Carel Steven Adama van Scheltema

Luz nocturna

Al amparo de la mesita de noche,
con mi cuerpo ahíto de pecado,
mi cabeza cuelga atada
a los rayos de la luna.

El cielo parece infinito
en lo recóndito de su amor,
el silencio de un espejo que
atisba la eternidad.

Si el mar gélido
trota en silencio hacia el cielo,
yo querría que las olas se levantaran
como cristalinos labios que beben.

Como un animal agradecido y piadoso
he bebido de la noche,
entonces me hundí
como la hoja de un árbol.

La luna brillaba cerca de mi cama,
su sonrisa se evadía
como una oración, una oración.

C.S. Adama van Scheltema



"Puede verse en primer plano a Mayo andando a lo largo de los cultivos, seguido de una ristra de jóvenes que visten pantalones cortos ajustados de color amarillo y llevan pañuelos rojos anudados al cuello. Las mujeres lucen rosas rojas en los ojales y tras la oreja derecha. En la mano izquierda llevan un racimo verde, sus pies están desnudos. Los jóvenes se encuentran a la izquierda, las muchachas a la derecha. La procesión semeja un arco que gira alrededor de la colina. La mujer deja caer su brazo izquierdo sobre el cuello del hombre, que tiene tomada a la mujer por la cintura. Mayo atesora en su mano izquierda las riendas de color rosa y apunta con su varita frente a él. Mayo. (Cantando, mantiene con firmeza las riendas en un puro ascenso) El rubor rojo de mi sangre se extiende por los bosques florecientes y en ciernes de la desnudez tejí las flamígeras riendas que raudas me suceden. El ardiente encuentro con el amor de la vida me despierta y salgo a su encuentro. Mayo desmonta y el arco de jóvenes y muchachas se desdobla como una guirnalda."

Carel Steven Adama van Scheltema
El Sueño de Mayo









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