"En Holanda hay muy poca información referente a Bilderberg. Si buscas en las hemerotecas no encuentras casi nada. Al principio, todos estaban interesados en lo que se cocía en el hotel Bilderberg entre los grandes capitales del mundo, pero el príncipe siempre mantuvo a la prensa a raya, excepto a algunos medios importantes de sectores conservadores. Si tú le preguntas a un holandés medio por el club te responderá que se creó en 1954, pero poco más. Por otro lado, la prensa holandesa tampoco se dedica a hacer este tipo de preguntas. Sin embargo, eso no quita que los periodistas holandeses sepamos que el club se fundó para unir a los grandes capitales europeos y americanos. Desde entonces, todas las sesiones anuales se han celebrado en un clima de discreción y falta de transparencia."

Gerrit Jan
Tomada del libro Los amos del mundo están al acecho de Cristina Martín Jiménez



"Era un hombre sin escrúpulos (se refiere al príncipe Bernardo de Lippe-Biesterfeld). En su juventud fue un miembro activo de los nazis, él dijo que fue forzado, que no tuvo más remedio, pero eso era falso. Nadie creyó nunca sus desmentidos. Además, tuvo un papel activo con EE. UU. Siempre se pensó que era un agente doble, que trabajaba para los aliados al mismo tiempo que para los nazis. Esto no se pudo demostrar, pero se sabrá en breve porque pronto saldrá a la luz la serie de entrevistas que concedió en vida al diario De Volkskrant, con la condición de que no se publicaran hasta después de su muerte.
A principios de mayo de 1975, a un colega americano y a mí nos llegaron unas informaciones acerca de que un gran escándalo estaba a punto de salir a la luz. Nos pusimos en alerta porque sabíamos que se trataba de un alto funcionario implicado en un caso de corrupción con la compañía Lockheed Corp., pero nuestra gran sorpresa fue enterarnos de que se trataba del mismísimo príncipe Bernardo. Fue un escándalo nacional porque estaba recibiendo comisiones, un millón de dólares, a cambio de promocionar los productos de la empresa armamentística Lockheed en toda Europa. A raíz de esto le quitaron sus cargos de representación oficial; ya no se le permitió llevar el uniforme del Ejército holandés."

Gerrit Jan
Tomada del libro Los amos del mundo están al acecho de Cristina Martín Jiménez

"Es difícil reeducar a la gente que ha sido educada en el nacionalismo —señaló—. Es muy difícil convencerlos de que renuncien a parte de su soberanía a favor de una institución supranacional."

Gerrit Jan
Tomada del libro Los amos del mundo están al acecho de Cristina Martín Jiménez













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