A veces

A veces abres la puerta lentamente y entras.
Vistes un traje blanco y zapatos de lino.
Te inclinas y pones cariñosamente en mi puño
72 dracmas y huyes.
Me he quedado en la posición en la que me dejaste
Para encontrarme nuevamente.
Sin embargo, debe haber pasado mucho tiempo
porque mis uñas han crecido
y los amigos (los míos) me temen.
Cada día cocino patatas,
he perdido mi imaginación
y cuando escucho “Katerina” me asusto.
Pienso que debo denunciar a alguien.
He guardado recortes de alguien
que me habían dicho eras tú.
Sé que los periódicos mienten,
porque escribieron que te dispararon en los pies.
Sé que no apuntan a los pies.
El cerebro es el objetivo,
tu mente ¿verdad?

Katerina Gogou


Alguna vez

Alguna vez se abre la puerta poco a poco y entras.
Llevas blanco blanquísimo traje y zapatos de lino.
Te inclinas, pones con cariño en mi mano
72 francos y te vas.
Me he quedado en el sitio en que me dejaste
para que me encuentres de nuevo
Pero ha debido de pasar mucho tiempo
porque mis uñas han crecido
y (mis) amigos me temen. 

Cada día cocino patatas
he perdido mi fantasía
y cuando oigo «Katerina» me asusto.
Creo que debo delatar a alguien. 

He guardado algunos recortes con alguien
que decían que eras tú.
Sé que los periódicos dicen mentiras,
porque escribieron que te dispararon a los pies.
Sé que jamás apuntan a los pies. 

En la mente está el Objetivo,
ten cabeza, ¿vale?

Katerina Gogu


Espesura

Se levantó y les hizo el desayuno perfecto
con movimientos calculados.
Los despidió: Que os vaya bien os quiero no lleguéis tarde
desde el rellano sabiamente abrillantado.
Sacudió la alfombra fregó tazas y ceniceros
hablando sola.
Puso la comida en la lumbre y le cambió el agua a los floreros.
Se sintió inteligente en la frutería
le sonrió complaciente a la peluquera
se alienó en la perfumería
y compró de ediciones feministas “MUNDO DE HOMBRE, CONCIENCIA DE MUJER”.
Puso la mesa en el momento
en que sonaba el timbre
bonita inteligente y puesta al día.
El niño se acostó
y el marido la tocó por detrás.
Ella soltó una risotada tonta como había visto en un anuncio
y le dijo con voz profunda y sensual: Ven
Él se la folló se corrió y se quedó frito.
Ella se levantó con cuidado para no despertarle
fregó los platos hablando sola
abrió la ventana para que se fuera el olor a churrasco.
Se echó un cigarro abrió el libro y leyó: 
“… sólo cuando las mujeres exijan de modo activo
habrá esperanza de cambio”
y más abajo:
SÍ, PERO ¿QUÉ HAS HECHO HOY, QUERIDA,
QUÉ HAS HECHO HOY?
Se levantó con cuidado
tomó el cable de la plancha
lo apretó bien al cuello de su marido
y escribió tras la pregunta
del movimiento feminista: HE ESTRANGULADO A UNO.
Llamó luego a la policía y, mientras llegaban,
estuvo mirando su horóscopo en MUJER».

Katerina Gogou



Llegarán tiempos

Llegarán tiempos donde cambiarán las cosas.
Recuérdalo, María.
Recuerda, María, en los recreos
aquel juego en que corríamos con el testigo en la mano.
No me mires. No llores.
Tú eres la esperanza.
Escucha,
llegarán tiempos
en que las niñas
elegirán a sus madres,
no vendrán al mundo por casualidad,
no existirán las puertas cerradas
y el trabajo
lo elegiremos nosotras.
Ya no seremos caballos a los que mirar los dientes.
La gente, ¡imagina!
hablará con colores
o con notas.
Tan sólo quedarán en una gran botella de agua
palabras y conceptos como estos
/inadaptación, opresión, soledad, precio, ganancia, humillación/
para las clases de historia.
Son, María -no quiero mentirte- momentos difíciles.
Y habrá otros.
Yo no sé... no esperes mucho de mí.
Tanto viví, tanto aprendí, tanto digo...
y de todo aquello que estudié
mantengo sólo una cosa:
"Lo importante es seguir siendo humanas."
¡Cambiaremos la vida!
Incluso 
a pesar
de todo
esto,
María.

Katerina Gogou



[MIRA CÓMO SE PIERDEN LAS CALLES]

Mira cómo se pierden las calles
por dentro de los hombres…
cómo los quioscos tienen frío
de los periódicos mojados
el cielo
cómo es agujereado por los cables,
y el final del mar
por el peso de los barcos.
cuán tristes están los paraguas olvidados
en el último recorrido
y el error de aquél que se bajó
en la parada anterior
las ropas dejadas en la lavandería
y la vergüenza tuya,
habiendo encontrado dinero hace ya dos años,
de pedirlas.
cómo poquito a poco
lenta metódicamente
nos falsifican
para que fijemos nuestra postura ante la vida
por el estilo de la silla…

Katerina Gogou



Nuestra vida son puñaladas

1.
Nuestra vida son puñaladas
en sucios callejones sin salida
dientes podridos descoloridos slogans
un grave bestiario
olores de meadas y antisépticos
y esperma podrido. Carteles destrozados.
Arriba-abajo. Arriba-abajo, la calle Patisíon.
Nuestra vida es la Patisíon.
El Dixán que no contamina el mar
y el cantante Mitropanos entró en nuestra vida
y a él también nos lo tragó la Cisterna
como a las tías de culo alto.
Nosotros aquí.
Ansiosos viajamos durante toda la vida
por el mismo recorrido.
Humillación-soledad-desesperación. Y al contrario.
Vale. No lloramos. Hemos crecido.
Sólo cuando llueve
chupamos a escondidas nuestro dedo. Y fumamos.
Nuestra vida son
inútiles resollos
en huelgas concertadas
con chivatos y coches de policía.
Por eso te digo.
La próxima vez que nos disparen
que no salgamos corriendo. Vamos a alinearnos.
No vendamos barato nuestro pellejo.
No. Llueve. Dame un cigarro.

Katerina Gogou


Para los que se destruyeron, para lo que se resistieron

Por furiosas olas desgarrado
de ahora en adelante desechado por siempre
en el tálamo oscuro de la tierra
con oscuridad en la mente
en la frenética persecución
del indefenso curso de las estrellas
los últimos
ellos posaron sus agotadas cabezas
sacrificio
en el rito de los tiempos de tornados.
Y no había gente.
Y una blanca nieve de silencio
cubrió perennemente las hundidas ciudades.

Katerina Gogou



















No hay comentarios: