"Creo que todo escritor, los más duros de roer y con más vocación, venimos de una larga guerra o no soportamos para nada el mundo en que vivimos."

Ángel Padilla



"En activismo no cesaré nunca en tanto siga escribiendo, y lo seguiré haciendo siempre, mi palabra es viva y sale del libro inane. No soy un escritor para entretener, soy un miliciano de la palabra bala y rifle verde que se aúna con otras y otros milicianos para la batalla creativa por Gea."

Ángel Padilla



"En primer lugar, diré algo que muchos ignoran -en el sentido de ignorar de decidir no pensar en ello o de soterrar tal realidad- y es un hecho biológico y científico: todos somos animales. Los humanos lo somos. La única diferencia importante que nos separa del resto de los animales es que el animal humano es el único que ha decidido auto-recluirse en lugares llamados ciudades, lo llaman “la sociedad del bienestar”, pasan hambre, penurias, venden su alma con un sistema llamado política a otro animal humano que junto a otros formará un Gobierno, que regirá las vidas de todos con sus mandatos; en ese sentido el humano es el animal menos inteligente de la Tierra, elige amo y lugar donde permanecer encarcelado de por vida. Y, lo peor de todo -y aquí sitúo el énfasis en su mejor inteligencia que el resto de los animales-: el humano ha roto con la cadena trófica, sus hábitos dependen de destruir sin sustitución la Tierra de parte a parte. Esta introducción me es necesaria para explicar mi teoría de que el humano -la mayoría de sus individuos- es un animal frustrado, loco y cruel, y por eso descarga la frustración e ira de su existencia desnortada e infeliz sobre los que considera más débiles que él -que no lo son; únicamentes se encuentran en un marco que el humano conoce y domina más que ellos-. Esclavo, condenado, sin dignidad ni valores reales amplios, el humano genera daño y dolor, con preferencia a aquellos que no pueden devolver el golpe.

A este mundo delirante de las Naciones y sus fronteras, los humanos traen de sus hábitats libres a animales diversos, para recluirlos en zoos, circos...; para comerlos, hacinándolos en ganaderías industriales. La mayor parte de estos animales nacen y mueren en esos lugares insalubres y enloquecedores, sin haber conocido ni un tallo verde de su verdadero mundo, un mísero haz de sol que se sienta en el cuerpo no acompañado del miedo que les atraviesa de cabeza a pies toda su vida que pasan en nuestro mundo, hecho a la medida de nuestra idiotez, pero no a la de sus dignidades.

Visto esto, mis obras han ido en forma natural afrontando como tramas centrales las de la libertad por recuperar, la dignidad como camino y fin de lucha y el rechazo a todo ordenamiento en que ganen unos para que pierdan otros. Es cierto que he escrito más sobre los animales inocentes que no quieren vivir aquí porque para los humanos y sus injusticias entre ellos, ya hay infinidad de asociaciones, el mismo estado legisla, etc. Ellos se agreden y a la vez se protegen entre ellos. Los literatos cantan himnos a los países o a la muerte de los reyes, al amor... de los humanos, versos de corazones humanos. Cuando los poetas han hablado de los “animales” en sus poemas o los novelistas en sus novelas, siempre han afrontado esto desde una mirada antropocentrista; han, como mucho, ensalzado su belleza con verbo excelso y poco más. Pero no hay obras de militancia para el pueblo de los animales, para sus naciones diversas y valerosas, como Viento del pueblo o España en el corazón, por nombrar algunos, donde Hernández y Neruda tan prodigiosamente y con sangre enamorada hablan por su vecinos y consanguíneos. Su... Pueblo... de vecinos únicamente humanos. Mi Pueblo es más grande.

