Ibn Al-Arabi

"Así que absténganse, hermanos míos, de sufrir las calamidades de este lugar, ¡porque es fácil perder la capacidad de discernimiento! Hay almas que lo encuentran dulce y luego dentro son víctimas del engaño, puesto que se enamoran por completo de ello."

Ibn Al-Arabi


“Cada uno lleva en sí las posibilidades del amor y nadie puede sustraerse al mismo, como ninguna criatura puede existir sin su Creador y ningún servidor sin su Señor.”

Ibn Al-Arabi


"Cuando una cosa penetra otra, la primera está contenida en la segunda."

Ibn Al-Arabi


“Destrúyase el Universo, el Ser verdadero permanecerá ahí,  fiel a sí mismo."

Ibn Al-Arabi


 "El hombre perfecto sería una mujer."

Ibn Al-Arabi


"El asesinato de los niños varones israelitas con la finalidad de destruir al Profeta tuvo lugar para que la vida de cada niño asesinado con esta intención se concentrase en Moisés, porque cada niño fue matado suponiendo que era Moisés. Ahora bien, no hay ignorancia en la voluntad divina, de manera que el espíritu vital de cada una de esas víctimas fue a para necesariamente a Moisés. moisés nació, pues, como una síntesis de una muchedumbre de espíritus vitales, que eran otras tantas fuerzas activas."


Ibn Al-Arabi

La sublime sabiduría en el verbo de Moisés


"El último ser de la especie humana nacerá siguiendo las huellas de los pasos de Set, y portará sus secretos. No nacerá tras él nadie de esta especie, por lo que él será el Sello de los Nacidos. Nacerá con él una hermana, que aparecerá antes que él, y él la seguirá, su cabeza siguiendo el pie de ella. Nacerá en China y hablará la lengua de ese país. tras su nacimiento, se extenderá la esterilidad entre los hombres y las mujeres, de modo que copularán sin poder tener descendencia."

Ibn Al-Arabi
Fusus al-Hikam



“ (...) en el fondo tú no eres tú (lo que creer ser), pero tú no lo sabes.”

Ibn Arabi


"He visto la gloria  en la ascesis,
la riqueza  en la pobreza,
el contento  en la moderación,
el alivio en la paciencia ,
la provisión en la confianza contenta,
la verdad en la sinceridad,
la religión en el temor consciente,
el descanso en la soledad,
la guía en el esfuerzo insistente,
la extinción en la contemplación,
el amor en el seguimiento [del Profeta],
la influencia espiritual benéfica en ajustarse a lo permitido,
la luz en la adoración,
la obtención del secreto  en mantener el secreto,
la felicidad en el cuidado solícito,
la bondad con el compañero en el medio de vida,
la magnanimidad en el poder,
el cumplimiento en el pacto,
el amor en la compañía de la amistad,
la elevación en la humildad,
la nobleza  en el conocimiento,
la sabiduría en el silencio,
la salud en la dieta,
la develación  en el hambre,
la vigilancia del propio estado en la vigilia,
la negligencia del recuerdo de Dios en la pereza,
el beneficio  en el trato condescendiente y benevolente,
el temor en el corazón,
la dulzura  en la convivencia,
la adaptación y la conformidad  en el compañerismo,
la reflexión en el pensamiento,
la reorientación a Dios en la atención despierta,
el conocimiento  en la humildad,
la nobleza  en la generosidad ,
la misericordia en el amor mutuo,
la venganza en el odio,
sufrir una prueba  en el amor,
tornarse humilde  en el llanto,
y la proximidad en las acciones supererogatorias."

Ibn Al-Arabi





"Hubo un tiempo,
en el que rechazaba a mi prójimo
si su fe no era la mía.
Ahora mi corazón es capaz
de adoptar todas las formas:
es un prado para las gacelas
y un claustro para los monjes cristianos,
templo para los ídolos
y la Kaaba para los peregrinos,
es recipiente para las tablas de la Torá
y los versos del Corán.
Porque mi religión es el Amor.
Da igual a dónde vaya la caravana del amor,
su camino es la senda de mi fe."

Ibn Arabi


"Nacemos mujeres, gracias a Dios, no hay hombre en el universo."

Ibn Arabi

“No podemos ver a Dios en sí mismo pero podemos verlo de la forma en que ha escogido para revelársenos, en (aquellas) que inspiran amor en nuestros corazones.”

Ibn Al-Arabi


“No te ates exclusivamente a un credo determinado, de modo que desconfíes del resto; de ese modo te perderás mucho bien; no, has de reconocer la verdadera realidad del hecho. Dios, el omnipresente y omnipotente, no puede estar limitado por un credo.”

Ibn Al-Arabi



“Porque Él es el Primero y el Último, lo Exterior y lo Interior.
Él aparece en Su unidad y se esconde en Su singularidad.
Él es el Primero por Su "perseidad".
Él es el Último por Su eterna permanencia.
Él es la existencia de lo Primero y de lo Último,
de lo Exterior y lo Interior.
Él es Su nombre y lo que es nombrado.”

Ibn Al-Arabi
El Tratado de la Unidad



"... Porque no hay criatura superior al mineral ni al vegetal según sus grados y su rango y es después de la planta que está situado en esa jerarquía el animal. Cada uno de estos tres reinos conoce a su creador por intuición directa y por signos evidentes, mientras que el hombre está condicionado en su conocimiento de Dios por la razón, el pensamiento y el dogma de su creencia."


Ibn Al-Arabi

De la sabiduría de la verdad en el Verbo de Isaac


“Que tu corazón sea el templo que acoja a todas las creencias.”

Ibn Al-Arabi


"Quien está en el círculo, en un movimiento alrededor del Polo, no se aleja nunca...Por contra, quien prisionero de la imaginación sigue la tangente y recorre un camino rectilíneo, se aparta del objeto de la Búsqueda, pues sale en busca de lo que ya está en él. En cambio, para quien sigue el movimiento circular, no hay punto de partida ni de llegada, obteniendo así la realización espiritual."

Ibn Al-Arabi


"Sabed que desde que Dios creó a los seres humanos y los trajo desde la nada hasta la existencia, no han dejado de ser viajantes."

Ibn Al-Arabi



“Si alguien objeta: "Tú has abolido su Señorío", yo respondo: No he abolido su Señorío, porque Él no cesa de ser un Señor magnificente, ni cesa de ser adorador magnificado. Él no cesa de ser Creador, ni cesa de ser creado. Él es ahora tal como era. Sus títulos de Creador, o de Señor magnificante, no están condicionados por la existencia de una cosa creada, o de un adorador magnificado. Antes de la creación de las cosas creadas, Él poseía todos sus atributos. Él es ahora tal como era.”

Ibn Al-Arabi

El Tratado de la Unidad



"Si amas a un ser por su belleza, no estás amando más que a Dios, porque él es el Ser Bello."

Ibn Al-Arabi



"Tu imagen está en mis ojos
y en mi boca tu nombre.
Moras en mi corazón
¿Pero dónde te escondes?"

Ibn Al-Arabi
El Tratado del Amor


Turÿuman al-Ashwaq
(El intérpete de los deseos)


I

Yo quisiera saber si comprenden 
qué corazón han poseído. 
Y que mi corazón supiera
las sendas de montaña que han pasado. 
¿Crees que están a salvo?
¿Crees que han perecido?
Los príncipes del amor se confunden 
en el amor y se extravían.

II

El día de su partida hicieron marchar los camellos 
después de cargar sobre ellos los pavos reales. 
Por sus miradas asesinas, dominadoras,
la creerías reina de Saba sobre trono de perlas.
Cuando camina sobre el suelo de cristal, se te antoja 
un sol de la alta esfera en el seno de Hermes. 
Cuando mata con su mirada y con sus palabras, 
resucita como, si al hacerlo, fuera Jesús.
Su Tora es la tabla de sus piernas en su esplendor, 
que yo sigo y estudio como si fuera Moisés. 
Es obispesa entre las hijas de Roma, sin adornos.
Sobre ella puedes ver un halo de revelaciones. 
Es salvaje, en ella no hay piedad, ha adoptado
para su propio recuerdo un mausoleo en la mansión de su soledad.

Ha dejado confuso a todo sabio musulmán,
de los Salmos de David, rabino y sacerdote cristiano. 
Cuando con un gesto pide el Evangelio, te parece 
sacerdote, patriarca y diácono.

El día que pusieron en camino sus camellos, grité: 
¡Camellero!, no te la lleves con la caravana. 
Entonces dispuse las huestes de mi paciencia 
en falanges sobre el camino
y pedí, con el alma en la garganta,
a esta belleza ya esta gracia que me diera respiro. 
Ella accedió. ¡Allah nos guarde de su poder 
y el Rey victorioso rechace a Satán!

III

¡Amigos!, pasad de largo Al-Kathíb y torced
hacia La'la' y buscaré las aguas de Yalamlam, 
que allí mora quien sabéis ya quien ,dedico
mi ayuno, mi peregrinación, mi sagrada visita y mi romería. 
Nunca olvidaré yo un día en al-Muhassab de Miná,
y unos negocios en ai-Manhar ai-'Alá y en Zamzam. 
Su Muhassab es mi corazón, porque allí se arrojaron sus piedrecillas.
Su altar es mi alma y mi sangre su fuente.
¡Camellero!, cuando llegues a Hájir
detén las cabalgaduras un instante y saluda,
proclamando en las tiendas rojas, junto al vedado,
el saludo de un amante por su nostalgia enloquecido. 
Y si responden, devuélveme el saludo con la brisa, 
pero si callan sigue adelante con tus bestias
hacia el río de Jesús donde las suyas han parado,
junto a la desembocadura donde están las tiendas blancas. 
Y convoca a Da'd y Rabáb y Zainab
y Hind y Salma y Lubna y escucha.
Y pregunta si en Halba está la doncella esbelta 
que muestra al sonreír el esplendor del sol.


IV

Mi saludo es para Salma y los que moran en el vedado; 
el saludo es deber del que ama tiernamente como yo.
Nada le cuesta a ella responder saludándonos, 
pero nadie puede obligar a las estatuas.

Partió cuando la oscuridad de la noche tenía tendidos sus velos.

Así le hablé de un amor huérfano y desterrado, 
al que los deseos han puesto sitio, y persiguen 
raudas flechas doquiera se dirija.
Brillaron sus dientes, lució un relámpago,
y no pude saber cuál de los dos rompió la noche.

Ella dijo: ¿Por qué no le basta que esté presente en su corazón 
y me contempla sin cesar? ¿Por qué no? ¿Por qué no?


V

El amoroso anhelo me sublima, la paciencia me lleva a lo profundo.
Así estoy entre el monte y la ribera, 
tan divergentes que jamás se encuentran. 
No cabe la armonía en mi ruptura.
¿Qué puedo yo hacer o qué inventar, decidme? 
¡Censor, no me amenace tu censura! 
Suspiros se alzan en mi pecho,
lágrimas inundan mis mejillas. 
Los camellos añoran ya sus lares
con su celo de amor, las pezuñas doloridas del camino. 
Después de su partida, mi vida sólo es nada.
¡Paciencia y vida mías, yo os saludo!
  
VI

Partieron mi paciencia y mi resignación cuando ella se fue; 
partió y quedó asentada en lo íntimo de mi corazón.

Yo pregunté: ¿Dónde descansan los viajeros? Me contestaron: 
Acamparon allí donde el shih y el han regalan su fragancia.
Dije al viento: Marcha a su encuentro, que ellos estarán a la sombra del boscaje.
Llévales el saludo de un hermano del dolor,
en cuyo corazón viven las penas de la ausencia.


VII

Al besar la piedra negra se acercaron unas doncellas 
que llegaban, veladas, al noble periplo. 
Allí desnudaron luces de sol y me dijeron:
¡Contente!, que la muerte del alma reside en las miradas 
y ¡cuántas hemos matado ya en al-Muhassab de Miná!, 
almas altivas, junto a los pedregales,
y en Sarhat al-Wadi y las montañas de Ráma 
y en Jaro' al partir de Arafát.
¿Acaso no sabes que la belleza roba a quien
tiene castidad y por ello se la llama ladrón de virtudes? 
Así nuestra cita, después de este giro, será en Zamzam,
junto a la tienda mediana entre las rocas.
Allí todo el que por pasión languidece encuentra salud 
en las mujeres perfumadas que desea.
Cantando ellas temen dejar caer el cabello y así
sus rizos las cubren con túnicas de oscuridad.

 VIII

Su campamento yace ya en ruinas. 
Mi amor es siempre nuevo
dentro del corazón y no envejece. 
Ruina y llanto el recordarlas siempre 
derrite el alma. Lleno de amor 
grité detrás de sus cabalgaduras:
¡La tan rica en belleza! Aquí yo quedo
tan pobre, con el rostro dado al polvo, de tierno amor.
Por los derechos de mi amor tan puro 
como el tuyo guardad me la esperanza
de alguien que se anega con su llanto 
y se abrasa en dolor ya sin aliento.
¡La que enciende este fuego! ¡Aguarda! 
Este fuego de la pasión es algo tuyo;
toma también alguna de sus llamas.


IX

Se han encendido rayos para nosotros en Abraqain,
ya su tenor han resonado en el pecho los truenos, 
sus nubes dejaron caer la lluvia sobre las espesuras
y en todas las ramas temblorosas que se inclinan hacia ti. 
Como lágrimas corren sus arroyos y la brisa esparce su fragancia, 
la paloma collarada aletea y las ramas hacen despuntar sus hojas.

Plantaron sus tiendas rojas entre los arroyos 
serpentinos y entre ellas se sentaron 
doncellas albas como soles que se alzan
con grandes ojos, nobles y preciosas y esbeltas.


X

¡Qué maravilla me causa un amor que por sus encantos 
camina orgulloso entre las flores del jardín!
Yo le dije: ¡No te extrañes de lo que ves, pues
sólo a ti mismo miras en el espejo del hombre!

XI

¡Palomas que frecuentáis el arak y el han,
mostraos piadosas y no aumentéis con vuestros dolores los míos! 
Tened piedad, no reveléis con el lamento y el llanto
mi amor secreto y mi callada tristeza.
Sólo a ella me dirijo, a la puesta del sol y su salida,
con el grito del enamorado y el lamento del sediento de amor. 
Los espíritus se enfrentan en el boscaje de ghadd
e inclinan las ramas hacia mí y me aniquilan, 
y trajeron la violenta nostalgia y la pasión
y extrañas pruebas encontradas.
¡Quién me pusiera en Jam' y al-Muhassab de Miná!
 ¡Y quién en Dhat al-Athl y Na'mán!
Rondan devotamente mi corazón una y otra vez, 
por amor y aflicción, y besan sus columnas
como el mejor de los apóstoles que rondó en la Kaaba, 
a la que la razón encuentra falta,
y besó sus piedras, siendo profeta excelso.
¿Y cómo se puede comparar el rango de un templo con la dignidad del hombre?

¡Cuántas veces prometió y juró no mudar
pero el que se adorna no cumple promesa!

Es grande maravilla una gacela velada
que indica con los dedos teñidos de azufaifa 
y hace señales con sus ojos
y cuyos pastos se hallan en el pecho.
¡Qué maravilla un jardín entre incendios!

Mi corazón acoge cualquier forma:
prado de las gacelas, refugio para el monje, 
templo para ídolo, Kaaba del peregrino.
Es tablas de la Tora y libro del Corán. 
Sigo el Dîn (el Islam) del amor solamente
adonde sus camellos se encaminan. 
Mi sola certeza es amor y mi creencia.
Tengo un modelo en Bishr, el amante 
de Hind y de su hermana,
en Qays, en Layla, en Mayya y en Ghaylán.

XII

En Dhu Salam y en el monasterio de la colonia de Himá
hay unas gacelas que te hacen ver el sol en forma de estatuas. 
Así contemplo yo las esferas y sirvo en un templo
y guardo un jardín que la primavera colma de flores.
Por ello me llaman unas veces pastor de gacelas en el desierto 
y otras monje cristiano y astrólogo. 
Mi amada se triplica y sólo es una,
como se transforman las personas siendo una la esencia. 
Amigo, no te enoje que yo hable de una gacela
que ilumina sus cervatillos cuando rodean las estatuas. 
Y de cuellos de gacela y de rostros de sol
y de pechos y muñecas de blancas estatuas. 
Como también he prestado vestido a las ramas
y al jardín virtudes y al rayo labios sonrientes.

XIII

Gime una paloma acollarada y el amante entristecido 
compadece su pena y su gemido.
De los ojos dolientes corren por aquel duelo 
lágrimas como de una fuente viva.

Le hablé como a mujer en la pérdida de su único hijo,
pues la pérdida del unigénito es el duelo más grande; 
le hablé mientras caminaba el Dolor con nosotros. 
Ella no puede verse, pero yo soy visible.
Siento dentro de mí el ardoroso amor por los arenales de 'Alij 
donde se alzan sus tiendas,
donde habitan las de los grandes ojos, 
las de miradas asesinas que tienen párpados enfermos 
como funda para el filo de esas miradas.
No he cesado de beber las lágrimas que mi dolencia mueve 
ocultando la pasión, recatándola al que me acusa,
hasta que, al graznar el cuervo en su partida.
la separación descubrió el amor del triste.
Marcharon sin cesar toda la noche, cortaron sus anillos, 
y así fueron los camellos, bajo las literas, queja y lamento.
He enfrentado las razones de la muerte cuando
soltaron sus riendas y apretaron las cinchas. 
La ausencia con amor es mi asesino,
el amor más pesado se hace fácil en el encuentro. 
¿Cómo se me puede reprochar si yo la amo,
cuando ella es amable y hermosa en cualquier sitio?

XIV

Miró el rayo oriental y amó el oriente,
de fulgurar en occidente. el occidente hubiera amado, 
pues mis ansias de amor son por el rayo y sus fulgores;
no deciden mi amor ni los lugares ni la tierra. 
La brisa me ha narrado de ella un decir aprendido
del dolor y de mi pasión, de la tristeza y de mi sufrimiento, 
del éxtasis y de mi razón, de la nostalgia y del amor,
de las lágrimas y de mis ojos, del fuego y de mi corazón. 
Aquella a quien amas sólo está en tu pecho
y la brizan tus suspiros.
Yo le dije: Hazle saber que ella es
quien causa el fuego de mi corazón. 
Solo puede apagarlo la unión eterna,
'y si arde más no es culpa del amante.


XV

Me abandonaron en al-Uthail y al-Naqá
y quedé derramando lágrimas con lamentos de amor ardiente. 
¡Cuánto amo a aquella por cuyo amor me fundo como nieve!
¡Cuánto amo a aquella por cuyo amor quedo muriendo! 
El vergonzoso rubor de sus mejillas
es el resplandor del alba acariciando al ocaso.
La paciencia ha acampado y el dolor ha levantado su tienda,
y yo entre los dos yazgo postrado, ¿quién me ayudará en mi dolor?,
¿quién me ayudará en mi amor? ¡Guiadme! 
¿Quién me ayudará en mi tristeza?
¿Quién dará ayuda a un amante apasionado? 
Cuando más escondidas guardo las ,penas del amor,
mis lágrimas y mis vigilias más revelan su violencia. 
y cuando digo: ¡Dame una mirada!,
se me dice: Sólo por piedad se te ha negado; 
una mirada suya no te remediará,
pues es tan sólo el fulgor de un rayo que destella. 
No olvido cuando el camellero aguijoneaba,
deseando partir con ellos en busca de al-Abraq.
Los cuervos de la separación graznaban por su causa.
Niegue Allah su protección a un cuervo que grazna. 
El cuervo de la separación, ¿qué es sino un camello

que parte con los seres amados en marcha veloz y forzada?"

Ibn Al-Arabi