Desenlace

Quizás un invierno
me regalaste una piedra
tan caliente que yo la pasaba
de mi mano izquierda a mi mano derecha
de mi mano derecha a mi mano izquierda
y así
Los días se fueron sucediendo,
la piedra poco a poco se enfrió.
Lo único que quedó en mis manos
fue un poco de sombra.

Yao Feng

No hay comentarios: