Naomi Klein

Citas de libros de Naomi Klein:



“Al movimiento antiliberal le pasa lo que le pasa a la nueva protesta social en la Argentina; igual que aquí algunos creen estar en medio de una situación prerrevolucionaria y ven como su único objetivo crear crisis cada vez mayores sin ver que no es ese el modo en que el cambio funciona o que si funciona así es un cambio muy superficial porque reproduce estructuras jerárquicas rígidas, centraliza el poder y vuelve a impedir el desarrollo de una democracia participativa."

Naomi Klein


"[…] como Virgin también es una marca de discos, es posible utilizar toda esa tecnología para despertar más afición por los artistas de Virgin. «Todos los meses presentaremos a determinados artistas. Esto significa que pasamos sus discos en la tienda, que podemos organizar espectáculos en vivo vía satélite desde otro sitio y darles presencia en las instalaciones», dice Christos Garkinos, vicepresidente de marketing de Virgin Entertainment Group. «Piénsese lo que podemos hacer por un artista que recién comienza». Yendo más al asunto, ¿por qué esperar a que aparezca algo tan aleatorio como cierta demanda de la audiencia o una emisión de radio, si controlando todas las variables se puede crear la ilusión de un gran éxito incluso antes de que acontezca?"

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"Diez años más tarde, parece que ya no hay países ricos. Sólo un montón de gente rica. Gente que se enriqueció saqueando la riqueza pública y agotando los recursos naturales en el mundo."

Naomi Klein


"Dudo de que a alguno de ustedes le gustara un mercado de bienes donde sólo se compite con los precios, las promociones y los acuerdos comerciales, elementos que la competencia puede duplicar fácilmente, lo que nos llevaría a ganar cada vez menos, a la decadencia y a la bancarrota». Otros se refirieron a la importancia de mantener el «valor añadido conceptual», que en realidad no significa añadir nada más que marketing. Rebajarse a competir con el valor real de los artículos, advertían ominosamente las agencias, no sólo destruiría las marcas, sino también las empresas."

Naomi Klein
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"El principal papel económico de las guerras consistía en abrir nuevos mercados que permanecían cerrados y en generar largas épocas de crecimiento durante la posguerra. Ahora, la respuesta y las medidas de reacción frente a las guerras y desastres han alcanzado tan alto grado de privatización que constituyen un nuevo mercado en sí mismas: no es necesario esperar a que termine la guerra para que empiece el desarrollo económico."

Naomi Klein
La doctrina del Shock


"El punto es que hoy, todos pueden ver que el sistema es profundamente injusto y se sale de control a toda velocidad. El egoísmo sin restricciones ha destrozado la economía global."

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"En Norteamérica y Europa, la miopía intelectual que Letelier condenaba tan ferozmente sigue restringiendo los parámetros de demasiados de nuestros debates públicos."

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"Es obvio que cuando se reflexiona sobre la concentración transnacional de poder -cuando se tiene que lidiar con instituciones como el Fondo Monetario Internacional, que trabajan en secreto-, la acción del movimiento antineoliberalismo o la de los piqueteros argentinos choca contra un muro."

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“Estas historias de horror sobre las horas extraordinarias se escuchan en todas las zonas de procesamiento de exportaciones, estén donde estén: en China hay casos documentados de turnos de tres días; durante ellos los trabajadores se ven obligados a dormir debajo de las máquinas. A menudo, los contratistas se exponen a graves sanciones financieras si no cumplen los plazos de entrega, por más irrazonables que sean. En Honduras, se dice que cuando los directivos de las empresas tienen que hacer entregas muy voluminosas en plazos reducidos, inyectan anfetaminas a los obreros para hacerles trabajar durante maratones de 48 horas."

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"La realidad no apocalíptica no es muy hospitalaria para con sus ambiciones, sencillamente. Durante más de treinta y cinco años, el motor de la contrarrevolución de Friedman ha sido la singular atracción hacia un tipo de libertad de maniobra y posibilidades que sólo se da en situaciones de cambio cataclísmico. Cuando las personas, con sus tozudas costumbres e insistentes demandas, estallan en mil pedazos; momentos en los que la democracia parece una imposibilidad práctica. Los creyentes de la doctrina del shock están convencidos de que solamente una gran ruptura —como una inundación, una guerra o un ataque terrorista— puede generar el tipo de tapiz en blanco, limpio y amplio que ansían. En esos períodos maleables, cuando no tenemos un norte psicológico y estamos físicamente exiliados de nuestros hogares, los artistas de lo real sumergen sus manos en la materia dócil y dan principio a su labor de remodelación del mundo."

