Arte poética

Para Juan Rafael Cortés
Artífice sin artificio,
artesana del arte sano,
mi mente transmite a la mano
las arduas reglas del oficio.

El corazón sangra en la mente
a quien no alcanza la razón
pues necesita la pasión
para subir a inteligente.

Trabajarán juntas las dos
mas ningún poema es perfecto:
cada cual encierra un defecto.
Tal es la ley que dictó Dios.

Ricardo Paseyro


Buscar

Buscar a Dios, dueño del pensamiento
Buscar en la invisible luz, la ráfaga
en donde nace, a cada instante, el tiempo.
Buscar en lo infinito y lo cercano.,
buscar en lo desecho y en lo turbio,
en esta tierra, en este cauteloso
árbol que vence el viento de la tarde, 
en estos arrogantes altos muros, 
en aquel mar, vuelto contra sí mismo:
buscar, buscar, buscar eternamente,
buscar, y con las manos, y los ojos,
fundar, contra la muerte, la hermosura. 

Ricardo Paseyro


El olvido
 
Sigo un sueño de olvido. 

Las estrellas rosadas en la aurora,
las banderas de nieve en la montaña,
la flor, el mar, la piel de la serpiente,
¡todo olvidarlo, todo!
 
El espacio, el dolor, el cuerpo, el ruido
del corazón cuando palpita y rompe
la sosegada soledad del pecho,
¡todo olvidarlo, todo!
 
Lo que fue amor y fue delicia y fue
luz de los ojos, alma de la carne
—ascuas en que brotaba el pensamiento—
¡todo olvidarlo, todo! 

Y andar de noche donde muera el tiempo
y caer como piedra inerte cae,
ciegamente vacío, deslumbrado,
en una eternidad blanca de olvido.

Ricardo Paseyro



“La trinidad del poeta: tener talento, ser culto y estar loco. Quien no lo pueda, que se ahorque de un pino, que será lo mejor. Si me cuelgo, ya se sabe por qué.”

Ricardo Paseyro




Manifiesto
 
Contra el alba del día,
contra el nuevo follaje de los árboles,
contra toda criatura de la tierra,
contra el coro impasible de los ángeles
y contra Dios, que enciende la esperanza.
Rabioso manifiesto de la muerte:
cierro los ojos, y no queda nada.

Ricardo Paseyro



Mírame en el instante en que me muera
y mírame sin llanto: que tus ojos
–nacidos en las fuentes de los cielos–
protejan con su luz el alma mía
para darme la gracia que no tuve.
Muerto, seré la imagen que tú quieras:
tú me cobijarás en tus pupilas
y así podré ganar el paraíso.

Ricardo Paseyro


Poesía

Inútilmente peregrino, viajero
 de los infiernos, voy en llanto, en niebla,
 busco la lumbre de la tierra, el signo
 del infinito, el sortilegio, y siento
 que una luz embrujada me traspasa,
 lumbre de perfección, luz absoluta,
 torbellino más bello que la muerte.
 Cerrado círculo de fuego,
 inasible frontera fulminante
 que me llama y me tiende su alto abismo
 devorador, su tenebrosa
 belleza que destruye las palabras
 y los cantos y todo espejo humano,
 cerrado círculo de fuego,
 ¿por qué tentar mi inanimada arcilla,
 hipnotizar mi soledad, llamarme
 al último horizonte,
 por qué hacer estallar mi corazón
 en pedazos del sol, en ciegas chispas
 y en temblorosos rayos dividirme?
 Mortal imán sagrado
 que me quema los ojos y la vida,
 Dios poderoso que arrebata el alma,
 voy en llanto y en niebla hacia su límite,
 hacia el límite ardiente en que fulgura
 inasible y callada, Poesía.

Ricardo Paseyro



Poética

Si la palabra se descuida
el adjetivo no da vida,
mata. Regla de la poética
determinada por la ética:
nuestra dotación, al nacer,
fue la entidad, no el parecer.
“Insondable, inmutable, eterno,
absoluto”: con tal infierno
de voces que retumban, Hugo
rinde homenaje a Dios. Le plugo
cederle ciertas propiedades:
tal vez las otras facultades
las reservaba para sí.
El Todo no se mide así…

Ricardo Paseyro









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