Julio Verne

“A partir de ahora no viajaré más que en sueños.”

Julio Verne 


"A partir del ribazo del lago, estas rocas suben formando taludes de suave pendiente, dejando entre ellas un tapiz arenoso de menudo grano, adornado aquí y allá por amarillentos montones duros y apretados de hinojo marino. Después, en espesas sabanas, se encuentran montones de algas, unos secos, mojados otros, exhalando aún los acres olores marinos. No es éste el único combustible que se emplea en Back-Cup, pues veo un enorme stock de aceite, que ha debido ser traído por el tug y la goleta. Pero, lo repito, la humareda que arroja el cráter es debida a la incineración de estas hierbas desecadas.
Continuando mi paseo, distingo en la parte septentrional del lago a los habitantes de esta colonia de trogloditas: —¿no merecen este nombre?—. La parte de la caverna que es llamada Bee-Hive, es decir, “la colmena”, lo justifica plenamente. Allí se han labrado por la mano del hombre varias hileras de celdillas, donde viven estas abejas humanas. En la parte Este, la disposición de la caverna es muy diferente. Por esta parte se enderezan y multiplican centenares de pilares naturales que sostienen la bóveda. Es un verdadero bosque de árboles de piedra, cuya superficie se extiende hasta los extremos límites de la caverna. Entre estos pilares se entrecruzan gran número de sinuosos senderos que permiten llegar al fondo de Back-Cup.
Por el número de colmenas de Bee-Hive, se puede calcular de ochenta a ciento el total de los compañeros del Conde de Artigas.
Precisamente ante una de estas celdas, separada de las otras, está ese personaje, con el que hace un instante se han reunido el capitán Spada y el ingeniero Serko.
Después de cambiar algunas palabras, los tres bajan hacia el ribazo, deteniéndose sobre el muellecillo, cerca del cual flota el barco submarino.
En este momento, unos doce hombres, después de haber desembarcado las mercancías, las transportan en el bote al otro lado del lago, donde extensas fortificaciones, acanaladas en el macizo lateral, forman los almacenes de Back-Cup.
El orificio del túnel bajo las aguas del lago no es visible. He observado, en efecto, que para penetrar allí el remolcador se ha hundido algunos metros bajo el agua. En la gruta de Back-Cup no pasa, pues, como en las de Skaffa o Morgate, cuya entrada está siempre libre hasta en la época de las mareas altas. ¿Existe otro paso que comunica con el litoral, un corredor natural o artificial? Yo lo buscaré, pues es cosa muy importante.
En realidad, el islote de Back-Cup merece el nombre que tiene. Es una enorme taza colocada al revés, forma que afecta no sólo al exterior, sino en la parte interior, cosa que yo ignoraba."

Jules Verne
Ante la bandera


“Con el submarino ya no habrá más batallas navales, y como se seguirán inventando instrumentos de guerra cada vez más perfeccionados y terroríficos, la guerra misma será imposible.”

Julio Verne


"Conviene hacer notar que la República Argentina había mostrado una feliz iniciativa construyendo el faro del Fin del Mundo, y las naciones podían estarle agradecidas. Hasta entonces ninguna luz alumbraba aquellos parajes a la entrada del estrecho de Magallanes al cabo de las Vírgenes, sobre el Atlántico, hasta su salida al cabo Pilar, sobre el Pacífico. El faro de la Isla de los Estados iba a prestar incontestables servicios a la navegación.
No existía otro alguno en el cabo de Hornos, y el recién inaugurado iba seguramente a evitar no pocas catástrofes, asegurando a los navíos procedentes del Pacífico facilidades para embocar el estrecho de Lemaire.
El gobierno argentino había, pues, decidido la creación del nuevo faro, en el fondo de la bahía de Elgor. Después de un año de trabajos bien dirigidos, la inauguración acababa de efectuarse el 9 de diciembre de 1859.
A 150 metros de la pequeña caleta en que termina la bahía, el suelo presenta una elevación de 400 a 500 metros cuadrados de extensión, y de una altura de 30 a 40 metros, aproximadamente. Un muro de piedra viva contiene este terraplén, esta terraza rocosa que debía servir de base a la torre del faro.
Esta torre se elevaba en el centro, por encima de los anexos, alojamientos y almacenes.
El anexo comprendía: 1º, la cámara de los torreros, con camas, armarios roperos, sillas y una estufa de carbón; 2º, la sala común, provista igualmente de un aparato de calefacción, que servía de comedor, con una mesa central, lámparas colgadas al techo, estantes con diversos instrumentos, como anteojos de larga vista, barómetro, termómetro y lámpara destinadas a reemplazar las de la linterna, en caso de accidente, y un reloj de pesas adosado al muro; 3º, el almacén, dónele se conservaban provisiones para un año, aunque el abastecimiento debiera efectuarse cada tres meses; allí había conservas variadas, carne fiambre, legumbres secas, té, café, azúcar y algunos medicamentos de uso corriente; 4º, la reserva de aceite necesario para alimentar las lámparas del faro; 5º, el almacén donde estaba depositado el combustible en cantidad suficiente para las necesidades de los torreros durante los rudos inviernos antárticos."

