"El caso del arte es anecdótico, es como un juego. Creo que la mejor manera es a través de la educación.

La mayoría de niños ven a sus padres deshacerse de objetos que ya consideran viejos o en desuso.

Sin embargo, cuando yo era niño había una profesión que ya ha desaparecido: los traperos. Ellos fueron los primeros recicladores, aunque no desde un punto de vista artístico. Los traperos iban por las casas pidiendo objetos en desuso. Ellos hacían un favor a las amas de casa de la época, pues ayudaban a hacer desaparecer el problema de muchas casas de entonces. Ropa vieja, libros, aparatos eléctricos viejos, etc. suponían un problema a la hora de hacerlos desaparecer, y el trapero se llevaba el problema. Después reparaban el objeto y lo revendían. De manera que todos los traperos que conocí en aquella época, acabaron siendo ricos. Ellos tuvieron visión y fueron los primeros recicladores, quizás sin ser conscientes de ello.

Desde el punto de vista artístico, en mi caso, todos estos objetos viejos, yo me los miraba varias veces y descubría que en sí mismos ya eran esculturas acabadas a las que sólo había que decorar para obtener otro objeto distinto. Es decir, si veo una silla vieja que ya nos sirve para sentarse, pero la pongo del revés, la pinto, le pego otros objetos y la decoro con ropas viejas, he creado un personaje al estilo "Dadaísta". He descontextualizado el objeto antiguo que, ahora, ha cobrado vida como un personaje.

Sin embargo, esto hay que potenciarlo desde las escuelas, porque en casa no lo ven. Por ejemplo, la gran cantidad de botes de metal, latas, botes de aerosol, etc. en sí mismos son metales susceptibles de ser reciclados. Son muy valiosos, sin embargo, en casa los tiramos. La culpa es del modelo de sociedad.

Fijaros, cuando visitas la casa de personas de más de 70 u 80 años, te das cuenta de que tienen otra mentalidad. Lo guardan todo para un posible uso futuro, o porque tiene un valor emotivo. Muchos de estos objetos antiguos son muy apreciados y revendidos por los anticuarios. Ello supone que estas personas mayores generan muchos menos residuos. O mejor dicho, los acumulan en sus casas, no los abandonan en medio de la naturaleza, estos objetos no contaminan el entorno.

Esta cultura se habría de enseñar en las escuelas haciendo mucho más hincapié del que se hace. Habrían muchos menos residuos y estarían mucho mejor aprovechados."

Josep Puigmartí i Valls



"Todo objeto tiene miles de usos. Sólo hace falta tener un poco de imaginación. Todo lo que podamos encontrar en la calle, incluidas las piedras y hojas tienen usos alternativos si somos capaces de imaginarlos.

El problema es que el mundo de hoy en día gira en torno al consumismo, y tendemos a adquirir objetos nuevos continuamente. Este es el modelo de sociedad que tenemos. Si ahora todos dejásemos de ser consumistas, un gran número de fábricas y manufactureras habrían de cerrar sus negocios. De manera que el problema está en que el modelo que seguimos no facilita el reciclaje.

Por ello, es muy importante que esta nueva mentalidad recicladora forme parte de la educación de futuras (y presentes) generaciones, porque tal como está planteado el mundo ahora, está destinado al fracaso. No paramos de generar residuos y de acumularlos. El gran problema es destruirlos, ya que algunos de estos residuos son muy difíciles de hacer desaparecer. Hay demasiadas cosas, nos ahogamos, nos intoxicamos. Es importante concienciar desde la infancia sobre la importancia del reciclaje."

Josep Puigmartí i Valls



"Vagamundo por el mundo."

Josep Puigmartí i Valls


"Voy a ser franco. Siempre he sido un poco individualista, viviendo en mi mundo. Cuando he vivido en otros países, mi interés era hacer exposiciones y no me he fijado mucho en otras cosas. Sin embargo, por ejemplo, he vivido muchos años en Dinamarca, suficiente para darme cuenta de que en su modelo de sociedad, viven mejor que nosotros.
Luego, con el paso de los años he advertido detalles como los siguientes:

- A las afueras de Copenhague hay una gran central con altas chimeneas. Cualquiera diría que es una central térmica...Pero no, se trata de una planta de gestión de residuos que sirve para crear energía eléctrica a partir de los desechos. Brillante.

- También en la capital de Dinamarca, existe un barrio, o mejor dicho, una comunidad que vive dentro de la ciudad pero en un espacio aislado del resto que se llama Christiania. En muchos casos se trata de artistas que hacen sus creaciones a partir del reciclaje, y que después venden. Esta es su manera de vivir, alejados del consumismo. Es como una ciudad dentro del propio Copenhague. Es decir, ellos no han querido formar parte del mundo consumista que les rodea y han creado esta "cuidad" para vivir al margen y autogestionarse en cuanto a modo de vida y reciclaje se refiere. Hay que decir que el ayuntamiento de Copenhague los ha respetado y les ha permitido "vivir al margen", con sus propias normas diferentes a las del resto de la ciudad. Es como aquellas comunidades de hippies de los años 60, pero en la actualidad y con otra escala de valores mucho más actuales y concienciados de los problemas de hoy en día.

Esto aquí no existe."

Josep Puigmartí i Valls



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