La poesía

La poesía es una buena cosa,
nada se le puede objetar.
A poco que haga
se lleva la tristeza del triste
y con sutileza saca del argumento conclusión.
Cuánta mirada ha trastocado, de horrenda, en bella.
Cuánto ardor ha sofocado
en el corazón ardiente del enamorado.
Cuánta clemencia ha encendido
en el corazón arisco y duro.
A cuánto poeta olvidado,
con las puertas cerradas al consuelo,
le acercó su lengua al rey coronado.
Enseñad, pues, a vuestros hijos
la medicina que cura la vida.

Abu Ali al-Husayn Ibn Rasiq al-Mursi

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