Jules Verne
El faro del fin del mundo


"El carruaje llegó a dicho punto a las nueve de la noche, y allí pernoctaron los viajeros. Kerabán y sus compañeros descansaron en uno de los duckhans de la posada, y volvieron a partir a la mañana siguiente. Al mediodía, seis leguas más lejos, encontraron en Pidsunda caballos de refresco. Allí Van Mitten ocupó media hora en admirar la iglesia donde residieron los antiguos patriarcas del Cáucaso occidental; aquel edificio, con su cúpula de ladrillos, antes cubierta de cobre; la construcción de sus naves, siguiendo el plano de la cruz griega; los frescos de sus paredes y su fachada sombreada por seculares olmos, merece incluirse entre los más curiosos monumentos del período bizantino del siglo VI.
Después, aquel mismo día, pasaron por los pueblerinos de Guduati y de Gunista, y a la medianoche, después de una rápida etapa de diez y ocho leguas, los viajeros descansaban algunas horas en el pueblo de Sujum-Kalé situado sobre una ancha bahía que se extiende por el Sur hasta el cabo Kodor.
Sujum-Kalé es el principal puerto de Abasia; pero la última guerra del Cáucaso ha destruido en parte la ciudad, en la que residía una población híbrida de griegos, armenios, turcos, rusos, y todos en mayor número que los abasianos. Sin embargo, el elemento militar domina, y los steamers de Odesa o de Poti conducen numerosos oficiales a los cuarteles, construidos cerca de la antigua fortaleza, que construyeron en el siglo XVI bajo el reinado de Amurates, época de la dominación otomana.
Una comida al estilo georgiano, compuesta de sopa agria cocida con pollo, guisado de carne rellena, condimentada con leche ácida y azafrán (comida que no podría ser apreciada, sino muy medianamente, por dos turcos y un holandés), precedió a la partida a las nueve de la mañana."

Jules Verne
Kerabán el testarudo


"El doctor Fergusson obedecía a su naturaleza, y tenemos fundados motivos para suponer que era algo fatalista, pero de un fatalismo muy ortodoxo, contando con él y aun con la providencia; se decía impulsado, más bien que atraído, a sus viajes y recorría el mundo como una locomotora que marcha encarrilada."

Julio Verne
Cinco semanas en globo



“El gran pesar de mi vida ha sido el hecho de que nunca he tenido lugar alguno en la literatura francesa.”


Julio Verne


"El mar lo es todo. Cubre siete décimas partes del globo. Su aliento es puro y saludable. Es un inmenso desierto donde el hombre nunca está solo."

Julio Verne


"El porvenir no me inquieta; lo que es duro a veces es el presente."

Julio Verne




"En aquel momento todos sus pensamientos iban dirigidos a la señorita Campbell. De todos los peligros que había corrido, voluntariamente, es cierto, ya no se acordaba. De lo único que se acordaba de aquella noche horrible, era de las horas pasadas al lado de Elena, en aquel hueco oscuro, cuando la protegía con sus brazos del furor de las olas. Volvía a ver el rostro de aquella bella muchacha, más pálido por la fatiga que por el temor y volvía a oír su voz conmovida que le decía: «¡Cómo!, ¿ya lo sabía usted?», cuando él le había dicho: «Yo sé lo que hizo usted cuando iba a ahogarme en el abismo de Corryvrekan». Se imaginaba de nuevo en aquella estrecha gruta, dentro de la cual, queriéndose sin decírselo, habían sufrido y luchado uno al lado del otro durante largas horas. Allí habían dejado de ser el señor Sinclair y la señorita Campbell. Se habían llamado naturalmente Olivier y Elena, como si, en el momento en que la muerte les amenazaba, hubieran querido nacer a una nueva vida."

