Estos son algunos de los consejos de Zinsser de su libro On Writing Well 

Sencillez — Las ideas claras se traducen en una escritura clara. // Si el lector se pierde, normalmente es porque el escritor no ha sido lo suficientemente cuidadoso. // Los escritores deben preguntarse constantemente: ¿Qué estoy tratando de decir? A menudo no lo saben.

Confusión — Revisa cada palabra que pones en el papel. Encontrarás un número sorprendente de palabras que no tienen ningún sentido. // La mayoría de los primeros borradores pueden recortarse en un 50 por ciento sin perder información ni la voz del autor. // Simplifica, simplifica.

Estilo — Pocas personas se dan cuenta de lo mal que escriben. Nadie les ha mostrado los excesos y la suciedad de su estilo y cómo obstruyen lo que están tratando de decir. // Si tus verbos son débiles y tu sintaxis es raquítica, tus oraciones se caerán a pedazos. // Tratar de añadir estilo es como ponerse un peluquín. A primera vista, el hombre calvo parece joven y hasta guapo. Pero en una segunda mirada —y con un peluquín siempre hay una segunda mirada—, él no se ve del todo bien. El problema no es que no esté arreglado, que lo está, y debemos la habilidad del fabricante de pelucas. El problema es que no se parece a sí mismo. // Decirle a un escritor que se relaje es como decirle que se relaje a un hombre que está siendo examinado de una hernia. // Escribir es un acto de ego, y harías bien en admitirlo.

El lector — Escribes para ti mismo. No intentes visualizar un gran público: no existe. Cada lector es una persona distinta.

Palabras — Se aprende a escribir por imitación. Si alguien me pregunta cómo aprendí a escribir, diría que lo hice leyendo a los hombres y mujeres que hacían el tipo de escritura a la que yo aspiraba y tratando de averiguar cómo lo hicieron. // Los escritores que usan clichés a menudo trabajan para editores que han visto tantos que ya no son capaces de reconocerlos. // Ten en cuenta cómo suenan las palabras que eliges. Puede parecer absurdo: los lectores leen con sus ojos. Pero escuchan lo que están leyendo más de lo que crees. // Los buenos escritores de prosa deben ser, en parte, poetas, escuchando siempre lo que escriben. // Una frase corta puede tener una pegada tremenda. Se queda en el oído del lector.

Unidad — Se aprende a escribir escribiendo. La única forma de aprender a escribir es forzarse a producir un número mínimo de palabras de manera regular. // La escritura es, en última instancia, una forma de resolver un problema.

Entradillas — La frase más importante en un artículo siempre es la primera. Si no lleva al lector a continuar con la segunda frase, tu texto está muerto. Y si la segunda no le lleva a la tercera, está igualmente muerto. De esa progresión de frases, cada una de ellas tirando del lector hasta que se engancha, un escritor construye esa unidad fatídica: la entradilla. // Los lectores quieren saber —muy pronto— qué hay para ellos.

Finales — Cuando estés listo para terminar, hazlo. Si has presentado todos los hechos y has cumplido con el objetivo que te habías puesto, busca la salida más cercana.

Verbos — Usa siempre verbos activos salvo que no tengas más remedio que usar la voz pasiva. La diferencia entre la voz activa y la voz pasiva para un escritor es la diferencia entre la vida y la muerte.

El punto — Entre los buenos escritores predominan las frases cortas, y no me hables de Norman Mailer: es un genio. Si quieres escribir frases largas, sé un genio.

Credibilidad — Para un escritor, la credibilidad es tan frágil como lo es para un presidente. Si el lector descubre que le estás tratando de colar una sola declaración falsa, todo lo que escribas después estará bajo sospecha.

Subconsciente — A menudo se te ocurrirá la solución a la mañana siguiente. Mientras tú duermes, tu mente de escritor no lo hace. Un escritor está siempre trabajando.

Párrafos — Escribe párrafos cortos. La escritura es visual: entras por los ojos antes de llegar al cerebro.

Reescribir — La reescritura es la esencia de la buena escritura: es donde se gana o se pierde el partido. // No me gusta escribir (Me gusta haber escrito). Pero adoro reescribir. Sobre todo cortar: pulsar la tecla BORRAR y ver cómo las palabras y frases innecesarias desaparecen.

William Zinsser



"Cada escritor debe seguir el camino que le parezca más cómodo. Para la mayor parte de los escritores aprendiendo a escribir, ese camino es la no-ficción. Les ayuda a escribir sobre lo que saben, observan, o pueden aprender."

William Zinsser


"El éxito es hacer lo que quiere hacer y hacerlo bien."

William Zinsser


"Esto es lo que te sugiero. Ve a tu escritorio el lunes por la mañana y escribe sobre algún recuerdo que aún esté muy vívido en tu memoria. No tiene que ser algo largo – tres páginas, cinco páginas- pero debe tener un principio y un final. Pon ese episodio en un fichero y continúa con tu día. El martes por la mañana, haz lo mismo. El episodio del martes no tiene que estar conectado con el del lunes. Toma cualquier recuerdo que tengas en mente; tu subconsciente, al estar trabajando, comenzará a darte tu pasado."

