Alex Chionetti

"A Sedona la experimenté, como así la  vi nacer como movimiento psicosocial de la Nueva Era, con su clímax en la década delos noventa. La corriente Angelina (o sea de la ciudad de Los Ángeles y derredores) -metafísica-artística fue convirtiendo el lugar, en un oasis, en una isla salvífica del estrés de ciudades super-materialistas como Los Ángeles y San Francisco. Una pseudo-intelectualidad  marcó la “Welsteschaung”, una filosofía de vida,  un impulso espiritual que luego se fue anquilosando. Siempre ha pasado lo mismo. Se descubre un lugar donde uno se ilusiona que hay una libertad más personal, y una experimentación con lo espiritual. Luego vienen los cretinos de bienes raíces a encarecer todo, a desplazar a los que fueron pioneros en haber encontrado esas “tablas de salvación”.  Así pasó y lo comprobé en Laguna Beach, o el Valle de Ojai (Sur de California), Big Sur (Centro de California), en los alrededores de Monte Shasta (Norte de California), Taos, y Santa Fe (New México), Costa Rica o San Fernando Allende, Chapala, o Taxco, en Mexico.

Con respecto a Capilla del Monte, no he vivido el crecimiento que se dio a mitades de los ochentas, cuando yo ya no residía en la Argentina. Había estado al principio de los ochentas, más en un bello paraje (San Marcos Sierra), desde donde se veía a lo lejos la cadena del Uritorco. Recién pude redescubrir Capilla del Monte en el 2009, y me decepcioné. Uno sentía que estaba en Lourdes, o en la Lujan de mi niñez, el olor de las velas, del incienso y del dinero. Al correr de las décadas, me habían dicho que mi libro “ Mundos Paralelos” era como un clásico o de culto, y que lo leían en reuniones o en clubs de lecturas. Me imagino, porque hacia finales de los setentas, expuse el tema de los Comechingones y lo intraterreno , y sin saber que esos escenarios se iban a convertir en una meca, y el “realismo fantástico” tornado en una realidad comunitaria. Tendría que pasar un tiempo para poder experimentar lo que ha estado pasando, más allá de que sin dudas, una realidad paralela subterránea emerge y ya convive, con los moradores y visitantes."

Alex Chionetti



"El fenómeno humanoide es, sin duda, uno de los elementos más complejos, aunque personalmente considero que es cuando el «fenómeno» trata de comunicar o descomunicar en su etapa lúdica o de comportamiento generalmente irracional (ante nuestro punto de vista de humana lógica). Analizando, recientemente, medio siglo de ECIII, incluyendo mis casos de campo, encuentro que casi siempre los casos son diferentes en sus morfologías e interacciones. Muchos no se diferencian de estados oníricos o «pesadillas», aunque muchas de estas dejan rastros en el terreno. Muchos casos, sin ser abducciones propiamente dichas, tienen directamente relación con estados hipnagógicos de los testigos (casos como el dique La Florida y el incidente de Petraccini en Argentina…). No existen casos que puedan ser concretos, y los humanoides siempre se comportan elusivos, decepcionando a los testigos. Como en las abducciones, los encuentros con humanoides también me comienzan a oler a azufre, o sea, más conectados con apariciones de seres demoniacos dimensionales que presuntos astronautas de estrellas lejanas. Ojalá encontráramos una casuística humanoide que se comportara como verdaderos tripulantes de aparatos físicos y avanzados. Pero, aunque pongamos mucho esfuerzo, no los hay. Si nos alejamos del fenómeno, retrocediendo a ECII y ECI, el fenómeno adquiere o se cubre de aspecto más tecnológico, pero cuanto más nos acercamos, se va desdibujando, pese a sus apariencias homínidas, no mantiene ese aspecto por largo tiempo, salvo en el caso de los contactados, que ya es otro tema diferente."

Alex Chionetti
Tomada del libro Encuentros cercanos con ovnis. ¿Una arquitectura psíquica desconocida? Introducción a la Teoría de la Distorsión de José Antonio Caravava




"(José Antonio) Caravaca ha desarrollado una detallada teoría de cómo el fenómeno ovni afecta y manipula la conciencia y el inconsciente de los testigos como ningún otro investigador lo ha hecho. A diferencia de otros, desafía brillantemente a las ufologías tradicionales diseccionando casos y, en cierta forma, renovando lo que siempre nos decía el Dr. Hynek: “El ovni es el testigo”."

