"Aquí hay un problema y es que hay que plantearse si queremos acabar con el virus o con la enfermedad. Si queremos acabar con el virus, hay que vacunar a todo el mundo y, aun así, no acabaríamos probablemente con él. Pero si lo que queremos es acabar con la enfermedad, la vacunación debe seguir los criterios de edad, porque, si miramos la distribución de casos graves por edad, es una recta creciente. Estamos hablando de vacunar a gente más joven, pero hay que pensar que si seguimos los protocolos estándar de vacunación, empezar a vacunar ahora a los grupos más jóvenes quiere decir que estarán inmunizados dentro de mes y medio, dependiendo de la vacuna que les pongan. Y hablo de las dos dosis, más el tiempo necesario para alcanzar el máximo de protección. Con lo cual, yo creo que es mucho mejor seguir con el orden inicialmente pautado de vacunación en función de la edad, porque así nos protegemos de la enfermedad. El problema que tenemos verdaderamente no es la transmisión entre jóvenes, porque eso no se está traduciendo en enfermedad. Entonces, si realmente lo que queremos es combatirla, lo que tenemos es que seguir de manera inversa esa recta ascendente de afectación grave en función de la edad."

Rafael Toledo


"Cuando se explica la inmunidad, hablamos de anticuerpos porque es lo más gráfico de la respuesta inmunitaria, pero no es la parte más importante. Los anticuerpos y la células B son como las balas y los artilleros. Es sencillo de entender cómo funcionan, pero el peso lo llevan las células T. Estas células reconocen al virus y por distintas partes. Basta que reconozcan uno de esos puntos para que redirijan al sistema inmune contra él. El virus puede, en cierta medida, disfrazarse, pero las células T tienen capacidad para reconocer ese disfraz y, por tanto, ordenar a las células B que fabriquen y disparen anticuerpos contra este virus disfrazado. Sabemos que, concretamente, las células T humanas han identificado, al menos, 23 epítopos diferentes del coronavirus. Y esos puntos los memorizan y saben a quién atacar."

Rafael Toledo



"El discurso que estamos escuchando es el discurso que hemos escuchado con cada una de las variantes que han surgido hasta ahora. El que vayan apareciendo variantes y se hagan dominantes es algo tremendamente común. Es decir, siempre, desde el inicio de la pandemia, ha habido una variante dominante. Otra cosa es que pongamos el foco en ella o no. Y el ejemplo de delta es paradigmático, porque está descrita desde octubre del año pasado y se empezó a poner el foco por un repunte en la India que ocurrió meses después. En segundo lugar, hay que entender que los virus tienen mucha variabilidad. Están mutando permanentemente. Van a ir apareciendo variantes continuamente. ¿Cuál es la dominante? La que más facilidad de transmisión tiene. Pero que sea más transmisible no quiere decir que vaya a ser más grave."

Rafael Toledo



"El sistema inmunitario no reconoce virus, sino moléculas. Ni  siquiera eso, reconoce partes pequeñitas de moléculas que se llaman epítopos. Se despierta una respuesta inmunitaria frente a cada uno de ellos. Son muchas respuestas paralelas e independientes. Si la proteína S tiene 23 epítopos, son 23 respuestas diferentes contra ella. Si cambia alguno de estos epítopos debido a una mutación, la inmunidad perderá eficiencia contra esa parte, pero nos quedan otras 22 activas. Y no solo eso, gracias a la células TCD4, el sistema humano tiene capacidad para redirigir la respuesta. Si el epítopo cambia, las defensas humanas cambiarán para atacar ese flanco nuevo. El virus usa sus herramientas –que son aleatorias, que no son conscientes– pero el sistema humanitario humano tiene las suyas."