Yo tengo más vecinos y amigos y hermanas/os, muchos tienen alas en la espalda y otros tienen más de dos piernas. “La guadaña entre las flores” es un poemario que habla sobre la legal tortura de los bóvidos en los ruedos de España, poniéndome del lado del toro, por supuesto. “Mundo al revés” es una novela que describe cómo sería si el mundo funcionase al revés, los animales no humanos dominando esto. Usándonos como mascotas, vestidos como nosotros, friéndonos a trozos en sartenes para luego comernos... Introduciéndome en sus cárceles, heridas, padecimientos diarios, les intento captar la voz y el lamento y compongo historias, poemas o “cartas” de ellos hacia nosotros, en forma de libros. Por eso comenzaron a llamarme poeta de los animales, porque hasta la llegada de mis poemas no había nada o casi nada de esta temática de compromiso con los más invisibilizados en la literatura universal.

La poesía es el lenguaje originario, en poesía piensan los niños y los animales libres; mi ser se comunica con el mundo a través de esta lengua. Como activista, además de escritor, he ido viendo que un buen poema mueve más, agita más, nos convierte en más fuertes para la lucha, que un manifiesto o una narración formal de hechos. La poesía está escrita con fuego de herida. E inflama el aire sobre las cabezas y los corazones, haciendo más altas las pancartas, como un barco en el que vamos todas/os hacia el Sueño, mar adentro. Hay mucha gente que me dice que no leía poesía, incluso que la odiaba, pero que a través de mi poesía se ha conciliado con ella; ese sería por sí mismo un motivo fundamental, para mí, para seguir escribiendo. Y para defender a los animales hay que pensar en poesía, porque el gato, el camello, el lince, el perro, piensan y sueñan en lengua y visiones poéticas. Esto es, en belleza."

Ángel Padilla


"Este mundo de histéricos sólo cambiará cuando vea a sus monstruos, los animales secuestrados, entrando a sus casas, tumbando las paredes, parando el trafico para siempre."

Ángel Padilla



"Lo primero, dejen de comerse a los animales. Ellos quieren sus vidas. Ellos no les molestan a ustedes, déjenlos en paz ustedes a ellos. Hay que decir que el veganismo, ya no lo pueden ocultar las entidades responsables de la salud en el mundo, no sólo es la alimentación que nos corresponde por nuestra constitución corporal -no tenemos dientes para desgarrar, tenemos que freír la carne, no la comemos cruda como el tigre, que sí es carnívoro...- sino que es altamente cancerígena y generadora de un sinfín de disfunciones cardiovasculares que devienen mortales para el organismo en que transitan.
Les invito a pensar en ellos mismos. ¿Les gustaría nacer y morir dentro de un sucio barracón hacinados junto a otros que lloran, sin ver la luz del sol, sólo por el capricho egoísta de ser comidos por otros seres, que para colmo tienen otra opción más sana para ellos de alimentación? ¿Os gustaría ser propiedad de alguien? ¿Os gustaría que para que otros disfruten vosotros sintáis agudo dolor y lloréis? El miedo es un sentimiento que todos los seres de este universo sentimos por igual, la esperanza, la felicidad, el deseo de existir, de vivir, de paz. Que para nuestra paz, la de otros no se vea arrasada."

Ángel Padilla



"Me siento como un ave al que se le pregunta por qué vuela cuando salta de la rama y por qué canta cuando canta, cuando se me pregunta sobre el arte (aunque confieso que celebro siempre la pregunta porque va al centro de la cuestión, de mí y de todos)."

Ángel Padilla


"No soy un escritor para entretener, soy un miliciano de la palabra bala y rifle verde que se aúna con otras y otros milicianos para la batalla creativa por Gea."

Ángel Padilla



"Opino que (me llaman el poeta de los animales) porque mi poética, mi Obra en general, nombra y se compromete con todos los animales, humanos y no humanos. Abordo en mis ficciones, tanto como en mis denuncias menos literaturizadas, la denuncia de los sufrimientos que padecen los animales de este planeta que debería llamarse Agua en lugar de Tierra, tras barrotes, en establos, encadenados, comprados como propiedad. Nacidos como propiedad. Asesinados como propiedad. En un mundo en el que en toda cosa viva, cada hoja verde que brota nueva, se lee la palabra libertad."

