El viejo poney

”¿Por qué eres tan breve?”
Die Kürze, F. Hölderlin

El poema breve ha sido nuestro
caballito de batalla. El viejo
poney hoy yace reventado
por el uso y el abuso
de sus obsesos y obesos jinetes.

Lo cabalgaron epigramáticos
caballeros de todas las layas;
Ezra hasta marearse girando
en el secular carrusel chino;
Bertoldo, el didascálico bávaro
partió en él montado al exilio.

Después medio mundo
lo ha cabalgado y hecho galopar
sin reposo, pienso ni abrevadero.

Desmóntalo antes que se te muera;
que pazca libre y expire en paz
en una cancha de fútbol suburbana
resoplando briznas polvorientas
cerca de unas carpas de gitanos.

Y cuando el infeliz penco muera,
disequémoslo, relleno de aserrín
para que se retraten en plazas
niños ecuestres y viejos poetas
mirando la cámara sobre sus lomos,
con ojos de vidrio triste y verde.

Gonzalo Millán



"Estudié en los Dominicos en la Academia de Humanidades, y después a los 11 años se acabó mi infancia, y la adolescencia la viví en Ñuñoa y me cambié al Lastarria. O sea, cambié de un colegio religioso a uno laico, del barrio La Chimba -un sitio provinciano y marginal- a la modernidad santiaguina. Y ahí maduré, como los membrillos, a chancacazos no más."

Gonzalo Millán Arrate



Hago señas y signos pasajeros

En aquel mismo árbol fui a buscar
otro verano, el corazón ése, mal grabado
sobre una playa de corteza tersa
con la hoja viva y rota de un cuchillo.
La crecida del invierno y de la savia
había arrastrado nuestras letras,
flechas y dibujos infantiles,
hasta perderlos en el laberinto para siempre
tragados por el remolino de las ramas.

Gonzalo Millán Arrate


La cara de Dios

En una mano la piedra
negra y enmantequillada
destellante en los dedos
del infame idólatra;
mordido, menospreciado
el pan en la otra mano.

Gonzalo Millán Arrate


La ciudad, 48

El río invierte el curso de su corriente.
El agua de las cascadas sube.
La gente empieza a caminar retrocediendo.
Los caballos caminan hacia atrás.
Los militares deshacen lo desfilado.
Las balas salen de las carnes.
Las balas entran en los cañones.
Los oficiales enfundan sus pistolas.
La corriente penetra por los enchufes.
Los torturados dejan de agitarse.
Los torturados cierran sus bocas.
Los campos de concentración se vacían.
Aparecen los desaparecidos.
Los muertos salen de sus tumbas.
Los aviones vuelan hacia atrás
Los “rockets” suben hacia los aviones.
Allende dispara.
Las llamas se apagan.
Se saca el casco.
La Moneda se reconstituye íntegra.
Su cráneo se recompone.
Sale a un balcón.
Allende retrocede hasta Tomás Moro.
Los detenidos salen de espalda de los estadios.
11 de Septiembre.
Regresan aviones con refugiados.
Chile es un país democrático.
Las fuerzas armadas respetan la constitución.
Los militares vuelven a sus cuarteles.
Renace Neruda.
Vuelve en una ambulancia a Isla Negra.
Le duele la próstata. Escribe.
Víctor Jara toca la guitarra.
Canta
Los discursos entran en las bocas.
El tirano abraza a Prat.
Desaparece.
Prat revive.
Los cesantes son recontratados.
Los obreros desfilan cantando
¡Venceremos!

Gonzalo Millán Arrate



Nadie

Las calles están silenciosas
y desiertas. Solamente cruzan
las sombras de los árboles.

No se oyen pájaros, bocinas,
ni siquiera el motor inminente
de un auto siempre aproximándose.

Los ascensores, las escaleras
y pasillos de los edificios, vacíos.

En una cocina un charco
en torno al refrigerador
que de deshiela
con sus bandejas desnudas
y la puerta abierta.

Conservada en el hielo
no hay más que una arveja
muy pequeña, redonda y verde.

Gonzalo Millán Arrate


Paso por la arena

Antes que llegue el rumor de la marea
y el blanco hervor de huevo de la espuma,
me oigo en el eco de un caracol vacío
como el callado hueco de aire oscuro
que hay en toda huella de pisada.

Gonzalo Millán Arrate



Si me abrieras el puño,
me hallarías sucia la palma de la mano

Sabes mis ojos y sobre mi boca sabes
el número infantil de los lunares.
Conoces mi risa de torcidos labios
y sabes además,
que levanto un hombro cuando camino.
Falta sólo que vuelques
la faz soleada y lisa de la piedra
y mires mi otra cara,
hundida dentro de la tierra.

Gonzalo Millán Arrate



"... Veo mi trabajo como el llegar a la interrelación entre imagen y palabra."

Gonzalo Millán Arrate














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