Damián de Vegas

Estate Señor conmigo

Estate, Señor, conmigo
siempre, sin jamás partirte,
y cuando decidas irte,
llévame, Señor, contigo;
porque el pensar que te irás
me causa un terrible miedo
de si yo sin ti me quedo,
de si tú sin mí te vas.

Llévame en tu compañía,
donde tu vayas, Jesús,
porque bien sé que eres tú
la vida del alma mía;
si tú vida no me das,
yo sé que vivir no puedo
ni si yo sin ti me quedo,
ni si tú sin mí te vas.

Por eso, más que a la muerte,
temo, Señor, tu partida
y quiero perder la vida
mil veces más que perderte,
pues la inmortal que tú das
sé que alcanzarla no puedo
cuando yo sin ti me quedo,
cuando tú sin mí te vas.

Damián de Vegas



La verdadera nobleza

Si el alma es la cabeza y la corona
del ser humano, bien se verifica
que el alma noble y de virtudes rica
ennoblece e ilustra a la persona.

Luego de noble en vano se blasona
de hidalgo en balde o caballero pica
el que a los vicios y maldad se aplica
y las santas virtudes abandona.

Así si el mundo solamente honra
al linajudo y rico, aunque vicioso,
y el virtuoso pobre estima en poco,

No curéis de su honra y su deshonra,
pues ya sabéis que el mundo es mentiroso
y fanfarrón y lisonjero y loco.

Damián de Vegas


¿Qué gimes, alma? ¿qué has?
¿qué tienes? ¿qué desesperas?
Confía tú en Dios de veras,
y no te confundirás.

Damián de Vegas









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