“Amo la cultura y la música italiana. La ópera italiana es mi favorita. Desde Verdi hasta Puccini y todo lo que está en la mitad.”

Álvaro Manzano



"Estudien, esfuércense ustedes ya deben saber que para llegar lejos hay que tener una gota de talento y 99 gotas de trabajo para hacer el 100 %. No se puede llegar a ninguna parte sin trabajo.
Que lo hagan con mucho amor, con muchas ganas, y saber que la música siempre les va a premiar. El aplauso de un público es el mayor premio que uno puede recibir."

Álvaro Manzano



“Existen dos Abbado: uno caracterizado por la fuerza de la juventud. Otro es el maduro y reflexivo.”

Álvaro Manzano



"Hay muchos directores de orquesta en Latinoamérica, pero hay pocos directores profesionales. A la dirección de orquesta se le ha tomado como una cuestión más bien de afición, a veces por circunstancias, pero no se le ha tomado siempre como una carrera y el director de orquesta tiene que ser una persona que haya estudiado para eso y además el problema está en que el director de orquesta, aparte de estudiar su carrera debe tener un instrumento, y el instrumento más caro del mundo. No solamente el más caro, sino además el más complejo. Caro por lo que cuesta una orquesta que requiere tanta gente, y complejo porque uno no está trabajando con máquinas, uno está trabajando con personas pensantes, personas con criterio, personas inteligentes y manejar esto hay que aprenderlo y hay que practicarlo, luego esto es una tarea muy difícil y realmente en Latinoamérica tenemos también carencia de excelentes directores."

Álvaro Manzano


"Lo he dicho muchas veces públicamente, un artista jamás trabaja por un premio. Lo hace simplemente por tratar de hacer las cosas bien pero cuando el premio ha llegado yo lo acepto con mucha humildad..."

Álvaro Manzano



"Prácticamente conozco todas las orquestas latinoamericanas, al menos las principales de cada país. Sesenta años es una edad muy respetable para una orquesta sinfónica. Yo creo que el ideal de una orquesta que cumple sesenta años, abstrayéndonos de nuestra realidad latinoamericana, es primeramente que sea una orquesta absolutamente completa y a esto no hemos llegado todavía. En casi ningún país de Latinoamericano, a excepción de ciertas orquestas, hablemos de Argentina, Brasil, México, o Venezuela, en el resto de los países siempre tenemos problemas, siempre tenemos carencias, especialmente en lo que se refiere a la cantidad de músicos. Uno de los puntos más álgidos en las orquestas, por lo general, es el grupo de violas. Por alguna razón, siempre hay pocas violas en las orquestas, hablando de las cuerdas claro, y hablando del resto de integrantes de la orquesta casi siempre faltan arpas. Es una constante, que en la mayoría de las orquestas siempre falta algún arpista titular. Estas son cosas que se deben cubrir. Yo creo que es algo que se podría incluso trabajar en forma conjunta. Usted sabe que un arpista no se usa en todos los conciertos, y en este caso podría ser un instrumentista que esté rotando dentro de la orquesta, y hacer la programación de manera que se pueda cubrir esto porque siempre es un déficit que hay que lamentar. No se hable de otros instrumentos que son de menor uso, digamos un órgano por ejemplo. Esto se usa tan de repente que obviamente no es algo que se deba tener, pero un arpa sí, y esta es una carencia que yo veo que debería cubrirse en el ámbito de la gran mayoría de orquestas latinoamericanas que no la tienen. Lamentablemente eso es así. Yo creo que al cumplir sesenta años, la orquesta debe haber cubierto ya las principales necesidades, como es una planta completa de cuerdas, cosa que tampoco se ha llegado en muchos casos, y lo mínimo necesario en lo que se refiere a la planta instrumental en todos los grupos. Ahora, en lo que se refiere a la calidad, en esto sí se han logrado muchas cosas, yo creo que la Orquesta Sinfónica Nacional de República Dominicana debe sentirse orgullosa de haber llegado a sus sesenta años. Primeramente, por haber llegado a los sesenta años, lo que es algo también muy raro, porque generalmente se forman orquestas y desaparecen. El mantenerse durante sesenta años es ya algo muy digno de encomio y además el haber llegado con una actividad plena, con temporadas anuales muy regulares, sin dejar de trabajar es algo que hay que encomiar, hay que felicitarlo y eso es algo de lo que hay que estar orgulloso."

Álvaro Manzano








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