Ángel Padilla



Para en medio de la batalla un beso

Madre
Tierra mordazas de asfalo silencian tu cano verde
          y en claros al cielo
las ciudades frenan tu oleaje de árboles,
          tu ascenso en paloma,
el galope hacia el sol de tu dividido caballo verde.
                  Ya no oigo
el ruido de tu hierba al alba como una estampida de trenes
por las venas del aire,
                  no te escucho
llorar con voz de mujer desde dentro de cada árbol
-desde la barricada de sus hojas-,
por con sus cuchillos de sombra/desangrándote de luz
la noche
                  Antes era
tu canto en cada brizna en cada pétalo un salmo
     interminable,
y antes era
el imparable paso de tu celeste sangre
hasta en las aortas de la nieve.

                        Y ahora callas,

callas
               (funeral de tu lengua),

ahora callas pensando como un muerto que espera.

¿Madre?

                                                […]

Padre
cielo como una hoja al viento flota la campana de tu
relincho.
Y ya no brilla tu alta crin azul entre las nubes.
Dónde la majestuosa cordillera de tu celeste lomo
     en ninguno de los techos del aire. ¿Qué jinete qué
     endemoniado
ángel
espolea tus ijares y ya siempre tu ausencia?

Visión de hoja
para ver al amanecer tu hocico azul antes de tu marcha,
para ver tu ojos de mar gigantes como rosas,
para oír la hierba en tus cascos antes de tus patas ser
     aire,
en un poema de aire en que ningún ave de verso
conoce la palabra espuela. Pero
ya hasta en el tronco del árbol, en
la superficie del mar,
en la espalda de cada nuevo ser nacido se lee la palabra
     fusta.

¿Padre?
                                                […]

Ángel Padilla



Que la palabra sea

Que la palabra sea.
Que la palabra vuelva.
Que torne a iluminarse.
Que sea.
Y como el haz de luz
que escriba en este folio del mundo
y lo que digamos hoy
sea superior
a
lo existente.
Y lo venza.

*

En la tierra me perdí
y en la tierra me encontré.
Nunca pienses que estás sola.
Tú, yo y ella somos tres.

Ángel Padilla


"Que la Tierra nos llama, que la Tierra nos implora, que está de rodillas. Que ella nos dio a la luz, porque trajo a nuestra madre. Que la Tierra está llorando mucho, que vean qué ocurre con los cielos y las catástrofes ambientales. La Tierra no se venga: está convulsionando. Que nadie más que nosotras y nosotros podemos parar esto. Y sólo puede ocurrir con la desmantelación de los Estados, del —como denominaba a este mal primordial el poeta anarquista Jesús Lizano— «dominantes y dominados». Un cambio de paradigma radical. No a la competición. No al amor a las patrias. Abajo todo lo que no sume para reparar el desastre. Aporta o aparta. Lo vamos a lograr. Nosotras somos más que ellas, nosotros somos muchos más millones que ellos."

Ángel Padilla


Revelaré mi nombre

Mírame, carcelero. Soy todo lo que temiste. Ya entendí.
Todos los nombres que le pusiste a la tierra
son falsos.

Patrias, Países, Naciones, Reinos, Territorios…
y sólo hay una única Nación, el Corazón.

Mi Defensa, mis manos.
Mi credo, el amor.
Mi territorio, todo.

El nombre mío lo diré al final.

Mira, gobernante. Ya no existes para mí. No eres nada.
Porque sé
que mi sangre es un pueblo.

Mis vecinos, aquellos que respetan que soy árbol,
que soy mares y cielos,
que soy voz y faro de todas las criaturas vivientes.
La mano que rompe todas las jaulas.

No tengo himnos, mira mis ojos.
No hay que rezar, andemos.
¿Temor? ¿De qué? Si esta hierba es eterna...

Enciérrame tras barrotes y te perderás.
Intenta callarme y te sentirás triste en la noche.
Podrás desgarrar con centuriones mis confines, y luego llorarás.

Al fin puedo decir mi nombre.
Dile a los demás esta canción
que los liberará.
No hay más tiempo, hemos de mostrarnos. Pues somos lo verdadero.

No ha habido verdad más cierta y más esperada.
Echa a volar, sonríe, nada firme.
No me temas, soy tu amigo:

Mi nombre es Tú.