Jules Verne
El rayo verde



"En la memoria de todos los muertos, las diferencias cronológicas son borradas."

Julio Verne


"Es Dios quien, burlón, gusta disfrazarse de "azar"."

Julio Verne


"Hacia la inmortalidad y la eterna juventud."

Julio Verne 
Epitafio de la tumba de Julio Verne que jamás llegó a escribirse en ella




"Existe en la Tierra un límite para todas las ambiciones, y no se debe luchar en contra de lo imposible."

Julio Verne 
Viaje al centro de la Tierra



"Hacia las ocho de la tarde, el Victoria había avanzado más de doscientas millas en dirección oeste, y los viajeros fueron entonces testigos de un magnífico espectáculo.
Algunos rayos de luna, abriéndose paso por una hendidura de las nubes y deslizándose entre las gotas de lluvia, bañaban las cordilleras del Hombori. Nada más extraño que aquellas crestas de apariencia basáltica. que se perfilaban formando fantásticas siluetas en el sombrío cielo. Parecían las ruinas legendarias de una inmensa ciudad de la Edad Media y recordaban los bancos de hielo de los mares glaciales, tal como en las noches oscu­ras se presentan a la mirada atónita.
He aquí una ciudad de Los Misterios de Udolfo dijo el doctor; Ann Radcllff no hubiera acertado a describir estas montañas con un aspecto más imponente.
No me gustaría respondió Joe pasear solo du­rante la noche por este país de fantasmas. Si no pesase tanto, me llevaría todo este paisaje a Escocia. Quedaría muy bien en las márgenes del lago Lomond y atraería a muchos turistas.
Nuestro globo no es lo bastante grande para satis­facer tu capricho. Pero, me parece que nuestra dirección varía. ¡Bueno! Los duendes de estos lugares son muy amables; nos envían un vientecillo del sureste que nos pondrá de nuevo en el buen camino.
En efecto, el Victoria se dirigía más al norte, y el día 20 por la mañana pasaba por encima de una inextricable red de canales, torrentes y ríos, que constituían la encru­cijada completa de los afluentes del Níger. Algunos de aquellos canales, cubiertos de una hierba espesa, pare­cían feraces praderas. Allí encontró el doctor la ruta de Barth, cuando éste embarcó para bajar por el río hasta Tombuctú. El Níger, de unas ochocientas toesas de an­cho, corría allí entre dos orillas cubiertas de crucíferas y tamarindos. Grupos de gacelas triscadoras confundían sus retorcidos cuernos con las altas hierbas, desde las cuales el caimán las acechaba silencioso.
Largas recuas de asnos y camellos, cargados de mer­cancías de Yenné, se adentraban en las frondosas arbole­das; al poco, en una revuelta del río apareció un anfitea­tro de casas bajas, en cuyas azoteas y techos estaba acumulado todo el heno recogido en las comarcas cir­cundantes.
He aquí Kabar exclamó el doctor con alegría. Es el puerto de Tombuctú; la ciudad se encuentra apenas a cinco millas de aquí.
¿Está, pues, satisfecho, señor? preguntó Joe.
Encantado, muchacho.
Bueno, la cosa marcha.
En efecto, dos horas después la reina del desierto, la misteriosa Tombuctú, que tuvo, como Atenas y Roma, sus escuelas de sabios y sus cátedras de filosofía, se des­plegó bajo las miradas de los viajeros."

Jules Verne
Cinco semanas en globo



"He llegado tarde a esas luces (que surcan los cielos de Estados Unidos) y a Jesús de Nazaret."

Julio Verne 
El escritor francés, fallecido en 1905, se refería a la oleada ovni registrada en USA en los años 1896 y 1897
Tomada del libro Mis «primos» de J. J. Benítez, página 134