Naomi Klein
La doctrina del shock


"Si algo he aprendido de informar desde docenas de lugares sumidos en una crisis, de la Atenas sacudida por la debacle de la deuda griega a Nueva Orleans tras el huracán Katrina , pasando por Bagdad durante la ocupación estadounidense, es esto: que es posible ofrecer resistencia a esas tácticas. Para hacerlo, han de ocurrir dos hechos cruciales. Primero, hemos de entender perfectamente cómo funcionan las políticas de shock y a qué intereses sirven. Es esa comprensión la que nos permite salir rápidamente del estado de shock y empezar a contraatacar. Segundo, e igualmente importante, tenemos que contar una historia distinta de la que nos venden los doctores del shock, una visión del mundo lo bastante convincente como para competir con la suya de igual a igual. Esta visión, fundamentada en valores, ha de ofrecer una vía diferente, lejos de shocks encadenados; una que se base en unirnos por encima de divisiones raciales, étnicas, religiosas o de género, en vez de dejar que nos enfrenten aún más, y en sanar el planeta en vez de desatar más guerras desestabilizadoras y seguir contaminándolo. Y sobre todo, esa visión debe ofrecer a quienes están sufriendo —por falta de trabajo, falta de asistencia sanitaria, falta de paz, falta de esperanza— una vida tangiblemente mejor. No estoy diciendo que sepa exactamente qué aspecto tiene esa visión. Intento averiguarlo de la mano de todo el mundo, y estoy convencida de que solo se puede alumbrar mediante un proceso genuinamente colaborativo, bajo el liderazgo de los más maltratados por el sistema actual...
El no más tajante ha de venir acompañado de un sí audaz que mire al futuro: un plan de futuro que sea lo bastante creíble y atractivo para llevar a multitud de gente a luchar por hacerlo realidad, por más que por el camino se les interpongan shocks y tácticas amedrentadoras. Puede que un «no» —a Trump, a la francesa Marine Le Pen, a tantos partidos xenófobos y ultranacionalistas como surjan en todo el mundo— sea lo que haga que en un primer momento se lancen a la calle millones de personas. Pero será un «sí» lo que nos mantenga firmes en la lucha. «Sí» es el faro que evitará que nos extraviemos en las tormentas que se avecinan...
En síntesis, el argumento de este libro es que Trump, siendo extremado, no es tanto una aberración como un desenlace lógico: un pastiche de prácticamente todas las peores tendencias del último medio siglo. Trump es el producto de poderosos sistemas de pensamiento que clasifican la vida humana basándose en la raza, la religión, el sexo, la sexualidad, la apariencia física y la habilidad física, y que de forma sistemática han utilizado la raza a modo de arma para impulsar políticas económicas brutales desde los inicios de la colonización norteamericana y el tráfico de esclavos transatlántico. Personifica además la fusión de personas y corporaciones: una marca constituida por un solo hombre, cuya mujer e hijos son marcas derivadas, con todas las patologías y conflictos inherentes a esa situación. Es la encarnación de la creencia de que el dinero y el poder otorgan licencia para imponer a los demás la propia voluntad, ya se exprese ese derecho metiendo mano a las mujeres o metiendo mano a los limitados recursos de un planeta que está al borde de un calentamiento catastrófico. Es producto de una cultura empresarial que fetichiza a los «disruptores» que hacen su fortuna ignorando descaradamente tanto las leyes como los estándares reguladores. Sobre todo, encarna un proyecto ideológico de libre mercado que sigue siendo poderoso —que abrazan por igual los partidos de centro y los conservadores— y que ha declarado la guerra a todo lo público o comunal, y que concibe a los presidentes ejecutivos como superhéroes que salvarán a la humanidad."

Naomi Klein
Decir no no basta
















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