Alex Chionetti
Tomada del libro DISTORSIÓN. Ovnis, apariciones marianas, bigfoots, hadas, fantasmas y extrañas criaturas ¿una teoría explicativa? de José Antonio Caravaca


"Durante casi dos décadas frecuenté la zona de Lassen, y Siskiyou. Ya en mis primeros viajes sentía que había mucho “karma” en la zona, como así desplazados de muchos lugares que habían encontrado salvación, en los faldeos del Shasta. Percibir la existencia de Lemuria y de sus lemurianos, era observar a algunos de sus habitantes. Sentia ahí que estaba lo céltico, lo leprechaumniano. Pero en situaciones extremas, lo espiritual se desvanecía en lo monetario. La zona de Shasta tiene un pasado tribal nada espiritual. Los indios Shastas, como los de las naciones de los Pit River y los Modocs—con los que yo he convivido y compartido celebraciones, rituales, sudaderas —no tenían mucha compasión entre ellos mismos.  Los  Shastas esclavizaron a sus vecinos por varios siglos, hasta que la colonización del Oeste los fue reduciendo.

No significa que los fenómenos en torno al Monte Shasta, y a los “Maestros Ascendidos” no haya podido darse, siendo el lugar una montaña considerada sagrada a lo largo del milenio. Hasta el día de hoy. Las reuniones al pie de esta montaña se han incrementado en estos últimos tiempos. Los miembros del “Grupo Rama”—sean los que viven en los Estados Unidos como los que vienen especialmente al lugar -- van periódicamente y tiene contacto con sus “Guías”, teniendo experiencias personales y colectivas. Pero no se de reportes donde se ven lemurianos, o al Conde de Saint Germain, como sucedió en la década del treinta. Seguramente se ha dado un sustituto a los dioses y celebridades antiguas, por sustituciones más modernas. Ya no es Saint  Germain pero si “Oxalc “, y los clásicos guías ganimedianos, con sus nebulosas irrupciones….

El pueblo de Shasta, como también se da con Sedona, sobrevive y lucra con sus tiendas y servicios. Nada malo, pero no sé hasta qué punto, quiénes están detrás, creen en lo que están vendiendo. Los dos lugares son vórtex, centros de peregrinación y convivencias. Pero que sea el grial subterráneo, no, no lo creo. A un par de horas están los lava beds, con sus túneles gigantescos por los que puede entrar un bus por kilómetro, pero no me he enterado de que se establezcan expediciones para explorar todas sus profundidades. Así también con la famosa cueva de Lovelock, poco se sabe de sus orígenes, o de modernas investigaciones metódicas. El Grial-como lo ha sido por cientos de años—sigue siendo una peregrinación interna.

Y en todo caso prefiero quedarme en casa viendo la película de los de “ Monty Python”, ya que busqué el grial en esas latitudes, y esta más en la unión de un “El Ella” , o en lo que uno ya sabía o experimentaba, antes de que Dan Brown garabateara “El Código Da Vinci” : un eterno femenino que saciara la sed de los necesitados de iluminaciones."

Alex Chionetti


"El fenómeno humanoide es sin duda uno de los elementos más complejos, aunque personalmente considero que es cuando el «fenómeno» trata de comunicar o descomunicar en su etapa lúdica o de comportamiento generalmente irracional (ante nuestro punto de vista de humana lógica). Analizando, recientemente, medio siglo de ECIII, incluyendo mis casos de campo, encuentro que sin duda casi siempre los casos son diferentes en sus morfologías e interacciones. Muchos no se diferencian de estados oníricos o «pesadillas», aunque muchas de estas dejan rastros en el terreno. Muchos casos, sin ser abducciones propiamente dichas, tienen directamente relación con estados hipnagógicos de los testigos (casos como el dique La Florida y el incidente de Petraccini en Argentina). No existen casos que puedan ser concretos y los humanoides siempre se comportan elusivos, decepcionando a los testigos. Como en las abducciones, los encuentros con humanoides también me comienzan a oler a azufre, o sea más conectados con apariciones de seres demoniacos dimensionales que presuntos astronautas de estrellas lejanas. Ojalá encontráramos una casuística humanoide que se comportara como verdaderos tripulantes de aparatos físicos y avanzados. Pero, aunque pongamos mucho esfuerzo, no los hay. Si nos alejamos del fenómeno, retrocediendo a ECII y ECI, el fenómeno adquiere o se cubre de aspecto más tecnológico, pero cuanto más nos acercamos, se va desdibujando, pese a sus apariencias homínidas, no mantiene ese aspecto por largo tiempo, salvo en el caso de los contactados, que ya es otro tema diferente."

