Hans Sachs

Amigo mío, ésa es precisamente la obra del poeta,
el interpretar y observar sus sueños.
Creedme, la ilusión más verdadera del hombre
se le manifiesta en el sueño:
todo arte poético y toda poesía
no es más que interpretación de sueños que dicen la verdad.

Hans Sachs
Los maestros cantores
Tomada del libro El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música de Friedrich Nietzsche, página 14


"El médico. Buenas noches, estaba en Nieden, pero parece que hay un enfermo aquí en Waern que necesita mis cuidados. Oigo la tos de alguien. ¿Hombre o mujer? ¿Quizás afligido por los celos o arrastrado por el vicio del alcohol? La enfermedad ya no es lo que era.
El siervo. Seños hemos pasado una mala noche. Usted no necesita ningún tipo de medicamentos. Acérquese a la puerta y entre, si le parece bien.
El médico. Béndito anfitrión aquél que dice a su huésped lo que necesita y lo que no necesita. ¿Seremos partícipes, entonces, de contraer una gran deuda? Entremos. Aquí yace doliente.
La enferma. ¿Puede ayudarme? Algo se agita en mi interior, pero no puede ser hidropesía. Mi físico es en extremo saludable y ahora el día y la noche pugnan dentro de mí.
El médico. Diría que ya sé lo que sucede.
La enferma. Doctor, ¿cuál es la fuente de mi lamento?
El médico. Turbia y un tanto amarillenta parece estar la zona abdominal.
La enferma. Mi vientre está tan hinchado y duro como los huesos de un cadáver.
El médico. Voy a preparar algo para librarla de la angustia de la muerte."

Hans Sachs
Tres juegos de carnaval


“… La bella apariencia de los mundos oníricos, en cuya producción cada hombre es artista completo, es el presupuesto de todo arte figurativo, más aún, también, como veremos, de una mitad importante de la poesía. Gozamos en la comprensión inmediata de la figura, todas las formas nos hablan, no existe nada indiferente ni innecesario. En la vida suprema de esa realidad onírica tenemos, sin embargo, el sentimiento traslúcido de su apariencia: al menos ésta es mi experiencia, en favor de cuya reiteración, más aún, normalidad, yo podría aducir varios testimonios y las declaraciones de los poetas…”

Hans Sachs
Los maestros cantores



"La granjera. ¿Qué puedo hacer para despertar de tan prolongado letargo a mi perezoso y disoluto esposo? Todavía ronca, mientras que yo me desperté antes del alba, he cocinado los huevos y ordeñado al ganado. Querría arrojarle una piedra.
El granjero. ¿A qué viene ese ruido? ¿Por qué estás levantada tan de mañana?
La granjera. Pensaba que ni el mismísimo diablo, aunque se estrellara con todas sus asperezas, podría levantarte de esa cama.
El granjero. Querida, Gretchen, me haces reír. Todavía es temprano. Ni siquiera los gallos y gallinas se han despertado de su profundo sueño. ¿Qué iba a hacer a esta hora?
La granjera. ¿Y todavía lo preguntas, truhán? ¿Qué voy a hacer contigo?
El granjero. No puedo hacer todo a la vez. Necesitaría desayunar. Mucho dinero aguarda en el mercado. Quiero domesticar algunos terneros, pero hace muchísimo calor.
La granjera. Haz el favor de sentarte. Añade algo de hierba a la carne y recuerda que cuando sopla el viento, has de dejar que el ganado paste a su libre albedrío; de lo contrario no podrás domesticarlos ni llevarlos al mercado.
El granjero. Lo recordaré. Lo haré bien."

Hans Sachs
Los ternero



Lamento de los salvajes del bosque sobre el pérfido mundo

Con qué fuerza se impone la perfidia
Qué dura prisión sufre la justicia
Y la injusticia, con qué fuerza brilla
Cómo se honra hoy en día al usurero
Cuánto trabajo para malvivir
Qué alto precio nos cuesta el bien común
Y qué arduo obtener el propio bien
Cómo crece el abuso en las finanzas
Cómo los intereses se incrementan
Con qué descaro es ley la violencia
Con qué dureza la verdad se impone
Cómo se pisotea la inocencia
Cuánto cuesta barrer del mundo el vicio
Cómo corre la sangre por doquier
Y no hay castigo que se dé por bueno
A cuánta ostentación lleva el ser rico
Cómo se menosprecia la pobreza
Cómo el saber se oculta tras la puerta
Cómo imperan riqueza y violencia
Y cómo languidece la piedad
Cómo gana terreno la mentira
Cómo la envidia implacable gobierna
Cómo se hiela la fraternidad
Cómo se apaga la fidelidad
Cómo no queda nadie solidario
Y cómo la humanidad se ha evaporado
(…)
Y así es tan falso el mundo y tan cubierto
De falsedad y de infidelidad
Que a la fuerza tenemos que escapar
Pondremos casa en el bosque salvaje
Con nuestros hijos faltos de instrucción
Es lo que el falso mundo nunca busca
Frutos silvestres son nuestro sustento
Recogemos raíces de la tierra

Y bebemos de fuentes cristalinas
Nos calentamos a la luz del sol
Con hierbas y follaje nos vestimos
Y nos sirven de cama y de cobija
Una cueva en la roca es nuestra casa
De donde nadie expulsa a los demás
Y nuestras reuniones y festejos
En el bosque las fieras los comparten
Como no les hacemos daño alguno
Ellas nos dejan movernos en paz
Y en el lugar desierto que ocupamos
Nos van naciendo los hijos y nietos
Viviendo unidos y con fraternidad
Entre nosotros nunca hay altercados
Y cada uno hace por los otros
Lo que quisiera que hiciesen por él
De nada temporal nos ocupamos
Cada mañana hallamos alimentos
Y no tomamos más que los precisos
Y a Dios damos las gracias por tenerlos
Si enfermedad o muerte nos abaten
Sabemos que de Dios nos han venido
Y Él hace lo mejor para nosotros
Así con humildad y sencillez
Aquí abajo pasamos nuestro tiempo
Hasta que un día se produzca un cambio
Por todo el ancho mundo, cuando todos
Se hayan vuelto leales y piadosos
Y prefieran ser pobres y sencillos
Tal vez entonces salgamos del bosque
Y habitemos entre la turba humana
Aquí hemos esperado muchos años
A que crezcan virtud y honestidad
Que ocurra pronto os desea Hans Sachs.

Hans Sachs













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