Anibal D'Auria

"Como antiguamente los gobernantes reclamaban su legitimidad invocando instancias divinas, la forma moderna de ejecutar la violencia política es el contrato. Es decir, ´represento a todos´. Y esto no es patrimonio de ningún gobierno, cuando un tipo dice que representa a 40 millones de argentinos, lo dice tanto el de derecha como el de izquierda con la legitimidad que le da la creencia en las ficciones legales. Para mí creer que 250 tipos representan la voluntad de 40 millones es un disparate total. Que también es falso que sean 250. Porque, pensando en la cámara de diputados, esos 250 a su vez responden a los caudillos de bloque, responden a las indicaciones del partido."

Anibal D'Auria



"Como muchas otras corrientes modernas de pensamiento social, el anarquismo es hijo de la Revolución Francesa y del socialismo romántico y doctrinario posterior, que pretendió tomar en serio los principios de libertad, igualdad y fraternidad. Esos principios, aunque pomposamente proclamados en los documentos revolucionarios, quedaron plasmados sólo en tinta y papel, sin volverse palpables para grandes sectores de la población. Además, el avance cada vez más acelerado de las relaciones capitalistas abrió paso a la hegemonía de una nueva clase social, la burguesía, que desplazaba de la cima social a la antigua aristocracia feudal o cortesana. De este modo, los principios proclamados por la Revolución servían simplemente (como sirven aún hoy) para encubrir nuevas –y no tan nuevas– formas de opresión, desigualdad y explotación. El socialismo del siglo xix en general, y en particular el anarquismo, puede ser visto como proyecto de llevar a realidad efectiva aquellos principios de la trilogía revolucionaria: libertad, igualdad, fraternidad. Para muchos, la tarea de la Gran Revolución –la emancipación efectiva de todos los hombres– aún no estaba terminada; apenas acababa de principiar. Específica y diferenciadamente como Idea5, aunque con el notable precedente de William Godwin6, el anarquismo tiene su partida de nacimiento oficial en Pierre Joseph Proudhon, especialmente en su libro de 1840, ¿Qué es la propiedad? , y otras obras posteriores como Sistema de las contradicciones económicas (1846), Idea general de la Revolución en el siglo XIX (1851), La justicia en la Revolución y en la Iglesia (1858), El principio federativo (1863), La capacidad política de la clase obrera (1865, póstumo). El desarrollo teórico de la Idea –signado por una visible radicalización conceptual– se continuó en el pensamiento de Mijail Bakunin, Elisée Reclus, Piotr Kropotkin, Errico Malatesta y otros7. Pero como movimiento –es decir, más allá de las puras ideas y como corriente activa en el plano de los acontecimientos políticos y sociales– el anarquismo aparece en el seno de la Primera Internacional en la fi gura de Mijail Bakunin, quien representaba y lideraba las tendencias radicales antiautoritarias opuestas a las concepciones politizantes y centralizadoras de Karl Marx y Friedrich Engels."

Anibal D'Auria
Contra los jueces, página 3


"El derecho es un mundo de ficciones, como la teología, y si uno no cree no funciona, y esa es la tarea que yo creo que es importante, generar descreimiento."

Anibal D'Auria



"La fantasmagoría religiosa es letal, y la fantasmagoría política es un derivado de la fantasmagoría religiosa. ¿Cuáles son los tres poderes del Estado? Legislativo, ejecutivo y judicial. Mira que casualidad, son los tres modos que te enseñan a pensar a Dios en el catecismo. Como providencia, como creador legislador, y como juez. Tenía razón Schmitt  cuando decía que todos los conceptos jurídicos y políticos modernos son conceptos teológicos secularizados. La idea del Estado de excepción es la traducción política del concepto religioso de milagro. Un milagro qué es: la prerrogativa que se arroga Dios, en términos teológicos, de interrumpir las leyes del universo que él mismo creó. El estado de sitio qué es: es la interrupción de la legalidad que el mismo Estado establece, siempre con motivos de razones de Estado que son insondables. Son lo mismo que las razones de Dios, uno nunca las entiende. ¿Quién la entiende? El ministro. Mira que casualidad, la misma palabra para el religioso y para el político, el tipo que sabe cuál es el bien común, cuál la necesidad de la patria."

