Viginia Horton (VH): Me siento en el pasto… el pasto es muy grueso. Soplo los dientes de león. Siempre me gustaron pues son muy mullidos. Me siento bajo un gran Roble que se mece, me gusta mecerme, y me gusta mirar todas las plantas y las flores. Tengo my pequeño jardín con cosas creciendo, aunque estaba decepcionada de que no crecían las cosas como en el jardín de mamá. El mío está todo mezclado y ya no sé distinguir cuales son las flores y cuál es la hierba… pero espero que la hierba se convierta en flores. Yo no extraje nada. Ese es mi jardín. Se supone que crezca…. y camino por el pasto, tomo la tierra. La tierra es húmeda. Miro a los cerdos…me gusta mirar a los pequeños cerditos, y caminó arriba hacia la colina. Busco por algunas piedras llamativas y en ocasiones veo lagartijas alrededor. Me asustan, pero me gustan en cierto sentido. Son como pequeñas rocas, sin embargo no me gusta tocarlas. Busco piedras interesantes y en ocasiones veo grandes pilas de estiércol de vaca… son en verdad grandes…y me gusta el granero. Acostumbrábamos tener más animales anteriormente. Ahora sólo tenemos algunas gallinas. Hay uno o quizás dos caballos. Camino dentro para traer los huevos. Recuerdo la sensación de caliente de esas barrigas y el poner mi mano debajo de sus barriguitas. No siempre tienen huevos debajo…y además debo palparlas…tienen barrigas gordas. En ocasiones hay dos huevos. No creo que se recogieran los huevos cotidianamente. Así que los recogía yo. Pienso que quizás había entre ocho o nueve de ellos, eran color café.
Recuerdo que siempre me gustaron los huevos, inclusive desde muy niña. Mi abuela tenía un huevo de porcelana para tejer y a mí me atraía mucho mirarlo, y tuve uno en mi cumpleaños. Me gusta. Siempre me han gustado los huevos de gallina. Me dan una buena sensación.
Así que recolecté todos los huevos que pude y fui de vuelta a casa. Recuerdo que mi pierna me picaba. Me picaba como cuando te rocían agua…Es la sensación de tener fluido en la superficie…ese tipo de picazón. Así que me rasqué pero aún pica. Así que me bajé el jeans y sin mirar extendí mi mano para rascarme, mi pierna se sintió mojada, al mirar vi que mi mano estaba cubierta de sangre y vi sangre en mi pierna. Me sorprendió mucho pues tengo miedo a la sangre y a cortarme. Pensé si acaso esto pudo haber sido sangre de alguna gallina o algo más. De primera mano no pensé que aquello era mi propia sangre. Pero al examinarme vi una cortada y la cortada era grande. Mi pierna sangraba y la sangre bajaba hasta la media…tengo sangre muy obscura. Así que corrí a casa con los huevos de gallina. Voy con cuidado de no dejarlos caer, y digo:
-Mamá mira. Me corté.-
Ella dijo: -¿Cómo te cortaste?,-
y dije: -No lo sé, sólo tengo una cortada.-
Ella la miró. Ella miró mucha sangre. Ella dijo: -Debiste haber sentido…-
y le dije: -No lo sé, de repente sólo estaba la cortada y no sé de donde provenía.- (Virginia utiliza una voz diferente cuando repite las palabras de su madre)
Madre: Bien, ¿A dónde estabas?
VH: Sólo sacaba los huevos del granero.
Madre: ¿Y no lo sentiste?
VH: No, no lo sentí. No sé con qué me corté.
luego mi madre le dijo algo a mi abuelo.
Madre: ¿Hay algo corto punzante en el granero?
VH: Mi abuelo respondió diciendo, No que yo sepa. ¿Por qué?
Madre: Virginia se cortó.
VH: Mi abuelo miró y me preguntó: ¿Con qué te cortaste? y le contesté: No lo sé, sólo… estaba sangrando. No sé con qué me corté.
Abuelo: ¿Te duele?