"Kamtchatka, esa extensa península siberiana regada por el río de este nombre, se extiende entre el mar de Okhotsk y el Océano Glacial Ártico. Mide 1350 kilómetros por una latitud de 400.
Esta provincia pertenece a los rusos desde 1806. Después de haber formado parte del Gobierno de Irkutsk, forma una de las ocho grandes divisiones de que se compone la Siberia, administrativamente considerada.
La población de Kamtchatka es relativamente pequeña; apenas un habitante por kilómetro superficial, sin que haya indicios de que tienda a aumentarse. Además, el suelo no es muy a propósito para el cultivo, aunque allí la temperatura media sea menos fría que en otras partes de Siberia. Está sembrada de lavas, de piedras porosas, de cenizas que provienen de erupciones volcánicas. Su forma puede ser comparada a una gran cadena cortada que se extiende al Norte y al Sur, más próxima al litoral Este y que presenta elevadas cúspides. Esta cadena no se detiene en el límite de la península; más allá del cabo Lopatka se prolonga a través del rosario de las Kouriles hasta cerca de las tierras del Japón.
No faltan los puertos en la costa occidental, subiendo el istmo que reúne a Kamtchatka con el continente asiático; Karajinsk, Chalwesk, Swaschink, Chaljulinsk, Osernowsk. El más importante es, sin duda, Petropavlosk, situado a unos 250 kilómetros del cabo Lopatka.
En este puerto ancló el Saint-Enoch el 4 de octubre a las cinco de la tarde. El ancla cayó tan cerca de tierra como lo permitía el calado del barco en el fondo de la bahía de Avatcha, bastante extensa para contener todas las flotas del mundo.
El Repton se encontraba ya de escala allí.
Si el doctor Filhiol había alguna vez soñado visitar la capital de Kamtchatka, iba a realizar su deseo en las más favorables condiciones. En aquel clima exuberante, donde se respira aire sano y húmedo, es raro que el horizonte esté completamente despejado. Sin embargo, aquel día, al entrar el navío en la bahía de Avatcha, se pudo seguir con la mirada el largo perfil de aquel magnífico panorama de montañas.
Numerosos volcanes se abren en aquella cadena: el Schiwelusch, el Schiwelz, el Kronosker, el Kortazker, el Powbrotnaja, el Asatschinska, y en fin, tras el pueblo, pintorescamente situado, el Koriatski, cubierto de nieve, cuyo cráter lanzaba vapores fuliginosos mezclados de llamas.
Respecto a la ciudad, aún en estado rudimentario, no se componía más que de un conglomerado de casas de madera.
Situada al pie de las altas montañas parecía uno de esos juguetes de niño cuyas casitas están colocadas sin orden. De las diversas piezas, la más curiosa era una pequeña iglesia del culto griego, de color rojo, con tejado verde y su campanario.
Dos navegantes, danés el uno y francés el otro, son honrados en Petropavlosk con monumentos conmemorativos: Behring y el comandante Laperouse; para el primero una columna, y una construcción octogonal, blindada con placas de hierro, para el segundo."

Jules Verne
Las historias de Jean-Marie Cabidoulin


"La ciencia se compone de errores, que a su vez son los pasos hacia la verdad."

Julio Verne


"La civilización nunca retrocede, la ley de necesidad siempre fuerza a ir hacia adelante."


Julio Verne




"La exploración espacial para nada sirve."

Julio Verne
Tomada del libro de Peter y Caterina Kolosimo Los secretos del Cosmos, página 202




"La foto-telegrafía permitirá enviar escritos, firmas o ilustraciones y firmar contratos a una distancia de 20.000 kilómetros. Todas las casas estarán conectadas."


Julio Verne




"La realidad nos provee con hechos tan románticos que la imaginación por sí sola no es capaz de agregarles nada."


Julio Verne



"Lo que debemos procurar es aprovecharnos de los hechos, no explicárnoslos."

Julio Verne 
Viaje al centro de la Tierra


"Lo que parecía más inverosímil es que el frío no perdía nada de su tenacidad, aunque la nieve no cesaba de caer en abundancia.
Es verdad que no caía en pequeños copos, sino que era en verdad un chaparrón de hielo, protegido por los remolinos de la borrasca. De aquí una completa poda de los arbustos y de los árboles de hojas perennes.
En las riberas del Cashen se formaron montones de hielo, que alcanzaron proporciones enormes, y podía preguntarse si las avenidas no producirían nuevos siniestros cuando aquella masa se fundiese con los primeros calores de la primavera. En ese caso ¿cómo podrían Martin y sus hijos preservar los edificios si el río se desbordaba hasta la granja?
Fuese lo que fuese, ellos tenían al presente otros cuidados; precauciones para el sostenimiento del ganado. En efecto, el huracán arrancó los techos de los establos, y hubo que repararlos con urgencia. El resto los carneros, vacas y caballos quedó sin abrigo, expuestos a los rigores del tiempo durante varios días, y algunos de aquellos animales perecieron de frío. Se tuvo que trabajar para rehacer los tejados, bien o mal, y en lo fuerte de la tormenta. Preciso era sacrificar la parte anterior de los establos, del lado del camino, y despojarlos de sus techos a fin de cubrir otra porción.
No fue más afortunada la casa que la familia MacCarthy habitaba.
Una noche se hundió el piso alto, y Sim, que lo ocupaba, tuvo que abandonar el granero para instalarse en la sala del piso bajo. Y entonces el cielo raso amenazaba hundirse a su vez, y fue preciso colocar tablones a fin de sostenerlo. Hasta tal punto que el peso de la nieve fatigaba las vigas."

