"Para aquellos que nunca han conocido la separación de la mente de los avisos de los sentidos, puede que no sea fácil concebir los medios por los que se alcanza tal poder, habida cuenta de que hasta el hombre más sabio de nuestro hemisferio encontrará difícil dominar su atención sin que ésta viaje hasta algún objeto que llame a sus sentidos o despierte su recuerdo —a veces incluso el zumbido de una mosca tendrá el poder de molestarle—. Sin embargo, nos dicen que ha habido hombres que durante generaciones, desde el pasado, han practicado la contemplación y la abstracción, empezando desde el periodo más temprano de su vida y continuando en muchos casos hasta la edad más madura, añadiendo cada cual una porción de conocimiento a lo acumulado por sus predecesores. En ese caso, podemos concluir que, si la mente, al igual que el cuerpo, se fortalece con el ejercicio, entonces es probable que a través de ese ejercicio cada una de estas mentes haya adquirido la facultad a la que aspiraba, de suerte que sus estudios colectivos han propiciado el descubrimiento de nuevas vías de reflexión y combinaciones de sentimientos totalmente diferentes de las doctrinas conocidas por los eruditos de otras naciones; y que, por especulativas y sutiles que sean, cuentan con la ventaja de derivar de una fuente libre de toda contaminación accidental, con lo que pueden estar en consonancia con la más sencilla de las nuestras."

Warren Hastings
Tomada del libro Musketaquid de Henry David Thoreau

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