Ángel Padilla



Seguiré entrando con el hecho poético en los lugares oscuros y de maltrato y esclavitud; si pude detener un paso de moros y cristianos para llamar esclavistas a los caballistas, interrumpir un coloquio de toreros en un gran auditorio atestado de gente leyendo a voz en alto mi «Tauromañana»; si puedo entrar junto a un guitarrista a un cuartel de la Guardia Civil leyendo el poema «La Liberación del Pájaro», del inédito Daniela, si puedo salir ileso después de recitar poemas antitaurinos entre emboladores en uno de los más peligrosos pueblos de Castellón, Arañuel; si podemos entre todas y todos hacer lo que se cree es imposible, seguiré alzado y alzando. Este camino de la beligerancia contra un sistema incapaz y mortal no tiene marcha atrás, y es muy ancho, cabemos todos, todas, llamo a mis iguales en alegría para un sol que alumbre solo pueblos dignos. Que se aparten a nuestro paso los que por miedo abrazan a los carceleros. Cada vez que abro los ojos en la mañana sé el valor de mi vida, de la vida, de cada vida, cuando firmas un contrato con otros ojos tristes que te suplican, y sabes que como ésos hay billones, es de por vida.., sólo soy eso, ni menos ni más que vosotros, y de este escrito salgo ahora para quedarme en sustrato:

Imaginad una paloma volando
una paloma que se posó en lo alto de la reja de una penitenciaría
y rompió a volar al mirarla los presos
y los presos en su vuelo fueron libres.
Imaginad un cielo limpio.

Ángel Padilla


"Si el mundo se tornase vegano no existiría el hambre en ningún país llamado pobre. Mientras, el Ártico se derrite, como la poca dignidad que nos queda."

Ángel Padilla


Tu error fue

Tu error fue
tapar el viento con paredes,
esconderlo todo tras paredes, ocultarlo todo tras paredes.
Tu primera traición, al viento.

Tu error fue
levantar la frente cuando te viste vestido,
los sastres y los clérigos te dijeron: Eres superior.
Tu segunda traición, a la verdad.

Tu error fue
cubrir de asfaltos las sendas y caminos,
tapar con himnos todos los silencios y pintar sábanas de colores
delimitando lindes con amos, viviendo en Sociedad,
tu tercera traición fue a la tierra.

Traicionaste al mundo
enjaulando a los otros,
a las otras, ellas, ellos
que, como tú, no se vistieron.
Ni se alejaron.
Ni te siguieron en un rumbo hacia una mentira que hasta día de hoy sigue variando su argumento.

Numerosos y fatales fueron tus errores.
Todo por estar más alto. Todo por gobernar la Tierra. ¿Y ahora qué?

Es como estar parado en un desierto blanco.

Necesitas un poeta que escriba algo en él, para que te salve.

Ya no hay discursos. Te perdiste.
Los limones sólo los ves en el supermercado.
Sólo visitas la mar en agosto,
ves las montañas en las fotografías.
A la cebra en el zoo.

¿Y ahora qué?
Si todo lo redujiste a tu condición, a tu plan imperfecto,
a tu error.

Ya no sabes leer en la hoja del campo. Te ofrezco un camino,
te hablo desde una desnudez.

Quema esa ropa. Quema tu casa. Quema tu nombre
y conversa de nuevo con las olas.

Apoya tu frente en el tronco del árbol
y escucha la oración que ya olvidaste.

*

Es de todos esta tierra
y no existen las fronteras.
El campo no tiene puertas
ni mi corazón banderas.

Ángel Padilla



"Una voz, que es de muchas y muchos, de millones que habitan vivos esta tierra y de otras tantas y tantos que ya no están en pie pero usan mis cuerdas."

Ángel Padilla


Yo llamo a un mundo

Yo llamo a un mundo en que las mujeres
no tengan que tener miedo de los hombres,
los animales, de los humanos,
los humanos, de llamarse animales,
los países, de disolverse en pueblos,
los pueblos, en individuos,
los individuos en tierra
y la tierra en libertad.

Ángel Padilla





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