Abd al-Wahhab al-Bayati

 

Bagdad

A pesar de lo que dure el diálogo de la distancia,
Bagdad seguirá siendo
sol incandescente,
fuente renovada,
fuego eterno,
visión cósmica
para la infancia del poeta.

Abd al-Wahhab al-Bayati



Bailarina de humo

Una bailarina del mar de China
danza en una caja de porcelana.
Cierra los ojos
y llora
llevando en una mano un pájaro
que eleva como ofrenda a la luz
y en la otra una flor de almendro
que esconde en el fondo de la caja.
Cae, cual estrella, en el mar de China
y desaparece como el humo en el viento.

Abd al-Wahhab al-Bayati



El poema

Vaga en mi sueño el hombre de la luz,
se detiene en un rincón abandonado,
saca de mi recuerdo palabras,
las escribe
y recita lo escrito en voz alta
omitiendo algunas líneas.
Mira en el espejo de la casa sumergida en oscuridad y luz,
recuerda algo
y abandona mi sueño.
Despierto asustado
y en vano intento recordar algo
de lo dicho o escrito:
La luz
ha limpiado las hojas y mi recuerdo
con la blancura del alba muerta.

Abd al-Wahhab al-Bayati



El secreto del fuego

El último día, besé sus manos,
sus ojos, sus labios.
Le dije: ahora estás
madura, cual manzana.
Una parte de ti es una mujer
y la otra algo indescriptible:
Las palabras
huyen de mí
y yo huyo de ellas.
Ambos fluimos
hacia la infancia de este rostro trigueño
y este cuerpo cálido y lozano.
Ahora suplico
y, sediento, acerco mi rostro
a esta fuente rebosante.
El último día, le dije:
Eres el fuego de los bosques,
el agua del río
y el secreto del fuego.
Una parte de ti es indescriptible
y la otra: sacerdotisa en el templo de Ishtar.

Abd al-Wahhab al-Bayati
Traducción del árabe por María Luisa Prieto


Las fuentes

Moriré de amor bajo su jaima,
regresaré a la infancia
siendo pastor del ganado de la tribu,
como Harún Al Rashid,
rey y sultán
sobre las bandadas del reino de las perdices
y las tribus de las lluvias en todas las estaciones.
Mi oro: las fuentes de la vida.
Mi riqueza: la angustia de la existencia.

Abd al-Wahhab al-Bayati


Morir en la poesía

Caminamos hacia el mar despidiéndonos del sol
que se sumergía en una ola. Ella me dijo:
La poesía está prohibida, como el vino,
pero yo en la poesía muero.
¿Quién es Lara, Aisha
o este horizonte cerrado?
Le respondí: Ella es el amor perdido y el tiempo ausente,
y si quieres más,
ven, sumerjámonos en el mar.

Abd al-Wahhab al-Bayati



Nacer en ciudades que no han nacido

Nazco en ciudades que no han nacido
pero en la noche otoñal de las ciudades árabes,
con el corazón roto, muero.
En Granada entierro mi amor
y digo:
"No hay más vencedor que el amor".
Quemo mi poesía y muero.
Y sobre las aceras del destierro
resucito
para nacer en ciudades que no han nacido
y morir.

Abd al-Wahhab al-Bayati


Nacimiento

La creatividad es amor,
El amor es muerte
y la creatividad, el amor y la muerte son nacimiento.
¿Por qué, entonces, murieron Neruda y Hikmet?
¿Por qué la última rosa
del balcón de mi casa se abrasó?
¿Por qué la estrella de mi amor se ocultó?

Abd al-Wahhab al-Bayati










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