Alex Chionetti
Tomada del libro DISTORSIÓN. Ovnis, apariciones marianas, bigfoots, hadas, fantasmas y extrañas criaturas ¿una teoría explicativa? de José Antonio Caravaca



"La leyenda de los hombres lagarto, fue próspera en los treintas. Un poco por el “pulp fiction” de esa década, que bebía de la imaginación hollywoodense, en su transición del cine mudo al sonoro. Por encima y debajo de la ciudad de Los Ángeles, uno debía confrontar la imaginación desatada por las fuerzas luciferinas, que azotan el Sur de California. Ya sólo ver los incendios forestales actuales, me recuerdan como defendíamos la región de las constantes catástrofes internas y externas, la tierra de los mil fuegos, y de los plebeyos de la Reina California. Por eso, a través de la narrativa los pueblos se regeneran. Pueblos sobrevivientes, y no necesariamente de los diluvios universales, pero sí de los genocidios planetarios recurrentes. Así sucedió con los judíos europeos que forjaron Hollywood, reinventándose así mismo, y creando nuevos parámetros legendarios. Yo vi gestarse el mito viviente de los Reptilianos, ya desde finales de la década de los ochenta, pero sobre todo en los noventas. Nuestras reuniones ufológicas con los colegas del Mufon de Los Ángeles, era un campo de recolección de historias extraordinarias. Los lagartos extraterrenos tomaban forma de militares, o estos-principalmente de la Fuerza Aérea Norteamericana—quiénes secuestraban principalmente tantos hombres, y mujeres-- para someterlos a atroces experimentos, embarazos no deseados, con los subsiguientes efectos “post traumáticos”,  donde el gobierno los seguía jodiendo en sus vidas privadas.

Casos como las experiencias de Melinda Leslie, o las de Robert Hamilton, eran verdaderas narrativas de terror, y ellos lo contaban como uno cuenta, que fue a comprar el periódico a la esquina de su casa.

Unos años atrás, cuando conferenciaba sobre mis temas en una famosa convención del Sur de California, y toqué el tema de los “alienígenas subterráneos” (que fuera uno de los capítulos que diseñara para la serie “Ancient Aliens), un par de muchachos se presentaron y me contaron eran parte de un grupo, que estaba buscando las entradas al subsuelo de la Ciudad de los Ángeles. Sus informes coincidían con historias, que había recabado en mis paseos por el centro antiguo, donde también había vivido y trabajado. Los jóvenes estaban buscando acceso a un edificio abandonado, pero que no era posible acceder, estando  denegado el permiso. Por ende nuestra exploración quedó abortada, digamos, postergada. Fenómenos que eran muy difíciles de aceptar que existían físicamente en la tercera dimensión de la realidad, pero si en cuarta donde lo psicosocial se unían a lo hipnagógico, y luego a lo sobrenatural. Yo lo llamo, la “Llave Tripartita”,  para que este tipo de fenómenos se origine. Una clave que no se estudia suficientemente, es ese límite entre la vigilia y el dormir, entre la noche o la niebla interna, y el alba, procesos inevitables a las que estamos encadenados, todos los ensartados en Culturas Solares.

La otra gran ciudad que tiene su mundo subterráneo es sin duda New York. Manhattan fue hundiendo sus siglos anteriores, sobre todo desde la construcción de sus sótanos y subterráneos, todo un estrato que pocos han explorado. Debajo de la estación principal de trenes--la Penn Station hay toda una serie de recintos subterráneos, donde les dan lugar a los sin techo a pasar la noche, y desde ahí hay otras galerías de las épocas de origen del metro, y de los primeros ferrocarriles. Una zona tan peligrosa como adentrarse en una selva, aunque esta es de cemento, y sin luz diurna. Similar a lo que ha sucedió con París, donde la ciudad luz del medioevo hasta nuestros días, fue superponiendo niveles que aún se pueden ver, como las viejas torres que eran del palacio del Louvre, ya en la alta edad media, y anteriores a las catacumbas."