Rafael Toledo



"El término "actitudes irresponsables" es relativo, porque, al final, la mayoría de los casos son asintomáticos o con una sintomatología leve. Es decir, partiendo de esa premisa, están asumiendo el mismo riesgo que asumirían en temporada de gripe o de virus respiratorios. ¿Cuál es la diferencia con el año pasado? Pues que acabábamos de salir de un confinamiento, estábamos todavía en periodo de desescalada, con muchas actividades que hoy están permitidas y que entonces estaban prohibidas. Por ejemplo, el ocio nocturno, las reuniones de mucha gente, las fiestas o viajes de fin de curso.... Esa es la diferencia con este año y lo que ha hecho que los casos hayan subido significativamente en aquellos grupos que, uno, no están vacunados y, dos, que por su forma de vida practican más actividades de riesgo que la gente de más edad. ¿Irresponsabilidad o no? Pues, en primer lugar, no son actividades extraordinarias y, en segundo lugar, ya digo… Aplicar el concepto de responsabilidad o irresponsabilidad depende de la posibilidad de, uno, generar la enfermedad y, dos, de transmitirla."

Rafael Toledo


"El virus infecta porque su proteína S es complementaria con el receptor ACE2 que está en la superficie de las células humanas. Si esta proteína S cambia tanto como para eludir al sistema inmunitario, probablemente perderá esa complementariedad y no podrá infectarnos."

Rafael Toledo


"El virus tiene reservorios animales, hay muchos asintomáticos... será imposible erradicarlo. El coronavirus se endemizará y será un virus respiratorio más. Estoy convencido de que, a futuro, los ambulatorios ni se molestarán en diferenciarlo de la gripe o de otra infección. Habrá qué ver qué ocurre este otoño, cuando los virus respiratorios se reactivan, pero entonces ya estaremos protegidos."

Rafael Toledo



"En mi opinión, se está adoptando una postura ultraconservadora y excesivamente alarmista con cada una de las variantes que han ido apareciendo. Esto puede ser peligroso. Los mensajes pueden acabar haciendo perder credibilidad al colectivo sanitario. Noto en la calle que conforme aparece una variante nueva y se lanza la alarma de que viene el lobo, la gente se lo cree cada vez menos. Si seguimos así, va a llegar un día –y no digo que sea con este virus– en que haya otra alarma real y puede ocurrir como en la fábula del pastor y el lobo. Vendrá el lobo de verdad y no les creeremos."

Rafael Toledo


"Estamos al final, porque la situación no es la misma. Aunque las prevalencias son muy similares a las de julio del año pasado, ahora hay mucha gente inmunizada. Hay que saber leer los datos y, muchas veces, no se saben leer. Hablamos de contagios, pero esto ya es secundario. Antes había una correlación, una proporcionalidad, entre los casos detectados y la presión hospitalaria, de formas graves. Eso ya se ha perdido hoy en día, pero seguimos con la normativa en función de los contagios. Realmente, cuando la población vulnerable está protegida, esos contagios no tienen por qué traducirse en casos graves o tensión hospitalaria."

Rafael Toledo


"La incidencia acumulada tiene muchos sesgos. De entrada, yo la puedo subir o bajar a conveniencia. ¿Cómo? Haciendo más o menos test. En segundo lugar, tiene un problema y es que, al final, los diagnósticos que hacemos son dirigidos. ¿Qué quiere decir eso? Pues que partimos de un caso y lo que hacemos es mirar alrededor de ese caso, con lo cual, la probabilidad de encontrar positivos es mucho mayor que si los hacemos de forma aleatoria. Como digo, puedo entender que esta referencia se utilizara durante un tiempo, porque sí que había esa correlación, pero hoy en día yo creo que la referencia para establecer normas y dictar políticas de actuación tiene que ser fundamentalmente el número de hospitalizados, el número de ingresos en UCI y, por supuesto, de fallecidos. También pueden tener su sesgo, porque los criterios de hospitalización también pueden variar en función de la saturación del sistema, pero son valores mucho más objetivos y que nos dan mucha mejor visión de la situación sanitaria y de la pandemia."

Rafael Toledo


"La prioridad es que estén vacunadas todas las personas mayores de 50 años. Eso hay que acabarlo. Una vez cubierto eso, la trascendencia que puedan tener las infecciones en grupos de 10 a 30 años ya pierde importancia, porque dejarán de contagiar a personas de riesgo y la mayoría cursarán la enfermedad de forma leve o asintomática."

