“Aun en la adversa suerte siempre hay un triunfo que alcanzar: la muerte.”

Emilio Ferrari


“El universo es un libro
que escribió Dios por su mano,
en que el amor es el tema
y lo demás comentario.”

Emilio Ferrari


La muerte de Hipatia

Entre aquel bullicioso clamoreo
De franca admiración que por doquiera
Resonando de Hipatia en la carrera
Síguela hasta las puertas del Museo...
Ven con ira y terror cómo á la magia
De aquella voz divina,
Eco de un mundo cuyo fin presagia,
La veleidosa turba alejandrina...
En tanto, grave, como nunca bella,
Ya en el lugar acostumbrado ocupa
Puesto eminente la gentil doncella.

Emilio Ferrari



La nueva estética

Un día, sobre asuntos de la clase,
firmaron las gallinas un uckase,
y desde el Sinaí del gallinero
promulgaron su ley al mundo entero.
Disponíase allí, por de contado,
que el vuelo de las águilas robusto
debe ser condenado
como un cursi lirismo de mal gusto;
que, en vez de labrar nidos en la altura,
se escarbe, sin cesar, en la basura;
que, para dilatar los horizontes,
ras con ras decapítense los montes,
y dejando al nivel todo Himalaya,
del muladar que su corral domina,
en adelante, no haya
más vuelos que los vuelos de gallina.
Esto el volátil bando
decretó, la invención cacareando.
Mas, a pesar del alboroto, infiero
que la gente después, según costumbre,
siguió admirando al águila en la cumbre
y echando las gallinas al puchero.

Emilio Pérez Ferrari



“No; no es el cuerpo miserable andrajo
que damos a la muerte por rescate;
es más bien la herramienta del trabajo,
es más bien la armadura del combate.”

Emilio Ferrari


"Pecaría de ingrato si no confesara el ruido estrepitoso que movieron en torno mío aquellos versos. La audición se convirtió en un alboroto, en una locura que rayó en extremos que no acierto a explicarme. Durante muchos días, la algarada siguió en la prensa. Los diarios de más circulación, que suelen escatimar el espacio a la literatura, llenaron sus columnas con juicios, reseñas, anécdotas y versos de la afortunada lectura. Llovieron sobre mí banquetes, serenatas, invitaciones; todas las puertas se me abrieron, todas las sociedades literarias me agasajaron en su seno. En fin, lo que soy lo debo a aquella noche en que de un golpe, en unas horas, mi nombre salió de la oscuridad para flotar en el favor público."

Emilio Ferrari


“¿Por qué razón, al pasar del comedor al salón de fumar, sienten tantos hombres la súbita necesidad de contarse al oído menudas historias sucias?”

Emilio Ferrari



“¿Qué solitario corazón no incita la sirena falaz de lo imposible?”

Emilio Ferrari


Receta para un nuevo arte

Mézclense sin concierto, a la ventura,
el lago, la neurosis, el delirio,
Titania, el sueño, Satanás, el lirio,
la libélula, el ponche y la escultura;

disuélvanse en helénica tintura
palidez auroral y luz de cirio,
dese a Musset y a Baudelaire martirio,
y lengua y rima pónganse en tortura.

Pasad después la mezcolanza espesa
por alambique a la sesera vana
de un bardo azul de la última remesa

y tendréis esa jerga soberana
que es Góngora vestido a la francesa
y pringado en compota americana.

Emilio Ferrari



















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