Azul pálido

es el color del oxígeno en estado sólido

y el de un día de duelo que comienza cuando el sol
enceguece, apuntando directo a los ojos
y la caravana de pensamientos sobre el pasado
arruga el ceño

no va del presente al pasado la memoria
es al revés
siempre que se llega al día de hoy
es porque se atravesó una bruma de días
que resuenan en un pasillo vacío
antes de que los objetos traigan otra acústica

mudarse es cambiar de sonidos

habito otro espacio
después de haber recorrido una hilera de recuerdos
que no tienen sentido
pero que de un modo u otro
llegan hasta hoy

a este azul
irrespirable.

Vanina Colagiovanni


Bordado

Entre manos de mujeres que bordan
mi vestido
acostada, me quedo inmóvil, para ser la tela
cosida, algodón suave con hilo plateado,
Ellas decoran con figuras, son brillantes
y los hilos recorren mi piel.
Soy el centro de esa ronda
me dejo crear
por las manos tibias que dibujan palabras
en mi superficie.

Vanina Colagiovanni



Justo ahora 

“Uno no elige cuándo caerse”
estaba enojado y rechazaba
mi mano para levantarlo
a los 7 años ya tenía la respuesta
a mi “justo ahora te venís a caer”
tan poco amable
y no, uno no elige
cuándo ni dónde caerse, ni la mano que rechaza
para levantarse del pasto
ni el gesto en la cara al rechazarla, no
elige la herencia aunque sí pueda intentar
torcerla
hacer algo con eso que viene
quién sabe de dónde
y que
justo ahora
aparece.

Vanina Colagiovanni



"La corrección es un trabajo que me encanta, el corte y el ordenamiento, más de cirujano. Es curioso porque el primer poema habla de un cirujano que se lava las manos entre operación y operación. Está dedicado a mi papá y surge de una conversación con él. Cantidad de veces los poemas salen de algo que alguien dijo —quizás hace años— y que queda dando vueltas hasta que un día el inconsciente lo trae, una lo traduce a palabras, a ritmo, lo fija y se da la alquimia del poema, que después pule y trabaja, en un segundo momento hasta su forma, no diría definitiva, pero sí esa que termina siendo la que se imprime."

Vanina Colagiovanni



Lugares donde dormí

Una cama es solo una cama, me dijo.
También puede ser algo más.
Un tendal de sueños blandos, una colección
de elásticos para distintos puntos
del tallo vertebral, un pozo,
un nido donde empollar algo
que tal vez respire, un pantano,
un hilo filoso
que corta lo viejo de lo nuevo, una estepa
donde el viento diseñe remolinos en mi pelo
y con sus brazos, un lugar de buenos momentos, creo.
Una cama es su cama o la mía, no es nuestra, ya no.
Si cierro los ojos estamos ahí juntos
y rechina.
Si los abro duermo sola y el vacío
me atrae. Como las mandíbulas abiertas de los tiburones
saliendo del mar.

Vanina Colagiovanni









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