Rafael Toledo


"Los jóvenes están asumiendo el mismo riesgo que asumirían en temporada de gripe."

Rafael Toledo



"Muchas veces se ha dicho que esta vacuna pierde tanta efectividad ante tal cepa. Pero si lees el trabajo, suelen estar basados en pruebas con sueros. Un suero es una solución de anticuerpos, donde no están las células T, luego están obviando la respuesta celular. Eso son resultados ‘in vitro’, pero también sabemos que los resultados ‘in vivo’ son muy diferentes y las vacunas no fallan tanto como habían predicho los sueros. Esto sucede así porque está activa la respuesta celular y, por tanto, esa capacidad humana de dirigir y reorientar, la respuesta inmune. Las células T se forman en la médula ósea y en un estadio muy temprano pasan al timo, que es un órgano del cuerpo humano. En el timo esas células se van filtrando a través de muchas moléculas nuestras. Aquellas células T que reconocen moléculas nuestras y reaccionan ante ellas son eliminadas. Sufren apoptosis y mueren en ese órgano. Solo salen a periferia, al resto del cuerpo, aquellas células T que no reaccionan ante moléculas humanas, que no son autorreactivas. Esas células que pululan por el organismo quizá no sirvan para nada, pero al menos no van a hacer daño, ni despertar respuestas autoinmune. Nuestro cuerpo no sabe si esas células serán útiles o no. Nadie lo sabe, porque cuando se fabrican el cuerpo desconoce qué existe fuera de él ni con qué se va a encontrar. Las células T que circulan en periferia son una batería enorme de linfocitos capaces de reconocer 10 elevando a la vigésima potencia de epítopos diferentes.
Cuando contacta con un virus nuevo, como con este SARS-CoV-2 , al principio hay muy pocas células T que lo reconozcan. En consecuencia, la respuesta contra él es más lenta y el virus es más patógeno, hace más daño. Eso sí, una vez lo ha reconocido, el organismo aprende que ese virus existe y que además se lo puede encontrar. ¿Qué hace? Selecciona esas células que le han sido útiles y las amplifica. Por eso, después de haberse infectado una vez, la respuesta es más rápida, más eficiente y en muchas ocasiones genera inmunidad completa. A partir de ahí, cada vez que te vas encontrando con el mismo virus, o te vas vacunando, vas amplificando la cantidad de células útiles contra el virus. Esas células quedan de memoria y reconocen al patógeno. Con lo cual, aunque cambie, conseguirán redirigir las defensas. Si tiene mucha capacidad de mutación, que ocurre en algunos casos, los virus dan lugar a serotipos. Eso sí son variantes que no son reconocibles por el sistema inmunitario. Pero en un coronavirus no se ha conocido nunca esto."

Rafael Toledo


"No nos debería alarmar el hecho de que haya muchos contagios entre gente joven."

Rafael Toledo



"Partimos de una premisa errónea. Los contagios van a seguir mucho tiempo."

Rafael Toledo


"Que aparezcan variantes es lo más normal del mundo y más en una pandemia. Los linajes del virus se sustituyen unos a otros. Antes de navidades, había descritas más de 1.200 cepas. La posibilidad de que una se salte las vacunas es muy compleja por varias razones. Los coronavirus, en general, tienen muy poca capacidad de mutación. Mutan poco, si los comparamos con otros virus, claro. Por eso, si nos fijamos en las diferentes variantes que han ido apareciendo, se repiten las mutaciones. En segundo lugar, la respuesta inmunitaria natural como la inducida con vacunas reconoce al virus por muchos puntos. Le ataca por distintos flancos. Aunque cambie uno, el resto seguirá. El virus muy hipotéticamente, podría cambiar todos esos flancos, pero si cambiara tanto, probablemente perdería su capacidad para infectar la célula humana."

Rafael Toledo



"Si lo que queremos es acabar con la enfermedad, la vacunación debe seguir los criterios de edad."

Rafael Toledo















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