“Comer con Buffett me enseñó como piensan y cómo tratarles.”

Guy Spier


"Conoce a alguien, haz algo por él, y observa cómo responde.
El libro de Adan Grant Dar y recibir: Por qué ayudar a los demás conduce al éxito lo explica muy bien: están los givers (los que dan más de lo que reciben, los que disfrutan ayudando y explicando sus conocimientos) los takers (los que toman más de lo que reciben, no les gusta compartir y tratan de llevarse el crédito de los éxitos grupales) y los matchers (los que están en medio; tú haces algo por mí, yo hago algo por tí).
Cuando haces algo por alguien, te das cuenta muy rápido de si son takers, matchers o givers. Al principio, cuando empiezas a dar mucho, se te acercan todos los takers. Así que tienes que trabajar para alejarlos de tu vida. Pero después, con el tiempo -y estoy hablando de 5 a 10 años- me di cuenta de que estaba rodeado de givers, de gente que da, y esto establece las bases del éxito. Y hay una cosa de todo esto que me emociona. Todas las ideas que estoy explicando, nunca podría haberlas justificado ante un departamento de marketing, porque parece una pérdida total de dinero… Creerían que el horizonte temporal para recuperar la inversión está demasiado alejado, o que quizá nunca se recuperaría…
Muchas de las cosas que he hecho, no tenían ningún retorno. Sin embargo, con el tiempo, empecé a ver un pequeño retorno casi imperceptible. Si pensamos en términos lineales como la mayoría de la gente, no merecería la pena pero, si seguimos haciéndolo durante 10 años, la curva se hace mucho más pronunciada, y su crecimiento no es lineal, si no que la pendiente cada vez es mayor. Y cuando la gente se da cuenta, es 10 años después."

Guy Spier


"Cuando me siento en frente de mis socios y me dicen, «¿cuál es el proceso que sigues para vender acciones?» Les digo que tengo un proceso realmente malo. No sé como hacerlo bien y no creo que nadie sepa cómo hacerlo bien."

Guy Spier


“Descubrí que ganar mucho dinero no es lo más importante y, sobre todo, que para ganarlo no es necesario que otro lo pierda.”

Guy Spier


"Es tan difícil vender cosas que lo mejor es comprar cosas que jamás vas a querer vender."

Guy Spier


"La mayor parte de las cosas buenas que me han pasado en la vida -incluidas las reuniones con grandes personas- son el resultado de componer la buena voluntad del ser humano."

Guy Spier


“Muchos me pueden ver simplemente como el hijo de un hombre rico, lo acepto, pero prefiero ser sincero. Mi padre, que trabajaba en Londres, era un inversor ‘off shore’ [utilizaba fondos con tributación en paraísos fiscales], así que yo lancé un fondo ‘off shore’. Reconozco que hay una parte injusta, porque el fondo no es accesible a todos los públicos. En España no está disponible.”

Guy Spier



"Para la mayoría de las personas, lograr la claridad intelectual y el desapego emocional que requiere la inversión es difícil."

Guy Spier


"Si llenas una bañera y empiezas a dar golpecitos para hacer olas, incluso aunque golpees muy flojo, si lo haces de forma constante, conseguirás que, finalmente, todo el agua se convierta en una sola ola, de forma que se mueva de un lado para otro.
No puedo explicar esto, ni puedo apoyarme en la ciencia, pero creo que mucha de la gente que ha conseguido el éxito en la vida, lo que ha hecho es encontrar una forma en la que participar en el mundo en una frecuencia -y no sé qué significa esa frecuencia, pero es una frecuencia que resuena- y una vez que ha empezado a sentir que esa frecuencia resuena, las cosas se refuerzan a sí mismas. Y pasan cosas tremendas, como que Sara me llame para decirme: «¿Quieres venir para dar una charla en Google?»…
Esa idea de encontrar la frecuencia en la que puedo resonar en el mundo y el mundo me devuelve la frecuencia, es una idea muy cursi, pero ha resultado ser muy poderosa para mi."

Guy Spier


"¿Te has sentido alguna vez así? ¿Odiándote a ti mismo? A diferencia de Hamlet, yo no tenía pensamientos suicidas. Pero me sentía casi tan desgraciado como él. Los banqueros de inversión me daban asco, sobre todo los que trabajaban conmigo. Y lo mismo sucedía con mi empresa. Y, lo peor de todo, sentía asco de mí mismo.
Menos de dos años atrás, me sentía preparado para conquistar el mundo. Por aquel entonces, era estudiante en la Harvard Business School (HBS). Previamente, me había graduado por la Universidad de Oxford, donde acabé primero de mi promoción en Economía. Todo parecía posible…, hasta que lo tiré todo por la borda con un único y temerario paso profesional.
En 1993, unos meses antes de graduarme por Harvard, tropecé con una oferta para trabajar como asistente del presidente de D. H. Blair Investment Banking Corp. Había leído bastante sobre banca de inversión, y empecé a imaginarme como uno de aquellos prósperos «Señores del Universo».
Rebosante de juvenil confianza, viajé a Nueva York para reunirme con J. Morton Davis, el presidente de D. H. Blair. Antes de empezar su carrera, Morty había sido un pobre niño judío de Brooklyn. En 1959 consiguió graduarse por la Harvard Business School, y acabó siendo propietario y presidente de D. H. Blair, que se había fundado en 1904. La gente me había contado que aquel hombre había ganado cientos de millones de dólares.
Me reuní con él en un despacho de paredes forradas con paneles de madera que tenía en el número 44 de Wall Street. Las oficinas no habían experimentado ningún tipo de remodelación, y conservaban el aspecto de un banco de inversión tradicional de tiempos de John Pierpont Morgan. De hecho, la sede central de J. P. Morgan ocupaba el edificio prácticamente contiguo."

Guy Spier



"Tuve la suerte  de darme cuenta de que para mi era más valioso, y que viviría una vida con más sentido, si era auténtico y honesto conmigo mismo y con el mundo, que si trataba de pasar por alto cosas que hacía y que no me gustaban."

Guy Spier







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