VH: No, no me duele
Abuelo: Es una cortada profunda
Ellos la limpiaron con una venda húmeda mientras yo los miraba y me preguntaba por qué no me dolía. Mamá puso una venda en la cortada. Le tomó un rato. La herida no dejaba de sangrar. Aún sangra aunque ya no mucho. Me da un poco de comezón. Me da picazón, pero por la sangre tocando mi piel porque la herida misma no la siento en lo absoluto. Casi como si no fuera parte de mí. Como si mirara la pierna de alguien más.
Aphrodite Clamar (AC): Pídele a tu mente que recuerde cómo fue que te cortaste
VH: ¿Cómo le pregunto?
AC: Déjate ir hacia tú misma, hacia tu propio ser interno. (Aquí la doctora Clamar le provee más instrucciones a Virginia)
VH: Bien, me da miedo ver cómo me corté. Eso no me gustaría. (En este punto Virginia parece rehusar el penetrar en ese recuerdo, parece mostrar una resistencia a ello)
VH: Creo que mi pierna la cortó un escalpelo. Era muy afilado y limpio… como si alguien hiciera una bien hecha, limpia y rápida incisión…y pienso que no dolió, pero pienso que yo esperaba que no doliera.
(Aquí de nuevo Virginia parece rehusarse a profundizar en el recuerdo, sin embargo de una pausa ella continúa)
VH: Ellos hicieron una pequeña incisión. Ellos no pretendían lastimarme.
AC: ¿A dónde estabas tú cuando esto se llevaba a cabo?
VH: Estaba acostada sobre un sofá semejante a este. Era confortable, tú sabes, como una cama o casi como una camilla médica, pero… no poseía la calidad de la oficina de un doctor. No es cromo y blanco, y la luz es muy potente. Hay mucha luz pero pienso que tal vez es un color perlado. Esos tipos de colores… Había una sensación de lujo. Elegante, simple y adinerado. Trato de percibir algún olor. Limpio. Verdaderamente un aroma a “ozono”. Ese era el olor. Una especie de olor limpio, pero nada específico.
AC: ¿Cómo te sentías?
VH: Me sentía muy relajada, casi como estar en casa. Confortable. Curiosa. Como cuando eres el invitado en casa de alguien y te sientes bien de estar allí. Yo… ah… parece que se me dijo lo de la cortada, que no dolería y que había una razón para ello, pero pienso que dicha razón no estaba muy clara para mí…. lo que fuera la explicación, no la entendí realmente.
AC: ¿Quién te dijo acerca de la cortada?
VH: Hmm…. Trato de pensar. ¿Quién me dijo de la cortada? No lo sé. Sólo podría decir que fue comunicación directa con mi mente,  pero no podría afirmar categóricamente que fuera telepatía… el problema que tenía no era de comunicación sino de entenderles de lo que hablaban.
AC: ¿No lo entiendes conceptualmente?
VH: Sí, la parte conceptual no la entendía, pero no tenía ninguna dificultad para comunicarme. El proceso comunicativo, ya sea que fuese en Inglés (Virginia Horton habla inglés) o directamente mental no tenía ningún inconveniente… es sólo que a esa edad la comunicación era muy veloz, y no pensaba quién era siquiera, quien se comunicaba conmigo. Sentía como si fuera un familiar comunicándose y diciéndome que necesitaban una pequeña pieza de mí para comprender…parecía como si estuvieran trabajando en un rompecabezas difícil y eso era muy importante para ellos. Ellos me pidieron permiso. Sentí como si uno de ellos se comunicaba conmigo mientras un tercero realizaba la incisión. No sé cuántos de ellos había, no poseo recuerdos visuales. Tengo memoria de ciertos colores, algo azul o perlado… también de una sensación, una textura como terciopelo o algo así. También pareciera como si quien me hablaba estaba en otra habitación. Ese ser me dijo: “Tú no puedes vernos porque no entenderías cómo lucimos. Eso te aterraría.”
No recuerdo ver a nadie, pero me parece que todo se manejaba como si fuera un equipo automático, con la excepción de que ellos me iban explicando lo que el instrumental haría.