Jules Verne
Aventuras de un niño irlandés


"Los gatos son espíritus que han bajado a la tierra. Estoy seguro de que un gato podría caminar sobre las nubes sin traspasarlas."

Julio Verne



"Los poetas son como los proverbios: siempre se encuentra uno que está en contradicción con el otro."


Julio Verne



"Los yanquis no tienen rivales en el mundo como mecánicos, y nacen ingenieros como los italianos nacen músicos y los alemanes metafísicos."


Julio Verne


"Mientras el corazón lata, mientras la carne palpite, no me explico que un ser dotado de voluntad se deje dominar por la desesperación."


Julio Verne 

Viaje el centro de la tierra


"No era la luz del sol con sus haces brillantes y la espléndida irra­diación de sus rayos ni la claridad vaga y pálida del astro de la noche, que es sólo una reflexión sin calor. No. El poder ilumina­dor de aquella luz, su difusión temblorosa, su blancura clara y seca, la escasa elevación de su temperatura, su brillo superior en realidad al de la luna, acusaban evidentemente un origen pura­mente eléctrico. Era una especie de aurora boreal, un fenómeno cósmico continuo que alumbraba aquella caverna capaz de albergar en su interior un océano.
La bóveda suspendida encima de mi cabeza, el cielo, si se quiere, parecía formado por grandes nubes, vapores movedizos que cambiaban continuamente de forma y que, por efecto de las condensaciones, deberían convertirse en determinados días, en lluvias torrenciales. Creía yo que, bajo una presión atmosférica tan grande, era imposible la evaporación del agua; pero, en vir­tud de alguna ley física que ignoraba, gruesas nubes cruzaban el aire. Esto no obstante, el tiempo estaba bueno. Las corrientes eléctricas producían sorprendentes juegos de luz sobre las nubes más elevadas: se dibujaban vivas sombras en sus bóvedas infe­riores, y, a menudo, entre dos masas separadas, se deslizabas hasta nosotros un rayo de luz de notable intensidad. Pero nada de aque­llo provenía del sol, puesto que su luz era fría. El efecto era tris­te y soberanamente melancólico. En vez de un cielo tachonado de estrellas, adivinaba por encima de aquellos nubarrones una bóveda de granito que me oprimía con su peso, y todo aquel espacio, por muy grande que fuese, no hubiera bastado para una evolución del menos ambicioso de todos los satélites."

Jules Verne
Viaje al centro de la tierra


"No me enorgullece particularmente haber escrito sobre el automóvil, el submarino, el dirigible, antes de que estuvieran en el dominio de las realidades científicas. Cuando hablé de ellos en mis libros como de cosas reales, ya estaban inventadas a medias."


Julio Verne



"No necesitamos continentes nuevos, sino personas nuevas." 


