El sur

Los cuatro puntos cardinales son izquierda y derecha.
A mi hombro le han salido lunares durante la noche:
osos y perros y arados.
Los franceses descubren Australia.
Cartas desde el Nuevo Mundo.
Hidrógeno rima con oro.
Un nombre para esta ciencia nueva.
Buen clima para que se ahoguen los ejércitos.
Los cuatro puntos cardinales son cerca y errado.

Nicholas Laughlin



“En el Caribe en su conjunto, el gran problema es quién bloguea y por qué. No somos suficientes. Hay demasiados obstáculos: el acceso a la tecnología, el acceso a la educación. Los blogueros caribeños en su mayor parte vienen de la clase media educada. ¿Dónde están las otras voces?”

Nicholas Laughlin



“En estos días, lo que espero es que la pequeña sociedad en la que yo nací y siempre he vivido permanezca viable. Eso puede parecer pesimista. Trinidad y Tobago se encuentra en una fase de rápidos cambios, en su mayoría, no para bien y nuestras perspectivas para el futuro dependerán de si suficientes de nosotros pueden levantarse y aprovechar las responsabilidades de verdaderos ciudadanos. Es posible, sí. No sé si es probable. Me gusta pensar -o espero- que muchos de los proyectos a los que les dedico mi tiempo (el esquema CRB, diversas iniciativas artísticas, la promoción del uso de medios en línea y herramientas) tendrán algún buen y nuevo efecto.”

Nicholas Laughlin



Lámparas, relojes, espejos, mapas

Lámparas, relojes, espejos, mapas,
etc., utilería adormecida por el crepúsculo.
Las ventanas atadas para que sigan abiertas, la brisa afuera
lanzando breves arias de hojas y bolsas plásticas.

Encontré tu lista apretada dentro de un libro intacto
(nadie lee poemas, ningún libro sería tan seguro),
todos los nombres tachados.

                               Tantos mapas
–islas, vecindarios, puentes, árboles.
torres, colores, huellas de pulgares, colinas,
círculos de piedra y piedras solitarias,
y los caminos de ciudadanos particulares:
los seguros, los amables, los jóvenes recelosos,
hombres con escaleras, mujeres con sogas–
arrugados, agujereados, manchados.

Con cada despliegue, la ciudad paciente allá afuera
se reformula: una calle es revelada,
se desencadena un parque, rueda una fuente.
Aún vas de regreso a casa,
las ocupaciones en mente, y mira cómo ha llovido.
Cerca del río: pájaros,
una especie que no conocen los mapas.

Nicholas Laughlin



Monedas extrañas

Tráfico fluvial, tráfico marítimo,
tráfico cardíaco, tráfico pulmonar,

comercio craneal, comercio cardíaco,
comercio de manos, comercio de armas,

guerras cardíacas, guerras nocturnas,
guerras de ríos, guerras de rones,

santos nocturnos, santos sangrientos,
santos de armas,

lecciones de puñales, trucos de puñales,
trucos nocturnos,

sueño nocturno, sueño lechoso,
sueño de ríos.

Nicholas Laughlin


Pistas 

Una flor nombrada por un pájaro.
Un pájaro en picada como lluvia.
Lluvia del tamaño de una isla.
Una isla arrugada como mi mano.
Mi mano caliente como mi lengua.
Mi lengua nueva como una flor. 

Una hoja limpia como una pluma.
Una pluma empapada como una cuerda.
Cuerda para amarrar un mapa.
Un mapa manchado por mis dedos.
Mis dedos en mis dientes.
Mis dientes rasgando una hoja. 

Tu piel revestida como una flor.
Tu cuello distante como el de un pájaro.
Tus ojos como espirales de lluvia.
Tu cuerpo desconocido como una isla.
Un rubor tan caliente como tus manos.
Un secreto como tu lengua.

Nicholas Laughlin


Ya es suficiente

Estoy esperando por tu carta.
Cuando llegue, la leeré como si estuviera escrita sobre tu piel,
como si estuviera escrita sobre una corteza de pan.

Si ahora me vieras, no me reconocerías,
mi rostro manchado de marrón, mis manos que cuentan cicatrices,
mi espalda tatuada con anagramas íntimos.

El nombre de este lugar sabe a labio mordido.
De nada me sirven ahora mis noventa y siete palabras en francés,
con mi lengua atada al acento local.

Aún tengo buenas intenciones,
esperanzas de segunda mano,
tres cuartos de corazón.

Querido John, ya es suficiente.
Vuelve a casa, por favor.
Nada está perdonado.

Nicholas Laughlin













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