CALLES DE BILBAO

Calles de Bilbao,
arriba y abajo,
de la ría al monte,
algunas rectas,
las más torcidas,
la tierra se ha cubierto
de casas y de hombres,
de máquinas
para llevar
a los hombres de un sitio a otro,
de vicios y de pecados,
de caridades y de crímenes,
plazas redondas,
alamedas anchas,
vosotras
a mí
me traéis
a la memoria
mi viejo propósito,
lo que quise hacer una vez
y nunca
he hecho,
Autonomía,
Amistad,
Paz,
Libertad,
Fueros,
las cosas que yo he amado,
ministro Urquijo,
cardenal Gardoqui,
almirante Mazarredo,
general Eguía,
economista Arriquíbar,
los hombres que yo he odiado,
calles,
feas calles,
calles por aquí y por ahí,
por allí,
por todas partes,
me nace en el alma el deseo de subir al Gorbea,
para organizar allí la salvación de la lengua vasca,
pero me quedo aquí,
entre estas calles,
esperando un milagro,
porque no tengo
el suficiente coraje
para dejar de afeitarme todos los días

Gabriel Aresti Segurola



Defenderé
la casa de mi padre.

Contra los lobos,
contra la sequía,
contra la usura,
contra la justicia,
defenderé
la casa de mi padre.

Perderé
los ganados,
los huertos,
los pinares;
perderé
los intereses,
las rentas,
los dividendos,
pero defenderé la casa de mi padre.

Me quitarán las armas
y con las manos defenderé
la casa de mi padre;
me cortarán las manos
y con los brazos defenderé
la casa de mi padre;

Me dejarán
sin brazos,
sin hombros
y sin pecho,
y con el alma defenderé
la casa de mi padre.

Me moriré,
se perderá mi alma,
se perderá mi prole,
pero la casa de mi padre
seguirá
en pié.

Gabriel Aresti Segurola



Harrika hildako miceleta

Pausa pinpilin,
pinpilin pausa
cola coleta
mari coleta,
mauri celeta,
zer bidegabe kometitu huen
hik,
koloretako miceleta,
baldin,
jada jaiorik,
(baina nori eskatu hion jaioceko
baimenik?)
lote baten bainean...
pausa...
bi pausa...
pausatu...
ba...
hin...
zen...?
Nola jakinen huen
lore hura
konkretuan landaturik
zegoela?
Uia Apia,
Zugarramurdi,
Dachau,
Gernika,
Ai, ene fede apurraren,
706.755 egunekin
jaioa,
eta
10.646 egun geroago
bir
hila!
Kripto eta kripto,
ni,
kristograma!

Gabriel Aresti Segurola



La casa de mi padre

Defenderé
la casa de mi padre.
Contra los lobos,
contra la sequía,
contra la usura,
contra la justicia,
defenderé
la casa
de mi padre.
Perderé
los ganados,
los huertos,
los pinares;
perderé
los intereses,
las rentas,
los dividendos,
pero defenderé la casa de mi padre.
Me quitarán las armas
y con las manos defenderé
la casa de mi padre;
me cortarán las manos
y con los brazos defenderé
la casa de mi padre;
me dejarán
sin brazos,
sin hombros
y sin pechos,
y con el alma defenderé
la casa de mi padre.
Me moriré,
se perderá mi alma,
se perderá mi prole,
pero la casa de mi padre
seguirá
en pie.

 
Nire aitaren etxea

defendituko dut.
Otsoen kontra,
sikatearen kontra,
lukurreriaren kontra,
justiziaren kontra,
defenditu
eginen dut
nire aitaren etxea.
Galduko ditut
aziendak,
soloak,
pinudiak;
galduko ditut
korrituak,
errentak,
interesak,
baina nire aitaren etxea defendituko dut.
Harmak kenduko dizkidate,
eta eskuarekin defendituko dut
nire aitaren etxea;
eskuak ebakiko dizkidate,
eta besoarekin defendituko dut
nire aitaren etxea;
besorik gabe,
sorbaldik gabe,
bularrik gabe
utziko naute,
eta arimarekin defendituko dut
nire aitaren etxea.
Ni hilen naiz,
nire arima galduko da,
nire askazia galduko da,
baina nire aitaren etxeak
iraunen du
zutik.

Gabriel Aresti Segurola


LA MEDIDA DEL MUNDO

Hablo sobre mí mismo porque yo soy
la medida del mundo.
Que me perdonen.
Cada cual ve las cosas con sus ojos.
Y ¿quién me dice a mí que el campanario de la iglesia
de Llodio no puede ver? ¿Quién me lo dice?
Debo hablar sobre mí mismo,
porque yo soy
lo que mejor conozco.
Mi pecho es un laberinto, un dédalo,
y conozco perfectamente todos sus recovecos:
por él puedo caminar como de la cómoda a la cama,
hasta el día que me cieguen los ojos del alma.
De todas formas yo soy el que hablo
y digo mundo,
con mi vara debo medir el mundo,
porque no puedo usar mejor medida.
Lo que hay dentro de mi pecho,
solo eso quiero yo saber.
Hablo sobre mí mismo.