Julio Verne

Veinte mil leguas de viaje submarino


"Penellán, que había sido pescador de ballenas en los mares árticos, se cuidó de la provisión de mantas de lana, ropas forradas de pieles, zapatillas de piel de foca y la madera necesaria para construir trineos cuando hubiera que correr sobre las llanuras de hielo.
Además, para el caso de que hubiese necesidad de invernar en algún punto de la costa groenlandesa, se adquirieron grandes cantidades de alcohol y de hulla; se consiguió reunir, a costa de grandes esfuerzos, cierta cantidad de limones para evitar y curar el escorbuto, esa enfermedad terrible que suele diezmar las tripulaciones en las regiones glaciales, y se aumentaron en tal proporción las provisiones de carnes saladas, galletas y aguardiente, que, llena completamente la despensa, ocuparon parte de la bodega, donde también se guardó mucho pemmican, preparación india que contiene muchos alimentos nutritivos concentrados en poco volumen.
No se olvidó Juan Cornbutte de proveer a La Joven Audaz de sierras para cortar el hielo, y de picos y cuñas para separar los trozos, reservándose el cuidado de adquirir en la costa de Groenlandia los perros que se necesitaran para arrastrar los trineos.
La tripulación desplegó gran actividad en hacer todos estos preparativos, al mismo tiempo que seguían escrupulosamente los consejos de Penellán, quien los decidió a no usar ropa de lana, a pesar de que la temperatura era muy baja en aquellas latitudes situadas más allá del círculo polar.
Pero el timonel no se limitaba a dar consejos, sino que, además, observaba muy atentamente los actos más insignificantes de Andrés Vasling, holandés que, aunque era excelente marino y había hecho ya dos viajes a bordo de La Joven Audaz, no se sabía de dónde había venido. En realidad de verdad, no podía censurársele todavía nada, a no ser lo solícito que se mostraba con la joven María; pero, esto no obstante, Penellán lo vigilaba muy de cerca.
Con tanta actividad trabajó la tripulación, que el 16 de julio, quince días después de haber llegado a Bodö, el bergantín estaba armado y en disposición de emprender el viaje, precisamente en la época favorable para intentar hacer exploraciones en los mares polares.
Hacía dos meses que había empezado el deshielo, y Juan Cornbutte podía llevar las investigaciones más allá.
La Joven Audaz, pues, aparejó y emprendió la marcha hacia el cabo Brewster, que se encuentra en la costa oriental de Groenlandia, a los setenta grados de latitud."

Jules Verne
Una invernada entre los hielos


"Permitidme que os recuerde, en pocas palabras, de qué manera ciertas cabezas calientes, embarcándose en viajes imaginarios, pretendieron haber penetrado los secretos de nuestro satélite. En el siglo XVII, un tal David Fabricius se vanaglorió de haber visto con sus propios ojos habitantes en la Luna."

 Julio Verne
De la Tierra a la Luna


"Pero no podíamos detenernos. Había que seguir al capitán, que parecía dirigirse por senderos tan sólo por él conocidos. El suelo ascendía sensiblemente y a veces al elevar el brazo lo sacaba por encima de la superficie del agua. Luego, el nivel del banco descendió de nuevo caprichosamente. A menudo debíamos contornear altas rocas de formas piramidales. En sus oscuras anfractuosidades, grandes crustáceos, apostados sobre sus altas patas como máquinas de guerra, nos miraban con sus ojos fijos, y bajo nuestros pies reptaban diversas clases de nereidos alargando desmesuradamente sus antenas y sus cirros tentaculares.
De repente se abrió ante nosotros una vasta gruta excavada en un pintoresco conglomerado de rocas tapizadas de flora submarina. En un primer momento, la gruta me pareció profundamente oscura. Los rayos solares parecían apagarse en ella por degradaciones sucesivas. Su vaga transparencia no era ya más que luz ahogada. El capitán Nemo entró en ella y nosotros le seguimos. Mis ojos se acostumbraron pronto a esas tinieblas relativas. Distinguí los arranques de la bóveda, muy caprichosamente torneados, sobre pilares naturales sólidamente sustentados en su base granítica, como las pesadas columnas de la arquitectura toscana."

Jules Verne
20.000 leguas de viaje submarino



"... por grande que sean las maravillas de la naturaleza, hay siempre razones físicas que pueden explicarlas."



Julio Verne 
Viaje al centro de la Tierra


"Qué gran libro se podría escribir con lo que se sabe. ¡Otro mucho mayor se escribiría con lo que no se sabe!"


Julio Verne




"Todo lo que de grande se ha realizado ha sido en nombre de esperanzas exageradas."


Julio Verne




"Todo lo que una persona puede imaginar, otras podrán hacerlo realidad."

Julio Verne


“Todo lo que yo invento, todo lo que yo imagino, quedará siempre más acá de la verdad, porque llegará un momento en que las creaciones de la ciencia superarán a las de la imaginación.”

Julio Verne


"Una fuerza superior puede demoler el mejor de los argumentos."


Julio Verne



"Y cuando a un americano se le pone una idea en la cabeza, nunca falta otro americano que le ayude a realizarla. Con sólo que sean tres, eligen un presidente y dos secretarios. Si llegan a cuatro, nombran un archivero, y la sociedad funciona. Siendo cinco se convocan en asamblea general, y la sociedad queda definitivamente constituida."

Julio Verne


"Y exhortaron a sus contemporáneos a no dar un mentís a la Naturaleza, sino a admitir la existencia del Kraken, de la serpiente de mar, de Moby Dick y de otras elucubraciones propias de marineros delirantes."



Julio Verne
Veinte mil leguas de viaje submarino