“¿Lo conocen? Un señor con una caña está sentado en la orilla y pescando. Primero pesca una brema. Bueno, es normal, una carpa. Está bien. Después, un lucio. Parece que es un día muy afortunado. Una vez más muerde el anzuelo un siluro. ¡Vaya, que día más bueno para la pesca! Pasa un momento y pesca una ballena, extrañándose un poco. Pero igualmente se alegra. Finalmente, algo enorme comienza a templar el sedal. El hombre tira y tira… ¿Qué era? Pues nuestro trasatlántico S. Batory.”
¿Y qué piensan ustedes que hizo el hombre?
Naturalmente, lo desembarazó del anzuelo y lo echó de nuevo al agua.
El éxito es una buena cosa, pero en ciertos momentos hay que tener un poco de todo.

Adam Kreczmar

No hay comentarios: