Vittoria Colonna

"A decir verdad no me asiste el derecho a la queja por no haber podido disfrutar más ampliamente de su amistad; soy una mujer dichosa: sentí el amor más profundo, la pasión más arrebatadora, la curiosidad más incisiva, un místico placer por las bellezas del mundo, y pude disfrutar de la amistad enamorada de uno de los mayores genios que ha dado la humanidad. ¿Qué más puedo pedir?"

Vittoria Colonna
A Michelangelo


Al Cardenal Bembo

"¡Ay! ¡Cuánto fui a mi sol, contrario al hado
Que antes el numen con su rayo ardiente
No os encendió, para que eternamente
Fuerais más claro vos, el más loado!

Con vuestro estilo noble y levantado
Entre todos famoso y excelente
Su nombre hubierais del ocaso a oriente
De la segunda muerte preservado.

¡Pudiese daros yo el ardor que siento,
O vos a mí la inspiración suprema,
Para cantar un mérito tan nuevo!

Mas al cielo dejamos descontento
Vos porque no escogisteis ese tema,
Yo porque de tal sol a hablar me atrevo."

Vittoria Colonna
Traducción de Clemente Althaus


"Cuando muerte entre nos desató el nudo
que atara Amor, Naturaleza y Cielo,
alimento quitó al pecho y a los ojos,
asi del mismo modo estrechó el alma.
Este es el bello lazo que loo y precio,
del que nace el honor, la eterna gloria;
no pueden flor y fruto marchitarse
del bel jardín donde llorando gozo.
Cuerpos estériles, fecundas almas;
su valor aquí unido con mi nombre
me hacen ya madre de su clara prole,
la cual vive inmortal, y yo en las ondas
de llanto estoy, porque subido al Cielo
él tuvo el sol y el duelo la victoria."

Vittoria Colonna
soneto a la muerte de su esposo




"Estuve tan cerca de Él que incluso a veces teníamos ambos la vívida sensación de la fusión de nuestras almas, llegando a sentirlas como una sola: alma hermafrodita, de sexo bifurcado en dos cuerpos abocados a un mismo sentir."

Vittoria Colonna



"Hijo y señor, si tu primera y verdadera
Madre yace en prisión, no le han arrebatado
El alma sabia o su noble espíritu derrotado,
Ni las tantas virtudes retiradas de su indómita compañía.
A mí, que parezco andar sin carga y ligera
Y que en poca tierra mantengo el corazón confinado y enterrado,
Rezo porque vuelvas la mirada de cuando en cuando,
Para que tu segunda madre no perezca.
Sobre los abiertos y espaciosos campos
Del cielo caminas, y ninguna sombra o piedra
Retarda o estorba tu rápido curso.
Yo, gravada por los años, me congelo; por ello tú que ardes
Con alta flama celestial, humildemente ora por mí
Al común padre eterno por socorro."

Vittoria Colonna
La presente traducción del soneto de Vittoria Colona a Reginald Pole se efectuó consultando el texto original incluido en la edición y traducción al inglés de los sonetos de la marquesa viuda de Pescara por la profesora Brundin37, así como las traducciones del mismo a lengua inglesa realizadas por la profesora Virginia Cox38 y la profesora Musiol. La profesora Cox señala que el poema data c. 1540, mientras que las profesoras Brundin y Musiol no han definido la fecha exacta del mismo.


Recuerdos de su esposo

"De mi sol claro, con la muerte ciego,
Aquí miro doquier las dulces huellas;
Ciego no, más allá de las estrellas
Arde con luz más clara y vivo fuego.

Aquí vencido de mi amante ruego,
Él me mostró sus cicatrices bellas,
Y yo mis labios estampaba en ellas,
Y las bañaba de mi llanto el riego.

Sus brillantes victorias me contaba
Y el modo y la ocasión con la serena
Faz con que abría la contienda brava;

De llanto rompo en dolorosa vena,
Pues lo mismo que un tiempo me alegraba
Me causa ahora inconsolable pena."

Vittoria Colonna
Traducción de Clemente Althaus


Solo escribo para aliviar el daño

Solo escribo para aliviar el daño
que suele al pecho enviar la luz del mundo
y no para alumbrar a mi sol bello
al claro espíritu y al honrado despojo.

Justa razón a lamentar me lleva,
a doler que su gloria yo decrezca;
con otra pluma y palabras más sabias
hay que a la muerte arrebatar su nombre.

La pura fe, el ardor, la intensa pena
todos a mí me excusen, que el gran llanto
es tal, que tiempo ni razón lo frenan.

Amargo lagrimar, no dulce canto,
foscos suspiros que no voz serena
no de estilo mas de dolor presumo.

Vittoria Colonna
Rimas, 1538
Traducción de María Cinta Montagut
















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