Alex Chionetti



"Las bases subterráneas han tenido su origen en el tema de defensa, y de ocultar armamento. Sobre todo las armas nucleares y químicas, que pese al congelamiento momentáneo de la “Guerra Fría”, siempre han permanecido allí. Muchas fueron trasladadas y destruidas, cuando otras eran reconstruidas en nuevas base secretas, la mayoría subterráneas, o dentro de fortines, e inexpugnables fortalezas. Bases subterráneas ya existían desde la Primera Guerra Mundial, construidas sobre todo para defender las costas, tanto en las del Atlántico como del Pacifico. Yo he entrado en muchos de esos túneles abandonados, que servían a los asentamientos de los misiles con ojivas nucleares, visibles hasta una década atrás, a lo largo de la costa de New Jersey. Uno de ellos fue testigo de casos Ovni y Humanoides, como así de bigfoots---créalo o no—y los no identificados produjeron desmantelamiento de los proyectiles, como así un incidente de explosión, donde se perdieron vidas humanas."

Alex Chionetti


"Recuerdo que unos buscadores de tesoros que siempre recorrían esa parte de Arizona habían publicado que habían encontrado unas formaciones de estatuas y un templo. En mi larga búsqueda de probar la teoría de una "Cultura Masma" mundial, me llevo al lugar a principios de la década del noventa. Mi decepción sobre lo que alegaban estos mineros se expandió cuando vi que eran formaciones naturales, pese a que les había insistido que me corroboraran mis dudas.

Las montañas están conectadas con el tema de las Piedras de Peralta, que sin duda son simbólicas, y que pareciera usaran una escritura más antigua, que la de las tribus de esa región, o de las del norte de México. Unos años atrás, cuando yo iba a estar a cargo de las investigaciones y del departamento audiovisual de la compañía "Open Minds" en Phonix, Arizona, me iba a dedicar a explorar con más detalle esa parte, si es que me radicaba allí, ya que también me había atraído la clásica historia de la Mina del Holandés", (que no era precisamente la del Holandés Errante, pero conectaba en sus elementos fantasmales... Mi amigo Scott Wolter, hizo un programa muy bueno para la serie "America Unearthed", sobre esas piedras labradas, que ya en ese entonces me hicieron recordar, a mismos símbolos que analicé en las piedras del norte patagónico (Museo salesiano de Trelew), donde el uso de la mano, y del signo del corazón, eran sobresalientes. Además, esta zona tiene un gran récord de desapariciones misteriosas, muchas conectadas con cavernas, y minas antiguas, donde los que han penetrado, nunca más salieron."

Alex Chionetti


"Sin dudas depende, si se le da importancia a los testimonios de los Antiguos Astronautas en el Oeste Norteamericano, encontramos esa interacción con túneles y construcciones subterráneas, o semi, como las Kiwas, con su diseño circular, mandálicas, propiamente dichas.

Justamente, por estas semanas tuve un encuentro de esos que se dan “sincrónicamente”, de vez en cuando, y cuando la verdad tiene que surgir pese a todas las obstrucciones e injusticias de la vida cotidiana, y de la profesional, sobre todo a los que todavía no podemos retirarnos, y no podemos eludir la vida pública o comunicacional, y hemos aceptado el rol de continuar investigando, y divulgando como podamos. A raíz de lo que me ha sucedido en varios escalones de mi carrera, de brindar y de ser hurtado por confiar en la palabra o en los medios, ahí acechantes de aprovechar lo que puedan impunemente, a raíz del trabajo o de la dedicación de otros, me ha hecho más cauteloso y cerrado, como así son muchos otros.

Conocí una testigo del caso Roswell, quién con sus casi 80 años de edad nunca habló, y fue testigo de humanoides cuando vivía con su familia en New México, cuando su padre estaba destinado  a la famosa base de bombarderos nucleares. Después de dos primeras entrevistas, pude enterarme que con sus 7 años de edad tuvo encuentros con seres grises que se manifestaron en ese 1947, en los alrededores de Roswell,y con los que tuvo contacto en los patios y jardines de su casa.

