Ephemera

Del huevo que una tarde de verano
depositó en el agua,
eludiendo el acoso de las truchas,
hoy ha nacido, mínimo y elegante,
el más hermoso insecto.

Desplegará las alas, volará
apenas unas horas, acaso conociendo
las hojas de algún chopo,
para luego buscar pareja junto al agua.
Hoy, también, morirá.

Su escueta perfección insuperable
carece de aparato digestivo,
pues nunca ha de comer,
su lugar en el mundo es ser cadena
sometida a la evolución.

Nace, se reproduce y muere
teniendo a su hermosura indiferencia:
la breve y plena vida de una efémera.

La tuya no es más larga.

Antonio Manilla



Escultura de arena

Elevan contra el tiempo alada instancia
de eternidad, instante detenido,
infancia perdurable. Una oración
para parar el curso de los astros
y que se torne estatua el mundo. Nunca
consiguen otra cosa que esculturas de arena.

En el filo del día, recortados
contra el celaje quieto del estío,
rompiendo el equilibrio del crepúsculo,
persiguen a la tarde los vencejos:
ignoran que se va sin importarle
lo que ellos hagan para retenerla.

Mientras se esfuman en el leve aire
que precede a la noche
—igual que por ensalmo se van y viene el viento—,

luce un instante más, reflejado en sus alas,
el sol que se derrama
con el rojo fulgor de un vino añejo.

Antonio Manilla



Impromptu

El motivo inmutable 
es la muerte.

—la vida, variaciones
que un músico improvisa
sin partitura
ni cobijo, desentrañando
nota a nota la oculta melodía.

En el atril del mundo, 
las páginas en blanco de los días,
las horas fugitivas,
las inconformes nubes.

Antonio Manilla



"La poesía además de un arte es una artesanía, quiero decir que para escribir poesía hay que tener los rudimentos básicos. Ya sé que hay mucha gente que escribe y no los tiene pero... es como si un pintor no sabe hacer la imprimación del lienzo, pues pinta y a los tres meses se cae la pintura, pues en poesía ocurre lo mismo."

Antonio Manilla


Luz de jazz 

Media vida vivida en estaciones,
terminales, andenes
en que nadie te espera, ni te despide nadie,
viendo llegar aviones,
barcos que zarpan, trenes
que nunca son el tuyo —aunque lo fuera,
y lo tomases, siempre te dejaba
en un lugar hostil y solitario
muy semejante a ti—,
                                       con todo preparado,

ligera el alma de equipaje
y el pasado abolido,
dispuesto a la aventura. 

Toda una vida así,
bajo su luz de jazz     
aciaga y mortecina,
para dormirte ahora:
era este tu tren y el tren se aleja. 

Oscura luz de nieve
ilumina la estatua de la noche.

Antonio Manilla



Mater matuta

El milagro mayor del mundo
ocurre cada día ante nosotros.

Al margen del amor y de los sueños,
se recompone el orbe cada noche:
recupera su forma cuanto fue uno
hasta el día anterior
y alborotó en fragmentos el crepúsculo
—su alta hilatura de vencejos
lanzados al albur como unos dados.

Ajeno al hombre y su pasión de fuego,
a sus vanas creencias y temores,
a su oración alzada hacia la nada,
acontece el milagro
cotidiano.

Vuelve, grandilocuente, el alba.

Antonio Manilla


Poética elemental

Sé que debe evitarse en el poema
la luna y el verano, los celajes cambiantes,
la playa de minutos infinitos
y las rosas fugaces, como el amor eternas
en el jardín cerrado del invierno.
También el oro viejo del ocaso,
también la plata sucia del recuerdo,
las aguas estantías del olvido
y el ruiseñor herido
en cuyo pecho cabe el universo.
Todas aquellas cosas que en silencio
nos hablan de nosotros sin decirnos
y nos dicen verdades –historia sólo hay una–
que siempre son iguales.

Antonio Manilla



Sub sole

Mejor que tú lo sabe
quien ha vivido tantas primaveras
como para dejar que algo le maraville
aunque vital florezca y se alce y cumpla
su cometido con la tierra toda;

aquel que en el desdén de él fenece
porque signó en un sueño su fortuna
y pronto vio acercarse a un anciano
con las ropas raídas y sin nada;

el que al amor le fía la existencia
y el rumbo de su ser
y tarde reconoce que camina
llevado de la mano por un niño;

quien ha vivido tanto y tanto invierno
como para juzgar con impiedad
a una bestia al acecho de comida
en el mundo invadido por la nieve.

Mejor que tú lo sabe
el mundo entero:
no existe novedad; la vida se repite.

(Y por los siglos
se expande, igual que un gen,
con todo, siempre,
en variante infinita, el mismo error humano,
la cepa resistente de ese virus
salido de la caja de Pandora:

la infatigable búsqueda de la felicidad).

Antonio Manilla






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