Me producían un sentimiento de estar con alguien familiar, como con mi abuelo. La sensación de estar con una persona mayor con la que me siento bien.
Aunque había varios de ellos sólo me comuniqué con uno. Ahora me siento más intrigada por la habitación en la que estoy, y el ambiente inmediato, así como de dónde provienen ellos, y qué es lo que buscan. La habitación no tiene una sensación extraña, es grande y moderna. El lugar en el que estoy parece ser esférico, me refiero a que el cuarto parece ser redondo.
Hay muchas cosas allí que me atrapan la atención: cosas que brillan, son luminosas, como cristales o instrumentos… pero son tan hermosos que me cuesta distinguir si son cosas o arte. Son simplemente hermosas. Como perlas y como cristales y como metal… también plateadas. El lugar es muy grande, más que su sala (Doctora Clamar), parece que más grande que mi habitación, pero no tan grande como mi apartamento completo. Es un espacio amplio. Pero por supuesto, yo estaba muy pequeña.
La luz no parece provenir de ningún sitio y no es de ningún color en particular. Cambia y ves colores desde diferentes sitios, pero siempre tenue.
AC: ¿Cómo llegaste desde el granero con las gallinas hasta allí?
VH: Hmmm…. sabes, pienso que fui al granero después de esto… el granero… no lo sé. No lo sé. Déjame pensar. ¿Cómo llegué allí? Estoy tan abrumada de estar allí que no recuerdo siquiera cómo fue que llegué. ¿Cómo llegué allí? No fue fácil…
AC: ¿No fue fácil?
VH: No, fue apacible. Fue como si estaba jugando o haciendo algo y de repente estaba en otro lugar. No fue difícil en verdad. No lo entiendo fue sólo como si aparecí allí. Como si sólo “¡Aquí estoy!”. Luego pensé que todo estaba bien. Silencioso, además… no hay mucho sonido… tal vez un suave, suave y ligero zumbido, como el que hace el humidificador [3] . No hubo nada brillante, estruendoso ni centellante, fue como si estuviera en el pasto jugando y al siguiente instante estoy en otro lugar. Como sucede en los sueños (Al decir esto Virginia se queda callada por bastante rato). De hecho pienso que pudo haber sido un sueño, excepto, excepto que yo nunca antes había tenido un sueño como ese (Lo dice enfáticamente). También tengo la sensación de estar en una comunicación de “persona a persona” con quién me estoy comunicando. Me muestra una actitud  muy paternal. Actitud que me recuerda a mi abuelo quién es muy cariñoso y paciente…que le gusta explicar cosas y es divertido… El lugar es como un sueño, excepto que la “persona” no es como un sueño. La comunicación es muy real.
¿Qué más me dijo? Yo… pienso que me explicó cosas. Tú sabes, tal vez como cuando conversas con alguien por primera vez. Cosas como: ¿Cómo estás? ¿Cómo has estado? No es alguien que conociera específicamente, pero me generaba la sensación de ser alguien muy familiar a mí.
Y, Mmmm… (Una pausa larga) Creo que hablamos de las estrellas. Es como “él” dice: “Sabes, si miras al cielo, ves todas esas estrellas”, yo le dije: Yo he hecho eso, y me dice: “Cada una de esas estrellas es como tu sol que tiene planetas alrededor con lugares como dónde vives”
Hay muchas cosas allá, muchos hogares diferentes, y nosotros venimos de un lugar muy, muy distante; venimos de uno de esos hogares.
Parece que “él” pasó un buen rato explicándome que había diferentes tipos de lugares. Algunos de estos muy similares a donde yo vivo, y otros completamente diferentes. Algunos agradables y otros no, algunos modernos y otros más arcaicos.
Así que es un lugar grande y emocionante para explorar. Me dijo que a mí me gustaría ir y explorar la diversidad de lugares en el cosmos, ver como son…algunos de sus habitantes se conocen entre sí, otros no, y “él” sabía mucho de ellos.