Esos contactos continúan hasta el día de hoy. Durante décadas ha tenido tiempos perdidos, tele-transportaciones, y experiencias conscientes, no durante el sueño como tienen la mayoría de los abducidos, y contactados norteamericanos. Planeamos hacer una sesión de regresiones hipnótica con un profesional de este rubro, y ver como reconstruimos esta historia."

Alex Chionetti


"Toda leyenda y génesis mítica se base en una realidad de conciencia y de subconsciencia que todo pueblo ancestral mantiene y traspasa a través de generaciones. Esas leyendas revelaron una realidad en su tiempo. Ahora nuestros tiempos revelan, otras realidades a pueblos no originarios, pero a individuos que han usurpado esos espacios, sean militares o civiles. La percepción es diferente, pero también subsisten geografías inexploradas en suelos y semisubsuelos.

Yo siempre he seguido la llamada de que en el corazón de las montañas sagradas, se guardan muchos secretos. Principalmente aquellos que nos llaman en sueños, y en las premoniciones de la humanidad se han salvado, y se seguirán salvando en las décadas venideras en las “Arcas de Piedra”.

Un miedo atávico se ha cernido en Norteamérica, ya desde entre la Primera Guerra Mundial y la Segunda. De un enemigo que derrotara al Imperio del norte. Está en la sangre de que los “Bárbaros del Este” regresaran. Sobre todo en la memoria cromosómica de los norteamericanos, y canadienses, tienen sus miedos y precauciones. Los túneles se fueron creando en esa época, como así las bases subterráneas.

Algo que los empujaba a emular a los aborígenes locales, una repetición de bajar al seno de la tierra pensando y creyendo que estarán más seguros. La noción de refugios antinucleares,  de  estructuras anti atómicas, van sustituyendo a las batería de los 1900 cuando se temía que los invasores europeos llegarían hasta la ciudad de Nueva York,--como habían llegado los británicos en sus invasiones un siglo antes--o a las costas de California, como van a tratar de destruirla los japoneses en los primeros años de la Segunda Guerra Mundial.

Como te comentaba, habiendo recogido testimonios de una anciana que había vivido su larga vida en los estados del Suroeste, me encontré que lo pasado se refleja en el presente, y viceversa.

Comenzamos a percibir y a saber, que todo el mapa de los Estados Unidos es un queso gruyere. No solo por una gran cantidad de sistemas cavernarios, que se ocultan debajo de las arenas milenarias. El viento del tiempo y la erosión, ocultan rápidamente el paso de los hombres. A esto se le suma la construcción de sistemas y bases subterráneas, que no han cesado antes y después de que se firmaran, los pactos de no proliferación nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética.

Me recuerda el mapa que había pensado, cuando diseñaba mis “Mundos Paralelos”, donde tanto América del Sur, como la América del Norte parecían uno de esos dioramas, o cortes sagitales de los hormigueros. Hoy en día los estados de California, Arizona, Nevada, Nuevo México, Colorado y Utah ,y muchos otros más, estarían sembrados de bases que no son solo de refugio, sino de ciudades autónomas que se usaría en caso de una catástrofe mundial. Específicamente, ciudades construidas para estar protegidas de la radiación atómica, producida por una latente guerra nuclear mundial.
Los petroglifos y las pictografías con forma de V—de cuernos de carnero—se dan en muchos sitios tradicionales indígenas. Representan de la superficie a lo interior. Al mundo subterráneo que no es visible para todos…"

Alex Chionetti



"Y basándome en la influencia pensativa de Ruzo sobre mis primeras búsquedas, digo, le continúo, afirmo, que las verdaderas puertas al Mundo Subterráneo no tienen ninguna señal discernible. Aquellos preparados, y que puedan comprender lo simbólico, tendrán un pie, y una posibilidad de ya estar más adentro, que los no ven o no sienten. Pero también si van a bajar a medianas o grandes profundidades… no se olviden llevar muchas pilas, o baterías que duren suficiente. Es feo –o fatal--quedarse en la oscuridad, en medio de las cavernas…"

Alex Chionetti








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