Parada en un palacio en ruinas

Es denso el rocío, la niebla cerrada,
espesa la maleza. Crecen ramas
en los balcones derruidos y sauces
en el foso seco. Pétalos marchitos
cubren los patios en los que no hay ecos
de la embriaguez y de las fiestas.
Canta el ruiseñor durante la quinta guardia.
Bajo la luna menguante, inconsolable,
pienso en el fin de existencias perfumadas.
Relincha mi caballo* cuando salgo
por la puerta devastada.
El camino se ha borrado pero no el paisaje.
Las obras de los hombres se están borrando.

* El relincho del caballo y el relincho de la mula, en Su Tung-po, asociados al tiempo que borra el paso del hombre, rematan dos poemas separados por 200 años.

Wen T'ing Yen

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