Vive en Zarauz un hombre, que antes de la guerra
comulgaba diariamente.
Ahora una sola vez al año,
pues hay que protestar, sí, ¡qué demontres!
Tiene una hija de veinte años,
que estudia piano, pintura y alemán;
el año que viene se le casará
¡nada menos que con un ingeniero de puentes!
A ese hombre no le gustará
que hable yo sobre mí mismo, pero
no se da cuenta que soy
el hombre más sabio de este mundo.
No está sabedor de ello el pobrecito.

Gabriel Aresti Segurola


MI NOMBRE

Cuando yo me muera se podrá leer
la siguiente inscripción encima de mi tumba:
Aquí yace Gabriel Aresti Segurola. En paz descanse.
Pérez y López. Marmolistas. Derio.
Habrá también en la Biblioteca Provincial de Vizcaya
(si no me excomulgan antes),
un libro (acaso, no es seguro),
que nadie leerá,
con mi nombre.
Y un hombre dirá cuando florezcan los cardos:
Como decía mi padre, yo también…
(Me vendrá todos los años una mujer por Todos los Santos
con una corona de flores).
No quiera Dios que pongan mi nombre
a una calle de Bilbao.
(No quiero que un barbero borracho pueda decir:
Yo vivo en Aresti con la cuñada
vieja de mi hermano. Ya sabes. Con la coja).
A veces los viejos decires se equivocan.
Pienso que mi nombre
es mi ser,
y que no soy
sino mi nombre.

Gabriel Aresti Segurola



Mi voz es un martillo

Mi voz es un martillo
negra poesía
Palabra firme y llena
de feroz hombría
Que golpea en tus clavos
dulce madre mía
Y mientras te golpea
sufre tu agonía.

Gabriel Aresti Segurola



Poesía

Dirán
que esto
no es
poesía,
pero
yo les diré
que la poesía
es
un martillo.

Gabriel Aresti



SI POR DECIR UNA VERDAD…

Si por decir una verdad
han de matarme
las hijas,
han de violarme
la mujer,
han de derribar
la casa
donde vivo;
Si por decir una verdad
han de cortarme
la mano
con que
escribo,
la lengua
con que
canto;
si por decir una verdad
han de borrar
mi nombre
de las páginas
áureas
de la literatura vasca;
en ningún momento,
de ninguna forma,
en ningún lugar
podré
callarme.


EGIA BAT ESATEAGATIK…

Egia bat esateagatik,
alabak
hil behar bazaizkit,
andrea
bortxatu behar badidate,
etxea
lurrarekin
berdindu behar bazait;
Egia bat esateagatik,
ebaki behar badidate
nik eskribitzen
dudan
eskua,
nik kantatzen
dudan
mihina;
Egia bat esateagatik,
nire izena
kenduko badute
euskal literaturaren
urrezko
orrietatik,
inoiz,
inola,
inun
eznaiz
isilduko.

Gabriel Aresti Segurola
Piedra y pueblo, 1964. Traducción del autor



SIEMPRE DIRÉ…

Siempre diré
la verdad.
De mi boca no saldrá palabra
que no sea verdad.
Me romperán los labios,
se me caerán los dientes,
me cortarán la lengua,
pero
yo
nunca
mentiré.
Y si alguna vez,
rompiendo mi juramento,
digo una mentira,
será
para que el sol no se oscurezca,
para que la luna alumbre,
para que la rosa gane algún pétalo,
para que el clavel no pierda su perfume,
para que el niño siempre goce de la teta
y para que a la doncella
se le vaya la virginidad
con nobleza.


BETI ESANEN DUT…

Beti esanen dut
egia.
Nire ahotik ezta hitzik aterako,
egia eztena.
Ezpañak apurtuko zaizkit,
hortzak eroriko zaizkit,
mihina ebakiko didate,
baina nik
eztut
gezurrik
esanen.
Eta inoiz,
nire juramentua hautsirik,
gezur bat badiot,
izanen da
eguzkia ilundu eztadin,
ilargia argitu dadin,
arrosak orriren bat irabaz dezan
krabelinak usainik gal eztezan,
haurra beti ditiaz goza dadin,
edo dontzeiliari
birjindadea joan dakion
nobleziaz.

Gabriel Aresti Segurola



VERDADES DE FERNANDO

Mi corazón
está a la izquierda
y su sangre
es
roja.

Gabriel Aresti Segurola



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