Anibal D'Auria



"La idea de Soviets los anarquistas la compartían, eran soviets reales, consejos de obreros y campesinos. Las diferencias del marxismo y el anarquismo son varias, igual que los puntos de contacto, son como primos hermanos. Los partidos comunistas, no digamos marxistas porque pobre Marx está muerto, se dedicaron a matar más anarquistas que fascistas, en la Guerra Civil Española, en la Revolución Rusa, mataron tanos anarquistas como zaristas con el verso de que los anarquistas eran burgueses."

Anibal D'Auria




"Me fastidia cuando me acusan de utópico gente que cree, por ejemplo, que 240 personas en Callao y Corrientes representan a 40 millones, o gente que cree que una mujer pudo haber dado a luz virgen en el siglo primero, que esos sean los que le digan utópico a una persona que cree en una sociedad libre de todo autoritarismo. En el anarquismo se puede distinguir la parte diagnóstica, el análisis que hace de la sociedad, de la política, del capitalismo, y creo que no hay nada más realista que el anarquismo. La objeción de utopía surge cuando se habla del proyecto, del sueño. En el anarquismo uno puede distinguir tres niveles: por un lado está el lado más divulgado que es el lado de soñar una sociedad a futuro, libre de explotación, de discriminación, y de gobierno del hombre sobre el hombre. Pero también el anarquismo es considerado como dos cosas más, primero como una filosofía de la existencia, esto es Max Stirner, el derecho de cada uno a realizarse sobre su propia individualidad, una especie de emancipación del propio individuo respecto de sus propios prejuicios, de sus propios preconceptos, del autoritario que uno tiene dentro. Y también, en segundo lugar, el anarquismo como una ética. Si a mí me demostraran, cosa que no hay forma de saber porque hasta que no se hace un camino no hay forma de saber cómo va a ser el mundo, pero si se llegara a demostrar que es imposible, no sería una objeción para dejar de ser anarquista. Porque el anarquismo como una ética, como una moral implica esto, uno lo puede tomar como una pauta de comportamiento ético. Por más que siempre vaya a haber hijos de yuta, o explotadores, eso no quiere decir que yo deba serlo. Es una falacia habitual como sostener que “siempre hubo pobres y siempre va a haberlos”. No hay forma de saberlo. Durante mucho tiempo se pensó que era imposible una sociedad sin esclavitud o sin derechos individuales. La humanidad no ha sido siempre la misma."

Anibal D'Auria


"No hay nada más realista que el anarquismo."

Anibal D'Auria


"Te digo una idea que comparto que leí en Kropotkin: ´toda conquista jurídica no es otra cosa que la derogación de instituciones jurídicas previas´. Todo lo que se llama avance de derechos son derogaciones de instituciones jurídicas previas. Los derechos del hombre son derogación de instituciones jurídicas represivas como la tortura, el juicio inquisitorial. Ahora vos me decís en lo pragmático, ¿qué opinaría un anarquista de una reforma legislativa, como por ejemplo la de matrimonio igualitario? Y en principio un anarquista está en contra del matrimonio, ahora, siempre es preferible la igualdad, en esa desigualdad de mierda incluso. Lo mismo con el voto de la mujer. Uno está en contra del voto, pero si votan los hombres que también voten las mujeres."

Anibal D'Auria



"Me parece que una actitud anarquista inteligente sería ver al derecho como un arma más, pero no perder de vista a qué se apunta. Incluso electoralmente para los anarquistas es un tabú votar, pero en determinadas circunstancias, en legítima defensa, si hay que elegir entre un nazi y un liberal demócrata, creo que en una situación así hay que ir y votar para impedir que llegue un nazi al gobierno. Hay que analizar el contexto y ver la gravedad de la situación. El anarquismo no es una ortodoxia, entonces hay que analizar si se está formando parte de lo que se critica o si se está votando para evitar algo mucho peor. Incluso en el contexto de la Guerra Civil Española los anarquistas aceptaron formar parte del gobierno republicano, porque por más que eso era una patada en los riñones para sus ideas, era preferible una república que el gobierno fascista. Los anarquistas tienen que tener una visión realista respecto de los medios, sin perder de vista los fines. Nunca pasar el papel de opresor, ni de gobernante. Lo de formar parte del gobierno, tal vez se explique en el contexto de la Guerra Civil en España. Después no hay que desechar ningún instrumento, en la medida que sea para abrir islas de libertad y de solidaridad."

Anibal D'Auria






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