tu pecho y rosadas como dedos humanos,
y cuando vi tu mortandad en la congelada
luz de una mañana de invierno, yo, deshumanamente,
desgranjeramente, y sobre todo, imprácticamente,
sentí que también las ratas tienen derecho a vivir
y supe que había belleza en tu cuerpo
espolvoreado con centelleantes perlas de una escarcha luminosa
y belleza en tus manitas cruzadas
sobre tu pecho antes de morir esta mañana.

Mervyn Peake




Si permaneciera como se dice, cuerdo

Si permaneciera como se dice, cuerdo, entonces Señor
sálvame de la Verdad de mi Imaginación:
Ahora, ahora, ahora, ahora, cada ahora es una palabra sangrante
que habla de una muerte simultánea

Aún así, Señor, sálvame de una mente confusa
que no se atreve a darse cuenta que ahora
ahora, ahora, la bomba estalla y los miembros lanzados se dispersan
cercenados y frescos desde que este breve poema comenzó
en (a quién le importa qué pobre país)

Mervyn Peake











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