Se sentía como si alguien te describiera Europa, tú sabes, diferentes países haciendo cosas diversas en cada nación, y puedes viajar entre ellos.
También me explicó que los habitantes de los diferentes planetas que viven allá son muy diferentes entre sí, y algunos de ellos saben mucho y pueden hacer cosas muy diferentes, principalmente “amigables”, aunque no todos.
Me explicó que eso era lo que yo hacía en su nave… me dijo que yo era parte de esa aventura de descubrir un nuevo lugar y que el planeta Tierra parecía ser un lugar agradable. Yo le dije que sí lo era.
Recuerdo haberle preguntado cómo lucía el planeta o lugar de donde venía. Él me dijo que su lugar de proveniencia era diferente, que luciría extraño para mí, pero no completamente extraño, y ummm… él estaba muy feliz. El ser estaba muy contento de conocerme y visitarme para hablar. Parecía como si todo fuese una gran alegría para él.
Yo no me sentía tan contenta como él, solo algo por empatía. El ser no me dijo mucho de sí mismo, pero tenía manos, dijo tener manos, sus uñas eran muy largas. Su piel era más delgada. No recuerdo si esto lo supe porque me llegó a la mente, pero me dijo que su piel era como la de las ranas. No me acuerdo que me haya especificado cuantos dedos tenía. Me dijo que eran más grises que nosotros en color, también que me costaría más acostumbrarme cómo lucía.
No me abrumó el no saberlo. Era como si yo sólo pensaba que él estaba allí. Como si estuviera allí para comunicarse.
Desde niña siempre he tenido buena comunicación con personas mayores… el ser era como otro más de ellos para mí.
¿Qué más? … tenían ojos. Sus ojos eran diferentes a los nuestros. No los recuerdo con exactitud. No tenían párpados… y podrían no tener dos ojos; no lo sé, podrían tener tanto tres como tener dos. No estoy segura de eso, pero tenían ojos. Ellos tenían un cuerpo que se ponía de pie como el nuestro. Eran altos. Eran cuerpos altos y delgados. Podían caminar.
Su piel era diferente, así como sus huesos. Lo que entiendo es que se refería a que la disposición de los huesos internos en ellos es diferente a la nuestra. También que sus cerebros son un porcentaje del resto del cuerpo… es una parte grande en ellos. Hmmm. Ahora, qué más me dice. Pienso que el pelo, pero no tengo claro si era que no tenían cabello en absoluto o si este estaba colocado en otra parte del cuerpo. No recuerdo que me dijera si “él” era un hombre o una mujer, pero siento que lo que fuera me daba la sensación de un ser masculino, paternalista. Sentí que era viejo. Sí era viejo y no me dijo que tan viejo era. Sólo era anciano. Me recordaba a mi abuelo.
Sabes, aunque hablé con un ser únicamente siento como si gasté una tarde completa conversando con él.
AC: (Una pregunta por parte de la doctora pero inaudible)
VH: El reclinatorio tiene algo que hace eso por sí mismo, y no veo a la persona que lo hace. Como si se hiciera por control remoto. Es como esas cosas con guantes donde introducen las manos para manipular objetos radioactivos.
Pienso que ellos no tuvieron ningún contacto directo conmigo, me refiero físicamente. Donde fuera que estuviera en la habitación los veía detrás de una pared al lado mío. Pienso que ellos respiraban un tipo de aire diferente al mío. Aunque no estoy segura de eso, pero pienso que lo hacían así para mi confort.
(Aquí hay un salto en la continuidad por el cambio de la cinta de la grabación. Virginia discute el querer volverlos a ver o encontrarse con ellos)
VH: Es algo fácil. Es muy fácil para ellos localizarme, como si llevara un letrero conmigo de quién soy y en dónde me encuentro.
AC: ¿Cómo puede “él” saber quién eres?
VH: Mmmm, como cuando se reconoce una voz. Es como él dice: “Puedo reconocer tu voz”. Así reconocen ondas mentales, o algo así…entiendo que cada uno de nosotros posee su propio patrón, su propia marca, así es que ellos no tienen problema en eso.