William Zinsser



"Hace algunos años fui invitado a una escuela en Connecticut, para hablar sobre la escritura como vocación. Cuando llegué, descubrí que otro conferencista, a quien llamaré el doctor Brock, también iba a participar. Era un cirujano que recientemente había comenzado a escribir y había vendido algunas historias a revistas. Iba a hablar sobre la escritura como diversión. Así, la conferencia se convirtió en un panel, y ambos nos sentamos frente a una multitud de estudiantes, docentes y padres, todos deseosos de conocer los secretos de nuestro glamoroso trabajo. El doctor Brock iba vestido con una chaqueta rojo brillante, tenía una apariencia ligeramente bohemia, como se supone que se ven los autores, y la primera pregunta se la hicieron a él. ¿Cómo era ser un escritor? Respondió que era increíblemente divertido. Al llegar a casa, después de un arduo día en el hospital, iba directamente hasta su cuaderno amarillo y se relajaba escribiendo. Las palabras simplemente fluían. Era muy fácil. Luego, yo dije que la escritura no era fácil ni era divertida. Era difícil y solitaria, y que las palabras rara vez salían solas. Después, al doctor Brock le preguntaron si era importante re escribir. Absolutamente no, respondió. “Deje que todo salga”, nos dijo, y cualquiera que sea la forma que tomaran las oraciones reflejará al escritor con la mayor naturalidad. Luego, yo dije que la re escritura es la esencia de la escritura. Señalé que los escritores profesionales re escriben sus oraciones una y otra vez, y luego re escriben lo que han re escrito. “¿Qué hace en los días en que la escritura no fluye tan bien?”, le preguntaron al doctor Brock. Dijo que simplemente dejaba de escribir, hacía el trabajo a un lado y lo dejaba para otro día en que se sintiera mejor. Luego, yo dije que el escritor profesional debe establecer un programa diario de trabajo y apegarse a él. Dije que escribir es un oficio, no un arte, y que la persona que huye de su oficio porque le falta la inspiración se está engañando a sí misma. Además, quedará en quiebra.“¿Qué pasa si se siente deprimido o triste?”, preguntó un estudiante. “¿No afectará eso su escritura?”Probablemente sí, respondió el doctor Brock. Salga a pescar, dé una vuelta. Probablemente no, dije yo. Si el trabajo de uno es escribir todos los días, se aprende a hacerlo como cualquier otro trabajo.

[…]

Así prosiguió la mañana, y fue una revelación para todos nosotros. Al final, el doctor Brock me dijo que mis respuestas le habían llamado muchísimo la atención; jamás se le había ocurrido que escribir pudiera ser difícil. Le dije que yo estaba igualmente interesado en sus respuestas; jamás se me había ocurrido que escribir fuera fácil. A lo mejor necesitaba hacerme cirujano de medio tiempo.
En cuanto a los estudiantes, cualquiera habría pensado que los dejamos confundidos. Pero, de hecho, les dimos una visión más amplia sobre el proceso de escritura que si solo uno de nosotros hubiese hablado; puesto que no existe ninguna manera “correcta” de realizar un trabajo tan personal. Hay muchas clases de escritores y toda clase de métodos, y cualquier método que le sirva a uno a decir lo que quiere decir, es el mejor método para uno. Algunas personas escriben de día, otras de noche. Hay quienes necesitan silencio, otros encienden la radio. Algunos escriben a mano, otros utilizan un procesador de texto, y otros le hablan en voz alta a una grabadora. Hay quienes escriben su primer borrador de una sola vez y luego revisan; otros no pueden escribir el segundo párrafo hasta que hayan trabajado interminablemente el primero.

[…]

En última instancia, el producto que cualquier escritor debe vender no es el tema del que escribe, sino quien es él o ella. A menudo me encuentro a mí mismo leyendo con interés sobre un tema que jamás me habría interesado, alguna investigación científica, por ejemplo. Lo que me atrapa es el entusiasmo del escritor por su campo. ¿Cómo le atrajo el tema? ¿Qué carga emocional le ha impreso? ¿Cómo cambió su vida? No es necesario querer pasar un año en soledad en el desierto para dejarse capturar por la obra de un autor que lo hizo.
Este es el valor personal que es la esencia de la buena escritura no ficcional. De ahí se derivan dos de las cualidades más importantes que este libro procura buscar: humanidad y calidez. La buena escritura tiene una vitalidad que mantiene al lector leyendo de un párrafo al siguiente, y no es cuestión de usar trucos para “personalizar” al autor. Es cuestión de usar la lengua de una manera tal que logre la mayor claridad y fuerza. ¿Pueden enseñarse tales principios? Probablemente no, pero en su mayor parte, pueden ser aprendidos."

Fuente: Traducido y adaptado de Zinsser, William. (2001). On Writing Well. 6.ª ed. New York, NY: Harper Collins, pp. 3-4. [Trad. de Jacqueline Murillo, revisada por Javier André Orlich, para el blog)




"Hacer que un escritor use «Yo» nunca es fácil. Ellos piensan que se deben ganar el derecho de revelar sus emociones o sus pensamientos. O que es egoísta. O que no es digno – un miedo que afecta el mundo académico."

William Zinsser



"Lo que yo quiero es hacer reír a la gente, de modo que vean las cosas seriamente."

William Zinsser


“Nadie le explicó a los escritores que la esencia de escribir es reescribir. Sólo porque estén escribiendo de manera fluida no quiere decir que estén escribiendo bien.”

William Zinsser



"¿Quién soy yo para decir lo que pienso» se preguntan los escritores. «¿O lo que siento?» «Quién eres tú para no decir lo que piensas» Les digo. Sólo hay un «tú». Nadie más piensa o siente en la misma forma."

William Zinsser


"Véndete a ti mismo y el tema de tu texto ganará personalidad. Cree en tu propia identidad y en tus opiniones. Escribir es un acto de egoísmo, y deberías admitirlo. Usa esta energía para continuar."

William Zinsser














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