AC: ¿La herida que te causaron tiene alguna función con el hecho de “reconocerte”?
VH: Estoy pensando (una pausa)… Mmmm, ellos no hablaron de sangre. Sólo me dijeron: “Llevaremos una pequeña parte de ti a casa ”. Yo lo pensé como un suvenir para que me pudieran conocer mejor. Ellos pidieron mi permiso, me explicaron que era muy importante y que no dolería. Yo les contesté que estaba bien, así que no miré. Es curioso allí, hay muchas cosas “cromadas”. No se sintió nada, como cuando rozas tu uña con la piel. No sé si no sentí nada debido a lo que ellos me dijeron o fue que en verdad no producía dolor.
Yo les pregunté si pondrían una Bandita [4] o venda allí. Ellos me contestaron: “No, sólo haremos que deje de sangrar”.
Así que lo que sea que hicieron, permitió que dejara de sangrar.
También me dijeron que no los recordaría a menos que los volviera a ver.
Yo no entendí por qué no podría recordarlos y “él” me dijo: “Sabes, la gente estará molesta”; yo le pregunté el por qué de eso. Me contestó: “Porque es diferente de lo que ellos hacen”
Le dije que mi madre no estaría molesta. Me dijeron: Eso puede que sea cierto, pero otras personas lo estarán y a ti no te va a gustar que te traten como un fenómeno sólo porque me visitaste.
Le dije que no pensaba que lo hicieran, que me trataran como un fenómeno por esto. Pero me reiteró que sí lo harían.
Me dijo al final que así debían ser las cosas.
Recuerdo que reímos de algo que no recuerdo lo que era.
“Él” me preguntó si quería que lo visitara en su hogar. Le contesté que sí, que me gustaría. Le pregunté si su hogar era agradable y me dijo que sí. Se siente como lo que sientes en este momento. El ser se percató de lo mucho que parecían gustarme las “cosas brillantes” allí.
AC: (Pregunta inaudible acerca del propósito de su visita)
VH: Está relacionada (la razón de su visita) con la aventura. “Él” me explicó acerca de todos esos lugares sorprendentes para visitar, y de cómo la vida es muy variada en diferentes lugares; también de los diversos grupos de personas, animales y plantas, así como la diversidad en las cosas que hacen. Me dijo que todo eso era muy interesante para aprender. Así, “él” me explico que era como una aventura.
Es curioso, cuando asistí después a la escuela las personas me preguntaban por qué quería yo llegar a ser y contestaba que aventurera. La idea sonaba divertida para mí.
Me mostró una imagen muy agradable de lo que hay en el universo para conocer. Cosas hermosas e increíbles…. casi infinitas. Sin importar lo lejos que fueras, no había fin aparente para todo ello.
AC: ¿Te dijo de cómo poder llegar a visitar todos esos lugares?
VH: Sí, me comentó que “él” podía llevarme ahí, pero que tomaría un tiempo y que en ese momento no tenían mucho. Tal vez en otra ocasión. Además me dijo que podría durar días y mi mamá se iba a molestar, por eso debería ser en otra ocasión.
AC: ¿Le ha hecho “él” eso a otros, los ha llevado a su hogar?
VH: No creo que le haya preguntado eso. No lo creo, sabes la luz pudo haber estado muy intensa. Parece que mis ojos me duelen. (Virginia se frota los ojos) Tal vez la luz era muy intensa. (Regresa a la pregunta) ¿Llevó “él” a otros a su hogar? No recuerdo haberle preguntado acerca de nadie más.
Parecía que era una especie de relación especial para conmigo. Era como si no estuviera hablando con extraños, eso lo hizo tan interesante.
AC: ¿Era como si se conocieran de algún otro lado o tiempo?
VH: Sí, o tal vez ese tipo de personas con las que te resulta muy fácil congeniar.

Virginia Horton
Tomada del libro Ufología: Volumen II de Esteban Peretz




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